Un nuevo informe de la Comisión Federal de Comercio (Federal Trade Commission, FTC) de USA descubrió que muchos de los anuncios publicitarios de productos y programas para bajar de peso necesitan tonificar sus mensajes.
A través del análisis de 300 anuncios emitidos y publicados se encontró que muchos de ellos hicieron afirmaciones prometiendo más de lo que probablemente los productos y programas podían cumplir. A menudo, los anuncios proclamaban resultados "milagrosos" - una rápida y fácil pérdida de peso - mientras que ignoraban y contradecían los dogmas básicos de la pérdida y el mantenimiento de peso exitosos - reducción en la ingestión de calorías y ejercicio físico. Muchos anuncios no contaron con la evidencia científica que respaldaran las afirmaciones que hacían sobre su rendimiento, en cambio utilizaron testimonios equívocos de consumidores, endosos de expertos y también otras técnicas engañosas para apoyar la credibilidad de sus productos.
Asimismo, el informe descubrió que el uso de afirmaciones exageradas sobre los productos y programas para adelgazar está incrementando.
"Este informe confirma que los consumidores necesitan realmente leer estos anuncios con una gran dosis de escepticismo" dijo Richard Cleland, Director Adjunto de la División de Prácticas Publicitarias de la FTC (Assistant Director, Advertising Practices) y autor principal del informe. Richard Cleland agregó: "Las afirmaciones publicitarias falsas y equívocas de productos y programas para adelgazar están ampliamente extendidas
Entre los 300 anuncios del año 2001, los investigadores encontraron que el 55 por ciento de ellos hicieron una afirmación falsa o sin fundamento. Las afirmaciones promocionales generalmente prometieron:
Una rápida pérdida de peso. Afirmaciones del tipo "¡Usted puede perder 18 libras en una semana! " y "Usted solamente tiene que hacerlo durante 2 DÍAS PARA VER LOS RESULTADOS" fueron las más comúnmente encontradas; apareciendo en el 56 por ciento de los anuncios. Las afirmaciones sobre la pérdida de peso rápida fueron también aludidas en los nombres de los productos, tales como "Redu-Quick" y "Slim Down Fast." En realidad la pérdida de peso sustancial en un corto período de tiempo es altamente improbable y potencialmente dañina. Los expertos en el tema generalmente recomiendan una pérdida de peso máxima de entre 1 y 2 libras por semana.
Sin restricciones de dieta o de ejercicio físico. Las afirmaciones del tipo " Pierda entre 8 y 10 libras por semana... sin dieta, ni ejercicios extenuantes" y "Coma todo lo que desee - cuanto más coma, más peso perderá" aparecieron en el 44 por ciento de los anuncios. Aunque sin duda resultan tentadoras, estas afirmaciones contradicen la evidencia científica que enfatiza la actividad física y una moderada ingestión de calorías para una pérdida de peso a largo plazo.
Pérdida de peso permanente. Las afirmaciones del tipo "Descubra el secreto del adelgazamiento permanente" y "Baje de peso y permanezca delgado" aparecieron en el 23 por ciento de los anuncios, aparentemente dirigiéndose a aquellos consumidores que perdieron peso pero que luego lo recuperaron. El adelgazamiento de largo plazo es difícil de alcanzar, y existe muy poca evidencia que demuestre que esos suplementos dietarios tan populares, resulten más exitosos que un cambio en el estilo de vida para alcanzarlo. Según la experiencia de la FTC, son muy pocos los comerciantes que tienen estudios científicos que respalden sus afirmaciones promocionales sobre la pérdida de peso de largo plazo.
Adelgace a pesar de los fracasos anteriores. Reconociendo aparentemente la baja tasa de logros en la pérdida de peso, aproximadamente el 33 por ciento de los anuncios intentaron atraer a las personas a dieta y frustradas con declaraciones tales como "¿Está cansado de las dietas de moda que parecen no dar nunca resultado?" y "Usted desea bajar de peso, y lo logró anteriormente; pero después de un tiempo volvió al punto de partida." Entonces, el producto o programa publicitado era pregonado como aquel que finalmente funcionaría.
Productos probados científicamente o endosado por médicos. Casi el 40 por ciento de los anuncios afirmaron que los productos promocionados fueron "probados clínica o científicamente." Muchos declararon que sus productos fueron probados en centros médicos o universidades "respetados," "principales" o "de primera línea." Sin embargo, la mayoría de los anuncios no proporcionaron detalles - tales como los lugares en los que se llevaron a cabo los estudios de referencia y por quien o donde fueron publicados - para ayudar a los consumidores a evaluar la validez de las afirmaciones. Además, casi un cuarto de los anuncios declaró que el producto estaba "recomendado," "aprobado" o "descubierto" por un profesional de la salud - estos endosos fueron equívocos ya sea porque los anuncios posiblemente no revelaron que el profesional médico tenía un interés financiero sobre el producto, porque el profesional pudo no haber examinado la evidencia científica o porque el profesional de la salud pudo no haber utilizado estándares de revisión aceptables para examinar el producto. Los "profesionales" también pueden ser ficticios.
Reintegros garantizados de dinero. Cerca del 50 por ciento de los anuncios prometieron devolver el dinero, en un intento aparente de vencer la resistencia de los consumidores a comprar nuevos productos y programas. Algunos anuncios ofrecieron garantías de reintegros específicos, tales como "Usted perderá 35 libras en tres semanas. ¡Sí! ¡Garantizado!" y "Usted baja de peso o no le cuesta ni un centavo." Si bien los reintegros de dinero garantizados pueden - cuando se cumplen - beneficiar a los consumidores, no hay ninguna razón para que los consumidores tengan más confianza en estos anuncios que cuando se afirma que el producto funcionará realmente. La FTC ha demandado con frecuencia a compañías que "garantizaron" devolver el dinero a los consumidores pero que no lo hicieron.
Seguridad. Aproximadamente el 43 por ciento de los anuncios analizados hicieron afirmaciones relacionadas con la seguridad, tales como "Probado 100% seguro," "seguro e inmediata pérdida de peso" y "el sistema más seguro del mundo para controlar el peso." El término "natural" acompañó a las tres cuartas partes de estas afirmaciones, tal vez confiando en una percepción de que los productos "naturales" son más seguros que las medicinas prescriptas o de venta libre en farmacia. Muchos de los anuncios también daban a entender el uso seguro del producto por medio de afirmaciones del tipo "no es una droga de prescripción médica para adelgazar" y "nada de píldoras o pastillas peligrosas para tomar." A pesar de las garantías de seguridad, el Sr. Cleland de la FTC dice que existe muy poca evidencia sobre la seguridad de los productos, particularmente con aquellos de utilización por largo plazo. Muchos anuncios ponen en desventaja a los consumidores sin siquiera revelar los ingredientes activos que incluyen los productos vendidos.
Testimonios "Antes y Después"
Las afirmaciones sin respaldo aparecen con frecuencia en los testimonios de consumidores - es decir experiencias personales de éxito obtenido con el producto o programa. Uno de los testimonios decía: "¡Hace 7 semanas pesaba 268 libras, ahora bajé a 148 libras! ... y no cambié mis hábitos de alimentación..."
En el 39 por ciento de los anuncios estudiados aparecieron fotos "antes y después." En la fotografía tomada "antes," la persona aparecía generalmente en una pose poco favorecedora, una expresión facial neutra, con el cabello desarreglado, con una vestimenta pasada de moda y a cara lavada. La foto tomada "después," estaba mejor iluminada, con una calidad comparable a la de un estudio de fotografía profesional. En este caso la persona estaba sonriente, vestida a la moda o con poca ropa, cuidadosamente maquillada, peinada profesionalmente y en una posición erguida y escondiendo el abdomen.
Dijo el Sr. Cleland de la FTC: "Al menos el 10 por ciento de los testimonios afirmaron una cantidad de libras de peso perdido extremamente improbable - cuando no imposible. El resto de los anuncios probablemente proporcionaron resultados que se presentaron solamente en un bajo porcentaje de usuarios."
Agregó Cleland: "No hay nada malo en el hecho de valerse de los testimonios para hacer anuncios, siempre y cuando los mismos sean verdaderos y no induzcan a error. Pero en nuestra experiencia, los testimonios generalmente proveen muy poca información confiable respecto de lo que los consumidores pueden esperar al utilizar el producto."
¿Qué hacer en realidad?
Si usted desea bajar los kilos que le sobran, no se deje confundir por toda la charlatanería. Ya sea en la radio, la televisión o las revistas, nos asaltan constantemente los mensajes como los que aquí se muestran . Es casi imposible saber quién, si es que existe alguien, está diciendo la verdad.
Con el fin de colocarlo a usted en el camino hacia una peso saludable, presentaremos algunos hechos acerca de las preocupaciones comunes por bajar de peso. Su médico o una dietista podrán responder a otras preguntas que usted tenga. Pero antes de modificar su dieta o programa de ejercicio, consulte a su médico para ver si se trata de una alternativa más saludable para usted.
¿Cómo puedo alcanzar mi peso ideal?
En vez de buscar un peso "ideal", trate de lograr un peso más saludable. Es posible que lo que se considera un peso ideal para alguien de su misma estatura no tome en cuenta algunos aspectos muy importantes, como su complexión (el hecho de sí sus huesos son de tamaño pequeño o grande), el tipo de su cuerpo o si usted padece una enfermedad relacionada con la obesidad.
Además, el llamado peso ideal no tiene en cuenta en dónde está distribuido el exceso de peso. Las personas con "cuerpo de manzana" (con el exceso de grasa localizado alrededor del abdomen) corren un riesgo más alto de padecer enfermedades del corazón, trombosis o embolias, hipertensión arterial (presión alta) y diabetes (azúcar en la sangre) que las personas con cuerpo de "pera", en las cuales la grasa se localiza alrededor de las asentaderas y muslo
El hecho de si usted padece una enfermedad relacionada con la obesidad determina también cuánto debe usted pesar. Si padece hipertensión arterial, hipercolesterolemia (colesterol alto), diabetes tipo II, artritis y si ronca con interrupciones en la respiración o si alguien en su familia a muerto a una edad temprana por causa de enfermedades del corazón, usted deberá esforzarse más para controlar su peso que alguien sin una o más de estas afecciones.
Después de considerar todos estos factores, establezca expectativas más realistas para su reducción de peso. Buenas noticias: Incluso las reducciones moderadas (5 — 10% de su peso actual) proporcionan ventajas reales para su salud con respecto a la presión arterial, las concentraciones de colesterol y otros factores de riesgo para padecer enfermedades.
A la larga, las dietas rigurosas no funcionan. Las dietas demasiado estrictas son como un castigo diario para la mayoría de las personas. Simplemente, usted no puede apegarse a una dieta que le hace sentir hambre durante todo el día. Además, bajar de peso demasiado rápido puede ocasionar que se pierda músculo además de grasa.
La obesidad es una enfermedad de larga evolución que obliga a cuidar de por vida los hábitos de alimentación, de ejercicio y otras costumbres. Después de hacerlo, es natural que usted bajará de peso o, por lo menos, lo mantendrá estable. Cualquier cambio duradero debe ocurrir a pasos pequeños. Los métodos para bajar rápido de peso suelen ir seguidos de una recuperación rápida del peso debido a que no se modifican los hábitos de alimentación ni de ejercicio.
Un hábito saludable es el de desayunar, comer y cenar todos los días. Trate de comer por lo menos 25% del total de calorías diarias en cada comida. Esto le ayudará a tener buen apetito antes de cada comida, lo que no suele ocurrir cuando usted omite algunas comidas y come demasiado en otras.
Como muchos alimentos bajos en grasas. ¿Por qué no bajo de peso?
Los alimentos bajos en grasas no necesariamente contienen menos calorías que otros alimentos. De hecho, estos productos a menudo contienen más calorías que los similares a ellos que son ricos en grasas debido a que contienen más azúcar y otros saborizantes, Cerciórese de revisar la lista de calorías que se encuentra en la etiqueta de los alimentos bajos en grasas.
Un método mejor para reducir tanto el consumo de grasas como el de calorías es sustituir los alimentos ricos en grasas por carbohidratos complejos. Los carbohidratos complejos, como frutas, verduras, pan integral y cereales contienen poca grasa o nada. Además, estos alimentos contienen otros nutrimentos saludables (fibra, por ejemplo) que nuestro organismo necesita cuando tratamos de bajar de peso.
No me gusta el ejercicio. ¿Puedo bajar de peso sin el?
En teoría, sí, siempre y cuando consuma menos calorías de las que normalmente consume y siga manteniendo el mismo nivel de actividad. Pero considere lo siguiente: El hecho de comer sólo 100-300 calorías más al día puede provocar un aumento de peso de varios kilos en un año si la persona no practica ejercicio regularmente. Sólo bajará de peso cuando queme más calorías de las que consume todos los días. Cuando baje de peso, será más fácil permanecer delgado si sigue un programa de ejercicios.
Nunca se es demasiado viejo ni demasiado limitado físicamente para obtener ventajas de algún tipo de ejercicio. Caminar, bailar, nadar, incluso el "quehacer doméstico aeróbico" son buenas maneras de aumentar su nivel de actividad. Y aun cuando baje de peso, estará más sano si practica ejercicio regularmente.
Es deprimente fracasar varias veces al tratar de bajar de peso.
En primer lugar, usted no es el único. Cerca de una de cada tres personas presentan sobrepeso, pero sólo una de cada 20 logra mantener la reducción de peso durante cinco años por lo menos .
Si usted y su médico están de acuerdo en que lo mejor sería bajar de peso, trate de evitar el "juego de los números": contar todos los kilos y las calorías. En vez de ello, concéntrese en las mejoras en sus hábitos de alimentación y de ejercicio, así como en los factores de riesgo de padecer enfermedades, como colesterol alto y presión arterial alta.
Trate de lograr y de conservar una reducción de peso pequeña (unos 2.5 — 5.0 kg) antes de bajar más. Un objetivo realista a largo plazo sería bajar 10% de su peso. corporal actual.
Para otras personas, un buen principio sería mantener su peso actual, especialmente para aquéllas que tienen el antecedente de subir gradualmente — pero constantemente — de peso. Este es un buen objetivo, especialmente para las personas que padecen diabetes, artritis u otros padecimientos que empeorarían con el aumento de peso.
Su médico o una dietista titulada le ayudarán a hacer frente a los sentimientos de fracaso que usted pudiera experimentar durante sus intentos por bajar de peso. Además, obtendrá ventajas ingresando a algunos de los grupos de apoyo para las personas obesas.
¿No hay medicinas que me ayuden a bajar de peso?
Existen numerosas medicinas para tratar la obesidad, y pronto habrá más. Sin embargo, muchos médicos sólo se las prescriben a las personas muy obesas o a quienes padecen enfermedades serias relacionadas con la obesidad. Se necesita más información acerca de estos medicamentos antes de utilizarlos más ampliamente. Cualquier medicina para bajar de peso es sólo una parte de la solución. La dieta y el ejercicio adecuados siguen siendo muy importantes para cualquier programa eficaz de reducción de peso.
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