NUEVA YORK (Reuters Health) - Los hombres que engordan bastante después de los 20 años tienen más riesgo de desarrollar cáncer de próstata que los que mantienen un peso cercano al de la juventud, aunque un nuevo estudio indica que los efectos varías según la etnia.
Los autores hallaron que entre casi 84.000 adultos estadounidenses de mediana edad y mayores, a los que se controló durante una década, los blancos y los afroamericanos que habían aumentado de peso desde los 21 tenían más riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
A diferencia de los hombres blancos que engordaron menos de 4,5 kilos, los que aumentaron más tenían el doble de riesgo de que se les diagnosticara cáncer prostático avanzado o agresivo.
Entre los hombres negros, los riesgos comenzaron a crecer a partir de los 11 kilos de más, aunque esa relación se observe sólo con los tumores de próstata en estadios tempranos y menos agresivos, pero no con el cáncer avanzado.
En cambio, en los hombres con ascendencia japonesa, el cáncer de próstata disminuyó con el aumento del peso corporal.
Esas diferencias tendrían algo que ver con las discrepancias étnicas en la forma en la que las personas tienden a engordar a medida que envejecen, escribió en Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention el equipo de la doctora Brenda Y. Hernandez, de la University of Hawaii, en Honolulu.
Independientemente de eso, dijeron los científicos, los resultados no modifican la recomendación general de que las personas mantengan un peso normal durante toda su vida.
"Esos resultados no garantizan un cambio en los mensajes de salud pública sobre la obesidad", dijo por escrito la doctora Elizabeth A. Platz, otra autora del estudio y profesora asociada de epidemiología de la Johns Hopkins University, en Baltimore.
"A los hombres con peso normal en todos los grupos étnicos se les debería pedir que no engorden y a los hombres con sobrepeso y obesidad se les debería pedir que adelgacen para tener buena salud general", indicó Platz.
El estudio incluyó a 83.879 hombres, de entre 45 y 75 años, que vivían en California o Hawái. En 10 años se les diagnosticó cáncer de próstata a 5.554.
Hubo sólo evidencia débil de que los hombres que más pesaban al inicio del estudio tenían más riesgo de desarrollar la enfermedad que los participantes más delgados. El aumento de peso desde la juventud, por otro lado, probó la existencia de una relación sólida, por lo menos en hombres blancos y negros.
Los resultados, según los autores, serían los primeros en hallar diferencias étnicas en la relación entre el tamaño del cuerpo y el cáncer de próstata.
Es posible, argumentó el equipo, que las diferencias en la distribución de la grasa corporal expliquen los resultados. Los hombres blancos, por ejemplo, tenían más grasa visceral (alrededor de los órganos abdominales) que los afroamericanos, aún después de tener en cuenta la grasa corporal total.
En teoría, la grasa corporal excesiva eleva el riesgo prostático al alterar los niveles de varias hormonas, incluidas la testosterona y la insulina, o por otros efectos metabólicos. La grasa visceral, a diferencia de la grasa en otras partes del cuerpo, tiende a provocar esos cambios fisiológicos.
Los autores concluyeron que es necesario conocer cómo y por qué el aumento de peso tendría distintos efectos en los hombres de diversas etnias.
FUENTE: Cancer Epidemiology, Biomarkers and Prevention, septiembre del 2009
No hay comentarios:
Publicar un comentario