lunes, 15 de junio de 2009

Actividad física, dieta y motivación, recetas contra la obesidad

El exceso de peso en la adolescencia es un problema cada vez más frecuente. En Cantabria más de un 30% de los jóvenes sufren problemas de sobrepeso u obesidad y, lo que es peor, la cifra aumenta cada año en un 2%. El Grupo de investigación 'Metabolismo, Genética y Nutrición' del Hospital Valdecilla lleva una década investigando estas patologías y buscando soluciones. Uno de sus trabajos ha sido distinguido recientemente con el Premio Estrategia Naos al mejor proyecto de investigación aplicada. Se trata de un estudio en el que también participan otros grupos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y de las Universidades de Zaragoza, Navarra y Granada y que, entre otras aportaciones, señala que además de la dieta y la actividad física es fundamental motivar a los adolescentes a perder peso.

El grupo de Cantabria ya participó hace unos años en el proyecto Avena, que determinó el estado nutricional de los adolescentes españoles con unos resultados bastante preocupantes. En 2005 iniciaron un nuevo proyecto (Evasyon) de intervención para los adolescentes obesos donde se aborda tanto los aspectos orgánicos y físicos como los psicológicos y emocionales, basándose en dos aspectos básicos: actividad física y alimentación. En el equipo, coordinado por el pediatra Carlos Redondo, trabajan nutricionistas, psicólogos y un experto en actividades físicas.

El pediatra Miguel García Fuentes y el psicólogo Ricardo Lanza también forman parte del grupo de Redondo. Los tres aseguran que el problema de la obesidad adolescente es más grave de lo que muchos padres creen y casi lamentan la escasa relevancia que se da a esta patología por parte de los medios de comunicación, en comparación con otros trastornos alimenticios «y de obesidad también se puede morir», dicen. Señalan que muchos doctores consideran que adelgazar a un adolescente es la tarea más frustrante con la que se puede encontrar un médico «pero si el adolescente quiere y tiene una familia que colabora puede ser la tarea más gratificante».

Este grupo de investigación sostiene que los programas que se siguen con adultos y con niños no sirven para la población adolescente. «Se ha constatado que los programas educativos dirigidos a la población escolar no son eficaces para los más mayores que necesitan, por así decirlo, nuevos 'enganches' para lograr perder peso», explica García Fuentes.

Mejorar la autoestima

Esos 'enganches' también se consiguen por medio de un 'plan de vida' que el pediatra, con la ayuda del psicólogo, se prepara para cada paciente. «Se trata de ir poniéndoles pequeñas metas que les ayuden a recuperar la autoestima», señala Ricardo Lanza.

«También ayuda tratar al adolescente como un adulto y no como a un niño y, saber escucharle», apostilla. El psicólogo, que insiste en que la ayuda de los familiares es fundamental, reconoce que es muy importante que el adolescente quiera perder peso y que hay que concienciarle de que adelgazar es algo más que seguir una dieta, pues la actividad física es importantísima.

«Hay que saber encontrar el deporte que le gusta a cada uno, aunque a veces simplemente basta con un buen paseo acompañado de los padres o de los amigos».

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