Tomar el sol implica estar recostados bajo los rayos solares, los cuales elevan la temperatura corporal y por ende, nuestro cuerpo se esfuerza en realizar un eficiente trabajo de termorregulación y es aquí donde sudamos. No obstante, sudar no equivale a quemar grasas.
Durante el proceso de termorregulación el cuerpo utiliza algo de energía para su funcionamiento, pero éste gasto calórico no es significativo y lo que se elimina durante el reposo bajo el sol, no son grasas, sino agua y electrolitos que perdemos por el sudor.
Por eso, no debemos confundir las cosas, estar bajo el sol y someter al cuerpo a un constante esfuerzo por equilibrar la temperatura corporal, puede significar un gasto calórico leve, pero ésto no contribuye a quemar grasas, sino que elimina agua mediante el sudor.
Ejercitarse bajo los rayos del sol, sí eleva el gasto calórico significativamente, por que no sólo el cuerpo tiene que equilibrar la temperatura corporal a causa del calor que produce el esfuerzo, sino también, a causa de sol que calienta fuerte.
Entonces, no confundamos las cosas y tengamos mucho cuidado, ya que ejercitarse con calor o tomar el sol creyendo que quemamos grasas y muchas calorías, puede implicar un grave riesgo de deshidratación para nosotros.
Fuente: vitonica.com
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