jueves, 30 de abril de 2009

¿A qué me refiero con la constancia a la hora de adelgazar?

Como habréis visto, a mano derecha tengo una pequeña descripción del blog. En ella pongo “mi lema” en el cual, al final, digo “La mejor dieta de adelgazamiento es la constancia“. Pues bien, me reafirmo en lo dicho y pongo la mano en el fuego cuando digo que el 80% del éxito a la hora de adelgazar se encuentra en no saltarse la dieta, pero aún así, quisiera dejar claro que la constancia como tal siempre puede saltarse en situaciones especiales.


La comida es un acto social
Vivimos en un mundo donde se suelen celebrar muchos acontecimientos a base de comida. Ésto es un hecho innegable y tenemos que aceptarlo.

¿No os ha pasado alguna vez que habéis ido a alguna celebración y habéis intentado seguir la dieta aún cuando había de todo en la mesa? Seguro que la gente que se sentaba contigo te han preguntado que por qué no comías y, al contestarles que estabas a dieta, te han mirado con una cara extraña como diciendo “Qué tio más raro”. A mi me ha pasado en muchas ocasiones (pero de eso ya hace unos años).

Saber dónde se encuentra el límite
Yo lo tengo bien claro: si voy a una boda de un amigo, pues no voy a ponerme a mirar qué como y qué no como. Si acaso, puedo optar por no comer aquello que no me llama mucho la atención (por ejemplo, no soy muy goloso y no suelo comer mucho postre), pero empezar a comer menos de aquí y menos de allá para no pasarme demasiado … qué queréis que os diga, me parece una tortura.

Así pues, si acudís a una reunión o celebración realmente especial, no creo que tengáis que mirar por vuestra dieta. Como decía, la comida es un acto social, y si tenéis que poneros hasta arriba, tomarse 2 copas de vino, 1 postre bien cargado y , por último, 4 cubatas … pues hacedlo, no váis a sufrir cuando se supone que tenéis que estar pasandooslo bien.

Entonces, ¿a qué te refieres con la constancia?
Cuando digo que hay que ser constante, me refiero a que no hay que buscar excusas superfluas con tal de saltarse la dieta y no sentirse culpable. Por ejemplo, no debemos comernos una bolsa de patatas un viernes por la noche por el mero hecho de ser viernes, ni debemos darnos un capricho un martes porque hemos tenido un día muy duro, ni comernos un bocadillo de bacon con queso un domingo por no tener ganas de cocinar.

En una situación de dieta ideal, deberíamos comer bien durante toda la semana y, en una de las comidas, pasarnos un poco dándonos un capricho (algo que esté prohibido pero no en cantidades desmesuradas). Como digo, esa es una situación IDEAL. Ahora bien, si un día tenéis una cena importante y queréis poneros hasta arriba, no hay problema! Hacedlo pues después tenéis una semana entera por delante para eliminar ese exceso. Pero eso de ponerse hasta arriba un día y luego ir haciendo el tonto durante la semana es a lo que me refiero que nos llevará al fracaso (y luego diremos que no sabemos qué estamos haciendo mal!).

Pues bien, a eso me refiero cuando hablo de constancia. No creáis que yo nunca me salto la dieta (eso roza lo inhumano!). Por supuesto que me doy mis caprichos y mis buenas cenas cuando la ocasión lo merece. Es algo que quería compartir con vosotros y espero que estéis de acuerdo conmigo.

Cualquier comentario sobre el tema por supuesto que será bienvenido

No hay comentarios:

Publicar un comentario