Los beneficios a nivel muscular y cardiovascular son importantes, pero las rutinas terminan por ser aburridas. Hemos investigado con algunos profesionales para conocer más en relación a esta forma de entrenar y aquí te presentamos nuestros descubrimientos:
La cuerda:
Saltar la cuerda provoca que se aumente la intensidad de los entrenamientos en las escaleras, añadiendo los saltos antes o después de las mismas. Es una excelente forma de calentamiento y si las escaleras de que dispones tienen pocos escalones es una buena manera de prolongar la rutina. Por ejemplo: puedes hacer medio minuto de saltos, 2 “largos” de escaleras y otros 30 segundos de saltos.
Que sea un material sencillo no tiene nada que ver con su efectividad, en este caso la relación es inversa.
Con mancuernas:
Puedes llevar un par de mancuernas ligeras en las manos (o botellas con agua o una mochila a la espalda) mientras subes las escaleras para aumentar la sobrecarga que supone el ejercicio. También puede realizar, a manera de calentamiento previo, ejercicios como las zancadas o las sentadillas y posteriormente realizar, sin descansar, el entrenamiento de las escaleras.
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