Muchos son los médicos, nutricionistas y divulgadores que aseguran haber encontrado la dieta definitiva, la que nos permitirá adelgazar sin problemas y sin sufrimiento. Dos términos, sin embargo, que suelen ser contradictorios, ya que, tal y como aseguran los expertos, a todos nos gusta comer. Desde la dieta de la acelga a otras más elaboradas, son varias las fórmulas que llenan libros y revistas, inundan internet y obnubilan a la gente. Y entre ellas hay una, la de los colores, que ha conquistado Estados Unidos, un país con un 32% de obesos y un 65% de personas con sobrepeso.
No nos engañemos, casi todos conocemos las claves de una dieta ideal: evitar las grasas saturadas y los azúcares y comer de forma moderada. Así lo aseguran expertos del Center for Human Nutrition de la Universidad de Los Ángeles (UCLA). Si seguimos estas pautas y hacemos ejercicio, la pérdida de peso está garantizada. El profesor David Heber, director del centro, atribuye la proliferación de productos para adelgazar que aseguran resultados rápidos y sin esfuerzo a la misma actitud humana. "La receta es sencilla: bastaría con comer menos y moverse más. Lo que pasa es que eso es muy fácil de decir", comenta sonrisa en boca.
Otro problema, al margen de la omnipresente y poco adecuada oferta de restaurantes de fast food, es que la gente no siempre sabe exactamente cómo llevar una alimentación sana. El doctor Heber lleva años compaginando su trabajo en la universidad con la asesoría dietética a celebridades de Hollywood, afincadas a menudo a tiro de piedra de su despacho de la UCLA. A base de elaborar regímenes personalizados y de intentar extraer sus puntos comunes, inventó la llamada dieta de los colores. "Mis años de experiencia enseñando a la gente cómo y qué comer me han hecho llegar a la conclusión de que cuánto más simple sea la fórmula, tanto mejor", comenta el doctor Heber.
Y la verdad es que su método es, ante todo, fácil de seguir. Así lo cuenta en su libro What Colour Is Your Diet? Consiste en catalogar frutas y verduras de acuerdo con su color para hacer así más atractivos los platos y sencillo el programa de consumo. A cada color le corresponde, además, un tipo de nutriente, por lo que es necesario consumirlos todos.
El propio doctor Heber reconoce que su método no hace más que estimular el consumo variado de frutas y verduras. Aunque no hay que olvidar las proteínas. "Nosotros creemos que es ideal complementar el consumo de vegetales con proteína animal, preferentemente pescado", asegura. Reconoce que buena culpa de los malos usos alimentarios los tiene el propio sistema económico. "Piénselo detenidamente: ¿por qué otra razón comemos en el cine palomitas y no manzanas?".
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