En medio de las miles de dietas que circulan en internet para perder kilos, el libro "Cómo adelgazar haciendo el amor" enseña cuántas calorías se gastan en una sesión sexual
¿Sabías que un orgasmo fingido gasta muchas más calorías que uno real? Mientras con el segundo sólo perdemos 27 calorías, el primero nos puede quitar 160 calorías de encima.
Esa es una de las conclusiones a las que llegó el escritor norteamericano Richard Smith, que se ha dedicado a estudiar el tema del sexo y el adelgazamiento.
Su audaz propuesta amenaza con desbancar a las típicas dietas basadas en la ingesta de calorías, por una que no se fija tanto en lo que comes, sino en cómo lo gastas.
“Cómo adelgazar haciendo el amor” es el título del libro donde Smith se da el trabajo de calcular cada caloría que se pierde en los juegos sexuales que describe.
Con sentido del humor, el escritor se adentra en el análisis calórico del acto sexual desde los “juegos previos” hasta el “después de”, pasando por toda una amplia gama intermedia que trata temas como: “hacer el amor en posturas inverosímiles, hacer el amor moviéndose, hacer el amor disfrazándose”, que corresponden a los nombres de algunos capítulos del libro.
Podemos comenzar con un tierno beso que nos dejará libres de 60 calorías en un dos por tres, para seguir desvistiendo a la pareja y de paso haciéndonos gastar unas 120 calorías.
Según el autor las caricias nos consumen otras 20, mientras que una relación sexual de unos 20 minutos de duración nos liberará de unas 150 calorías.
Ahora, hay actos más osados, pero que reportan una mayor pérdida de calorías. Por ejemplo, si a tu pareja le sacas la ropa contra su voluntad, Smith estima que se queman unas 187 calorías.
El procedimiento no es mágico. “Los movimientos pélvicos, el incremento de los latidos del corazón, la dilatación de los vasos sanguíneos de los genitales y el orgasmo gastan energía similar a cualquier otro ejercicio físico”, explica Smith.
La rutina de “ejercicios” dependerá de cuántas calorías quieras perder, pues los efectos varían según la duración de la relación sexual y el desempeño, o sea, las posiciones, los movimientos y la intensidad con que los realices.
Además, el método tiene otros beneficios. “El sexo levanta el ánimo y aleja de los vicios de la comida”, dice el autor norteamericano, gracias a las endorfinas que libera el organismo.
¿Cómo? Tener una buena sesión de sexo con tu pareja puede reemplazar las ansias por asaltar el refrigerador y comértelo todo, evitando subir de peso.
La única indicación es hacerlo por placer y disfrutarlo al máximo. "Hay que tener cuidado porque podemos lograr un efecto contrario al buscado.
En muchos casos, cuando el sexo es insatisfactorio, la persona, para compensar la carencia puede llegar a tener un mecanismo compulsivo de saciedad que puede ser el comer", enfatiza el autor.
(fuente/terra.com)
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