lunes, 6 de julio de 2009

La celulitis, esa descarada

(EFE).- Sin previo aviso y con insolencia, la celulitis se instala en las nalgas, las caderas, el abdomen, y, con la edad, incluso en rodilla y brazos. No remite por sí sola. Se tiene que luchar contra ella.

Odiada y sufrida por la mayoría de las mujeres, la celulitis, también llamada piel de naranja, es la acumulación de grasa en forma de nódulos y hoyuelos.

Esta disfunción, de aspecto rugosa y áspera, no es más que una alteración de los adipocitos - células especializadas en almacenar energía en forma de grasa- que aumentan de tamaño comprimiendo todo a su alrededor y entorpeciendo la circulación sanguínea y linfática, lo que dificulta la oxigenación, el drenaje y la evacuación de toxinas.

El desorden se multiplica cuando la glucosa extravasada provoca un deterioro en el colágeno y la elastina. El resultado es una piel envejecida, sin flexibilidad, opaca y deshidrata.

Este exceso de grasa, que suele aparecer en la adolescencia, incrementarse durante el embarazo y dispararse en momentos de desequilibrio hormonal, es muy fácil de identificar, pero difícil de combatir y más aún de averiguar el por qué aparece.

Desde la clínica Mira+Cueto, especialista en Medicina Estética, la doctora Mar Mira explica que este “engorroso problema estético está íntimamente ligado al código genético femenino y lo sufren en silencio el 98 por ciento de las mujeres de todo el mundo. No sólo se acumula sobre la piel de mujeres con exceso de kilos, las delgadas también la padecen. Entre los factores que contribuyen a su aparición se encuentran los problemas circulatorios, la mala alimentación, el sedentarismo, los cambios hormonales y el estrés”.

“Aún no existe una fórmula mágica que la elimine para siempre. Es más una cuestión de actitud, de constancia, de cambios de hábitos”, explica la doctora Sofía Ruiz del Cueto, experta en medicina estética de la Clínica Mira+Cueto.

Una vez acomodada en la piel es difícil deshacerse de ella. No existen los milagros, pero sí se puede mejora. Lo ideal es trazar un plan para combatirla a diario, de lo contrario volverá. Una dieta adecuada, ejercicio, el uso diario de anticelulíticos y tratamientos estéticos personalizados con máquinas de última generación son los protocolos más adecuados.

Entre las últimas terapias para combatirla está el Programa Reductor Body Express, de la clínica “Instimed”, un cóctel que combina la presoterapia y las inyecciones de mesoterapia.

“La revolución tecnológica llega de la mano de `Cyclone´, una máquina capaz de romper los adipositos, destruir la celulitis, reducir el volumen y eliminar las toxinas, gracias a la combinación de ultrasonidos y radiofrecuencia. A partir de la cuarta sesión, los resultados son visibles”, explica Felicidad Carrera, especialista en estética.

El Instituto Médico Láser corrige la celulitis con la carboxiterapia, tratamiento a base de microinyecciones de anhídrido carbónico para destruirla y estimular la microcirculación.

Muchas mujeres piensan en la liposucción –aspiración de las células grasas subcutáneas- como la solución más radical y efectiva para liberarse de la celulitis, “pero no siempre se consiguen los resultados deseados, simplemente mejora en un 50 por ciento. La liposucción sirve para retirar la grasa, no para erradicar lo que se conoce como piel de naranja”, explica el cirujano doctor Chamosa.

“Para conseguir unas piernas ligeras y esbeltas se debe de romper el círculo vicioso entre la mala circulación y el acúmulo de grasa”, explica el doctor Javier Moreno Mora, director del Instituto Médico Laser.

Y añade que se debe empezar por adoptar estos buenos hábitos:

- Apostar por la dieta mediterránea, tomar alimentos ricos en fibra y pobres en grasa como el pescado, la carne, los huevos, la verdura y las legumbres.

- Tomar dos litros de agua al día e infusiones drenantes.

- Evitar los baños de agua calientes, así como las fuentes de calor directo. Las duchas de agua fría favorecen la circulación de retorno. Son muy beneficiosos los paseos por la orilla del mar.

- Practicar deportes suaves como la natación, montar en bicicleta, jugar al golf o practicar el esquí. Subir las escaleras y caminar a paso ligero una hora a diario es otra opción. Desestime los ejercicios de alto impacto como el “squash”.

- Poner las piernas en alto veinte minutos al final de la jornada y evitar muchas horas en bipedestación, ya que dificulta el drenaje y favorece el edema en las piernas debido a la fuerza de la gravedad.

- No se debe de abusar de la sal y del café. Desaconseja tomar embutidos, quesos curados y dulces.

- Está prohibido la ingesta de alcohol y de tabaco.

- Renuncie a la vida sedentaria y a pasar horas y horas frente al ordenador. Son recomendables paseos de cinco minutos entre hora y hora.

- Controle los anticonceptivos y evite la ropa ajustada y los tacones altos.

- Regule el tránsito intestinal.

- Es muy recomendable recibir masajes, ya que aumenta la capacidad recolectora de los ganglios linfáticos, auténticas estaciones de recogida y limpieza del organismo.


Por Carmen Martín

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