La última arma en la batalla contra la obesidad puede estar en tu cocina.
El vinagre casero, usado para hacer aderezos con aceite de oliva o pepinillos, aparece para activar a los genes que ayudan a combatir la grasa, de acuerdo con unos investigadores japoneses.
El vinagre siempre ha sido catalogado como tratamiento casero para curar caseros muchas enfermedades. La evidencia médica moderna poco a poco a ido dándole credibilidad a algunos de estos remedios.
En años recientes, la investigación sugiere que el principal químico del vinagre, llamado ácido acético, puede ayudar a controlar la presión en la sangre así como el azúcar.
Los resultados recientes sugieren que el vinagre puede ayudar a la persona a perder peso o combatir la obesidad.
Tomoo Kondo y sus colegas le proporcionaron ácido acético o agua a los ratones vía el tubo digestivo. Todos fueron previstos de una dieta alta en grasa que comieron de una forma normal.
Los investigadores encontraron que los ratones desarrollaron menos grasa en el cuerpo (hasta el 10 por ciento) que los roedores que no recibieron ningún componente de vinagre. La cantidad de comida que comieron los ratones no fue un factor determinante.
Se cree que el ácido acético activa los genes que producen proteínas que ayudan al cuerpo a combatir las grasas. Tal acción previene que se acumule la grasa en el cuerpo y combata el aumento de peso.
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