LUNES, 11 de mayo (HealthDay News/Dr. Tango) -- La lucha por no recuperar el peso perdido se puede complementar de forma efectiva y económica con una sencilla medida del peso, que apenas tarda cinco minutos, llevada a cabo por una enfermera cada dos semanas.
Investigadores de Nueva Zelanda, que publicaron un informe en la revista médica CMAJ, encontraron que un control quincenal del peso junto con la llamada de la misma enfermera durante las semanas intermedias, ayudaron a las mujeres a mantener el peso perdido tanto o más que los programas intensivos y costosos que utilizan los dietistas y especialistas en ejercicio.
El estudio, que siguió a más de 200 mujeres durante dos años, dividió de forma aleatoria a las participantes en un grupo de control de peso y llamadas telefónicas de apoyo de una enfermera y otro que siguió un programa de prevención de diabetes más completo que incluía ejercicio regular. Al comienzo del estudio, todas las mujeres, de 25 a 70 años de edad, habían perdido hacía poco al menos el cinco por ciento de su peso corporal total.
Aunque se usaron programas intensivos para un grupo que ya había obtenido excelentes resultados con el mantenimiento del peso, "los costos de poner en marcha estos programas son considerables y van más allá de los presupuestos de salud de muchos países", escribieron los autores del estudio, del Centro Nacional Edgar para la Investigación de la Diabetes en Dunedin, Nueva Zelanda.
Los autores informaron que la asistencia a las consultas de control de peso fue excelente, mientras que en el otro grupo no fue igual de buena para las clases de ejercicio. Al segundo año del estudio, la asistencia al programa de ejercicio se redujo aún más.
"Muchas participantes reportaron que el control de peso y el apoyo entusiasta de una enfermera en esas ocasiones así como la llamada telefónica eran determinantes claves de su éxito", escribieron los investigadores.
Aunque los autores apoyaron altamente que los hospitales incorporaran a una enfermera para que dirigiera los programas de control de peso, Robert Ross de la Universidad de Queens en Kingston, Ontario, escribió en la misma edición de CMAJ que añadir tales programas podría no ser posible en los centros que tienen escasez de enfermeras. Sin embargo, agregó que otras personas, como especialistas en ejercicio o dietistas, podrían ser igual de efectivos en esos programas de apoyo, ya que observó que las enfermeras usadas para el estudio tenían mucho entusiasmo pero carecían de formación en nutrición y ejercicio.
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