Para la mayoría, hacer dieta es sinónimo de gastar fortunas en alimentos. Esto es cierto si pretendemos llenar nuestras alacenas de productos dietéticos. Aquí te damos algunos trucos y opciones económicas para seguir adelante con la dieta, sin gastar de más.
Una dieta saludable
A veces puede ser la excusa perfecta: no hago dieta porque no tengo dinero. Pero en realidad, más que dinero lo que hace falta es un poco de creatividad y dedicación, para respetar una dieta saludable baja en calorías. Aplica estas sugerencias y verás los resultados:
Cuando vayas a un restaurante, evita los tragos, entremeses y los postres. La comida te saldrá en $ 15 menos.
Al trabajo llévate tus propios entremeses, no compres los de la máquina. Además de tener exceso de calorías, son mucho más caros que si los compraras en un almacén. Lleva una fruta, un yogurt o una barra de chocolate de 50/100 calorías.
Si sientes apetito y estás en la calle, cómprate un turrón en lugar de una barra. Cuesta la mitad y tiene las mismas calorías.
Una vez por semana planifica las comidas para cada día. Diseña un plan estratégicamente, de manera tal que si una noche cocinas pollo, al día siguiente puedas preparar una ensalada o tarta baja en calorías con este mismo ingrediente.
Averigua cuáles son las frutas y verduras de estación, recuerda que estas siempre son las más económicas.
En lugar de consumir tanta carne -que ha subido tanto de precio-, agrega a tu dieta más cereales integrales y legumbres. Además de ser muy económicos, tienen muchas propiedades y previenen enfermedades.
Los fines de semana, recorta los anuncios de los mercados y compra solamente los días que tengan descuento. Si el mercado próximo a tu casa hace descuentos determinados días en la carne, frutas y verdura, acude en esos días.
En lugar de comprar postres bajos en calorías –que tienen aproximadamente 100 calorías por porción-, prepáralos tú. Por ejemplo, los postres Jell-O para preparar tienen 10 y 60 calorías. ¡Haz la cuenta de las calorías y el dinero que te ahorrarás por semana!
Cuando encuentres las latas de atún, tomates o legumbres en oferta, ármate un stock, estarás haciendo una importante economía. Sólo tienes que fijarte la fecha de vencimiento.
En el mercado, no recorras las estantes que tienen productos que no puedes comer. Evita las comidas preparadas –ya que estas tienen muchas calorías- y los postres.
Fuentes: http://cheaphealthygood.blogspot.com
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