Repartir los alimentos durante el día en tres comidas principales y dos o tres ligeras te quita el hambre y beneficia tu salud.
Repartir la alimentación a lo largo del día, haciendo tres comidas principales y dos o tres colaciones ligeras, con alimentos que te quiten el hambre, que incluyan vegetales y sean bajos en grasa, es mucho mejor que comer sólo tres veces al día.
Los beneficios
Comer cada tres o cuatro horas es uno de los cambios de estilo de vida más fáciles de hacer y que le dan más beneficios a tu salud.
Muchos estudios han descubierto que esta forma de alimentarse le aporta muchos beneficios a tu corazón, estómago, cerebro, nivel de glucosa en la sangre, peso corporal y energía.
• Corazón: Cuando comemos, el corazón aumenta su esfuerzo para aportarle al estómago e intestinos una cantidad extra de sangre necesaria para la digestión.
Las comidas muy pesadas someten al corazón a un gran esfuerzo adicional.
• Colesterol: Las personas que comen cinco o seis veces al día tienen niveles de colesterol más bajos y menor riesgo de padecer un ataque cardíaco, comparados con quienes hacen tres grandes comidas.
• Glucosa: Las comidas abundantes fuerzan al páncreas a segregar una mayor cantidad de insulina, lo que puede ocasionar la obstrucción de las arterias.
• Digestión: Cuanto mayor es la comida, el esfuerzo digestivo aumenta la probabilidad de que una parte del alimento se regrese al esófago, causando indigestión, reflujo, agruras o acidez.
¡Es fácil!
Si no es tu costumbre hacer cinco o seis comidas pequeñas, aprender este nuevo hábito te será más sencillo de lo que parece si sigues estos consejos de los expertos:
1. Divide todo en dos.
Separa cada una de tus tres comidas fuertes en dos partes.
En el desayuno toma cereal con leche y fruta, y reserva un pan integral y jugo para la colación de media mañana.
En la comida come pollo con ensalada y guarda una papa al horno para media tarde.
En la cena toma sopa de verduras con una rebanada de pan integral y reserva una manzana picada con yogurt light por si te da hambre antes de dormir.
2. Reduce las calorías.
Evita comidas pequeñas y llenas de calorías como los pastelillos.
Busca alimentos bajos en grasa y azúcar y con mayor contenido de fibra como frutas, verduras y pan integral.
3. Controla las raciones.
Pon especial cuidado en el tamaño de las porciones, excepto en las verduras.
Es fácil descuidarte y tomar colaciones en exceso, consumiendo más calorías en las comidas pequeñas que en las fuertes.
4. Llévalas al trabajo.
Ten algunas colaciones saludables en el refri de la oficina y caliéntalas en el microondas, como sopa de lentejas, arroz al vapor, avena, palomitas de maíz sin grasa.
O cosas frías como frutos secos, panecillos de avena, yogurt light o jugo de tomate.
5. Lleva comida en tus viajes.
No uses de excusa los viajes para abandonar tus cinco comidas.
Puedes llevar los tentempiés en el coche, en tu bolso o en tu maleta del avión.
Son fácilmente transportables las bolsas de pasas, minienvases de cereales, latas de jugo o galletas integrales.
6. Come poco pero sano.
Las comidas repartidas te ayudarán a consumir más alimentos sanos como frutas y verduras.
Algunas opciones son: brócoli, caldo de tomate con trocitos de tortilla, uvas, plátano, zanahorias con chile y limón.
7. Prepara opciones rápidas.
Elaborar comidas repartidas y ricas no te quita mucho tiempo, como cereal con leche light, sopas instantáneas, yogurt light con fruta o cereal, cubitos de queso panela.
8. Evita la tentación.
En los restaurantes pide una entrada en vez de plato fuerte.
O come sólo la mitad del platillo y llévate el resto a casa.
9. Come en familia.
En lugar de la clásica cena familiar, prepárales una rica colación y después compartan un postre de frutas, bajo en grasa y azúcar.
(fuente/esmas.com)
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