sábado, 1 de agosto de 2009

Evite las grasas saturadas

Las grasas saturadas son un tipo de grasa cuya configuración química puede provocar algunas alteraciones en el organismo. Generalmente se trata de grasas derivadas de animales.

Estas grasas llamadas saturadas vienen de productos de origen animal (cerdo, carne vacuna, pollo, mantequilla, leche entera, helados, queso, aceite de coco y de palmera.

La grasa insaturada incluye la grasa monosaturada (aceite de oliva, de maní y aguacate) y poli-insaturada (salmón, atún, macarela, almendras, aceite de maíz, de soya y de girasol, que son más saludables.

Nuestro cuerpo usa este tipo de grasa, básicamente, para producir energía. La longitud de los ácidos grasos saturados puede variar, y contra más larga sea la molécula, mayor tendencia a agregarse y pegarse, y más probabilidad de que se deposite en las células, órganos y arterias, causando problemas de salud.

La carne roja, productos lácteos y otros alimentos de origen animal se componen, en su mayoría, de moléculas largas de ácidos grasos saturados, por lo que cuando se consumen en exceso pueden dar origen a problemas cardiovasculares, entre muchos otros.

Sin embargo, una ventaja de estas grasas es que tienen pocos problemas de ranciedad, y mantienen su integridad mucho mejor que los aceites de cocina.

Según el portal En Buenas Manos, dedicado a la salud y terapias naturales, los azúcares (glucosa o dextrosa, fructosa, galactosa, azúcar de mesa, maltosa, lactosa, dextrina, siropes y miel) y las féculas, sobre todo refinadas (harinas, arroz, pasta, cereales de desayuno, etc.), pueden convertirse en grasas saturadas.

Estos azúcares y féculas, una vez digeridos, se convierten en glucosa entrando rápidamente a la sangre. Cuando esto ocurre, el cuerpo convierte el exceso de glucosa en ácidos grasos, los cuales se unen a moléculas de glicerol para formar triglicéridos.

Una vez convertidos en grasa se depositan en las células y órganos o son transportados por la sangre a los tejidos grasos para ser guardados.

GUÍA DE ALIMENTOS
Los hábitos alimenticios adecuados

Carnes. Disminuya carnes magras con la grasa quitada como: pierna, lomo bajo, paletilla, lomo, pierna de cordero, brazo, lomo, costillas, filete de cerdo y patitas de cerdo. El pollo cómalo sin piel. Evite el chorizo, tocino, salchichas y caviar.

Leche. Consuma leche descremada, o leche con uno por ciento de suero, baja en grasa, evaporada o sin grasa.

Aceites. Elija aceites vegetales de grasas no saturadas y la margarina en lugar de la mantequilla. Cuide que los aderezos y la mayonesa no hayan sido preparados con productos que contengan grasas saturadas.

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