Para perder peso de forma eficaz y saludable, debes seguir los principios de la nutrición sana, pero también escuchar a tu propio cuerpo y liberarte de la exigencia de las dietas bajas en calorías y la idea de que necesitas privarte de lo que te gusta.
Christophe Giacon en su libro "Adelgazar durmiendo", que ha causado furor entre las reinas de las pasarelas, propone la estrategia de comer para quemar grasas. Su plan antigrasa no es una dieta, sino un programa para comer sana y equilibradamente, bajando y manteniendo tu peso ideal.
Saboteadores de las dietas
Giacon recomienda vencer a los dos principales factores que estropean tu dieta:
• Privarte de algunos alimentos, lo cual dificulta tu dieta por el malestar que te causa y te lleva a atiborrarte de comida después de abstenerte.
• Controlar las calorías que consumes con calculadora y balanza, lo cual te lleva a abandonar la dieta por complicada.
Más vale calidad que cantidad
Al privarte de comida, sufres de debilidad, mal humor y ataques de hambre. Tras unos días de llevar una dieta baja en calorías, no aguantas más, cedes a la tentación y empiezas a devorar puñados de calorías. Pero no existe un adelgazamiento duradero si no tienes buena salud o te faltan energías.
• Pregúntate si tu alimentación está siendo suficiente para tu gasto de energía.
• Céntrate más en la calidad de tu alimentación que en la cantidad y le darás a tu organismo toda la energía que necesita, adelgazando naturalmente, sin esfuerzo y ganando vitalidad.
Busca las calorías buenas
Tu cuerpo consume calorías para funcionar, entonces ¿por qué privarte de una energía esencial para tu salud?
• Toma en cuenta que no todos los alimentos contienen el mismo número de calorías: las proteínas se almacenan poco, los carbohidratos regular, y las grasas y azúcares casi por completo.
• Las grasas (excepto el aceite de oliva) son altas en calorías "malas" y se almacenan casi por completo en tu cuerpo. Sin embargo las proteínas (excepto las carnes rojas) contienen menos calorías que además son "buenas" y te permiten adelgazar comiendo, porque gastas mayor energía en digerirlas.
Haz las tres comidas diarias
Para tener la energía que necesitas, no debes saltarte ninguna comida principal ni tus dos colaciones diarias.
• Para arrancar y aguantar durante la mañana, desayuna bien, por ejemplo, una fruta, un huevo cocido, una rebanada de pan integral con un poco de mantequilla y té o café sin azúcar. O bien un plato de cereal con leche light, una fruta y un té o café sin azúcar.
• A medio día come de forma consistente, por ejemplo, pollo, pasta con yogurt light y zanahoria rayada. O bien pescado con queso panela, papa al horno con un poco de aceite de oliva y ensalada de betabel.
• Toma una cena ligera, ya que tu organismo funciona a medias durante la noche, por ejemplo, sopa de verduras, un huevo cocido, ensalada de lechuga y una fruta. O bien caldo de pollo, ensalada de jitomate con queso panela, aceite de oliva y orégano y una fruta.
Corrige tus errores alimenticios
Para digerir bien los alimentos, necesitas eliminar los factores que no te permiten digerir óptimamente.
• Come tranquila y relajada, evita la televisión, la radio, la lectura o las conversaciones negativas.
• Permanece al menos 30 minutos comiendo sentada a la mesa, mastica cada bocado al menos 15 segundos y concéntrate en su sabor.
• Respeta la digestión evitando toda agitación después de comer y vuelve poco a poco a tus actividades
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