Hacer ejercicio después de ingerir una porción pequeña puede reducir la sensación de hambre y potencialmente ayudar a perder peso en función de la respuesta hormonal, según Katarina Borer, Profesora de la Escuela de Kinesiología de la Universidad de Michigan en Ann Arbor y la investigadora principal del estudio.
Cuando las porciones eran pequeñas, las personas se sintieron más hambrientas que cuando las porciones eran grandes. Sin embargo, en la próxima comida, los índices de hambre eran igualmente altos para ambas categorías. Hacer ejercicios hace sentir menos hambre, y no le hará sentir más hambre o comer más en la próxima comida, señala esta especialista.
"El estómago o los intestinos saben cuando usted está lleno, y esto tiene que ver con el volumen y la energía contenidos en la comida", dijo Borer. "Nuestro cuerpo registra la cantidad de comida que va en la boca y al estómago. Nuestro estómago es el tipo listo que sabe qué ocurre y le avisa al cerebro".
La investigadora redujo las calorías mediante la dieta, y también hizo que los sujetos quemaran calorías mediante el ejercicio. El estudio mostró que el déficit calórico en forma de comidas pequeñas causa el hambre, pero lo contrario también es cierto dado que gastamos calorías mediante el ejercicio después de una comida abundante. Pero cuando Borer reemplazó esas calorías y nutrientes por vía intravenosa los sujetos siguieron sin sentirse saciados después de una comida pequeña o del ejercicio, lo cual sugiere, una vez más, que el volumen de comida que pasa realmente por la boca y el sistema digestivo es lo que causa el hambre y la saciedad.
Los resultados de Borer niegan la postura aceptada ampliamente que la hormona leptina actúa como una señal de saciedad al controlar el apetito y que la hormona ghrelina señala hambre, explica .
La opinión científica actual es que las hormonas y otros censores en el cuerpo de alguna forma registran nuestro déficit o superávit de energía y calorías, y luego la grelina señala a nuestros cuerpos que necesitamos comer durante un déficit de energía y la leptina avisa que debemos parar de comer en respuesta a la saciedad calórica. Las hormonas grelina y leptina sí registraron la disponibilidad de energía (déficit debido a porciones pequeñas y ejercicio, y exceso debido a porciones grandes y nutrientes administrados por vía intravenosa) pero no afectaron el apetito, según Borer.
Las conclusiones a las que llegó Borer ciertamente no significan que uno pueda comer una porción pequeña de comidas ricas en calorías, como una pizza, mientras hace dieta. Lo que ocurrirá es que se sentirá hambriento más pronto que si hubiese ingerido grandes cantidades de comidas sanas y bajas en energía. El beneficio agregado de las comidas ricas en nutrientes pero con bajo contenido de calorías es una posible pérdida de peso y una salud general buena, dijo la investigadora. La abundancia de vegetales y las carnes magras son opciones más prudentes que la pizza, dijo, aunque volúmenes iguales de ambos nos hacen sentir igualmente satisfechos.
"Usted necesita satisfacer a su estómago sin agregar una gran cantidad de calorías", indicó.
¿Quieres Bajar de Peso? Aqui estan los mejores consejos, dietas y ejercicios para ayudarte a lograrlo.
viernes, 31 de julio de 2009
¡Cuenta las calorías!
Balancear los alimentos te ayudará a bajar de peso; sin embargo, podrías también comenzar a contar las calorías que ingieres para no excederte en tu ingesta energética diaria.
Encontrar el equilibrio adecuado entre la energía que se consume y la que se gasta es importante.
Así que no te pierdas el videochat con la nutrióloga María del Carmen Haro Ramos, el próximo miércoles 29 de julio de 5 a 6 de la tarde, y aprende a conocer el tamaño de las porciones te ayudará a controlar las calorías que consumes y por lo tanto tu peso.
María del Carmen Haro Ramos
Nutrióloga egresada de la Universidad Iberoamericana con un Diplomado en Mercadotecnia por el ITESM (Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey). Tiene 15 años de experiencia profesional que ha desarrollado dentro de la industria alimentaria, trabajando para empresas líderes en el ramo de alimentos.
Una de sus áreas de interés y que considera indispensable para promover un estilo de vida saludable es la información y orientación alimentaria Actualmente trabaja en el Instituto de Nutrición y Salud de Kellogg's apoyando en la difusión continua de hábitos alimenticios saludables.
Encontrar el equilibrio adecuado entre la energía que se consume y la que se gasta es importante.
Así que no te pierdas el videochat con la nutrióloga María del Carmen Haro Ramos, el próximo miércoles 29 de julio de 5 a 6 de la tarde, y aprende a conocer el tamaño de las porciones te ayudará a controlar las calorías que consumes y por lo tanto tu peso.
María del Carmen Haro Ramos
Nutrióloga egresada de la Universidad Iberoamericana con un Diplomado en Mercadotecnia por el ITESM (Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey). Tiene 15 años de experiencia profesional que ha desarrollado dentro de la industria alimentaria, trabajando para empresas líderes en el ramo de alimentos.
Una de sus áreas de interés y que considera indispensable para promover un estilo de vida saludable es la información y orientación alimentaria Actualmente trabaja en el Instituto de Nutrición y Salud de Kellogg's apoyando en la difusión continua de hábitos alimenticios saludables.
Desde el trabajo usted puede quemar calorías
Es posible que más de una vez usted haya postergado esa visita al gimnasio o la caminata en horas de la mañana antes de ir al trabajo.
Justificaciones aparecerán por montones, como “no me queda tiempo para hacer ejercicio”, “he tenido una semana extenuante”, “he preferido recuperar las horas de sueño atrasado”.
Cuando acaba la semana, el mes, el trimestre del año, usted se da cuenta que no tuvo espacio para el ejercicio y que la grasa empezó a acumularse donde menos debía.
El único ejercicio que hace es ir de la casa al trabajo, pero en carro o en bus. Por eso, no le dé cabida al sedentarismo. Si en realidad su único espacio del día es el escritorio, seguramente necesitará levantarse de ese lugar y tratar de hacer en la misma oficina una serie de actividades de la vida diaria que le ayudarán a quemar calorías.
Deje por un momento la comodidad del ascensor, el parqueo de su vehículo frente a la oficina y deslizar la silla para ir en busca de la impresión. Levántese de su puesto, camine y ejercite sus piernas. Vanguardia Liberal le cuenta cómo hacerlo.
LA VOZ DEL EXPERTO
Gustavo Enrique Gómez / Médico deportólogo
“La primera consecuencia del sedentarismo es el sobrepeso. Los músculos y las articulaciones de los miembros se afectan. El cuerpo es como una máquina, si te cargas más de lo debido, se atrofia y llega el momento en que no funciona. El organismo está diseñado para que se tenga un peso base de acuerdo a la estatura.
El sedentarismo genera también el desacondicionamiento físico que trae problemas cardiovasculares. Para quemar calorías desde el trabajo, lo aconsejable es seguir las recomendaciones de la Administradora de Riesgos Profesionales, ARP, hacer ejercicio cada media hora. Una persona que está sentada todo el día frente al computador no rinde lo mismo”.
Novedades
La tecnología siempre estará presente en la vida de todo ejecutivo, por eso, ya se trabaja en la creación de una caminadora para que usted se ejercite y a la vez pueda revisar su correo electrónico. Podrá quemar 100 calorías durante una hora por un precio que se aproxima a los 1.500 dólares.
preguntas y respuestas
Kelly Cadena / Cultor físico
¿Qué secuelas va dejando el sedentarismo?
“Las personas tienen la mala costumbre de esperar a que pasen los años sin hacer ejercicio, y sólo se dan cuenta que el ejercicio es salud y no estética cuando se ve afectada la actividad física.
El sedentarismo se refleja en la calidad de vida que siempre va a ser menor. La falta de ejercicio llega con dolores lumbares, con problemas del corazón, porque el sedentario no ejercita este músculo. Las personas, en la oficina hacen uso del ascensor y no realizan ni el más mínimo ejercicio de cardio que es subir escaleras.
¿Qué recomendaciones pueden seguir las personas que por su horario de oficina no tienen espacio para el ejercicio diario?
Esas personas deben regalarse tiempo para hacer ejercicios de estiramiento, para levantarse del puesto, para caminar. Si tienen un espacio entre comidas, deben darle una vuelta a la oficina, ya que la gente cuando no ejercita el cuerpo, no permite que la mente funcione o rinda igual.
Muchas veces no se necesita de un gimnasio, sino de hacer cuclillas, estiramiento de piernas y de brazos.
Al levantarnos es importante hacer este tipo de ejercicios en el baño y después ir a la ducha, pero las personas se vuelven tan sedentarias que van hasta la tienda en carro, al supermercado, entre otros.
Son 2.500 las calorías basales que el organismo necesita para hacer sus actividades normales, del día a día, por eso, la acumulación de las mismas hace que la persona suba de peso.
Adiós al sedentarismo
Estos son unos consejos prácticos para quemar calorías mientras trabaja:
1. Así como camina con la misma velocidad, cuando va tarde para su trabajo, puede realizar el mismo ejercicio todos los días. Es una buena forma de quemar calorías. Por eso se recomienda parquear su vehículo no tan cerca de la oficina y ejercitar las piernas. Pero eso sí, que no le coja la noche. Resultado: Al final de la semana habrá quemado 100 calorías.
2. Prográmese como si se hubiera ido la luz o el ascensor estuviera en reparación. Subir y bajar las escaleras, tres veces al día, le ayudará a quemar como mínimo 60 calorías. De lunes a viernes serían 300. Tenga en cuenta que bajar las escaleras le representan, durante media hora, 210 calorías, y subirlas entre 300 y 500 calorías.
3. Sumará 200 calorías a la semana si usted prefiere estar de pie que en la silla de trabajo. Pero tampoco termine poniendo a su jefe con los pelos de punta porque siempre que intenta comunicarse a su extensión, suena la voz de la contestadora.
4. Si usted es asesor comercial seguramente caminará varias veces al día. Eso está bien, pues se recomienda caminar 10 minutos cada dos o tres horas. Así quemará a la semana 500 calorías.
5. De lunes a viernes, usted puede programar su regreso a casa con una caminata. Esto le ayudará no sólo a economizar parte del rubro de transporte, sino que le aportará a su figura. Por lo general se recomienda que esa caminata se dé finalizada la jornada laboral, para que usted regrese a casa con ganas de consumir energía y no tenga que enfrentarse a los fuertes rayos del sol. Sus músculos absorberán toda la energía de los alimentos que ingiera después de las 6 de la tarde y no se convertirán en esa molesta grasa. Al día serán 50 calorías menos.
6. Para aquellos que gozan de un excelente puesto, una oficina confortable y tienen el espacio para ubicar máquinas de ejercicios, pueden hacerlo después de su jornada laboral sin ningún problema.
7. El solo hecho de sentarse en la mesa de trabajo le representan 50 calorías.
Entre más lejos esté el trabajo, más calorías quema
Es posible que a usted la Física la haya dado por la cabeza en el colegio. Pero en el momento de quemar calorías, la velocidad y la distancia con la que usted camine de la casa al trabajo, le ayudarán a reducir.
Si camina sin prisa de 1,5 a 3 kilómetros por hora, quemará entre 60 a 75 calorías.
Si camina sin prisa cerca de 4.8 kilómetros por hora, quemará 150 calorías.
Si camina más rápido, 6 kilómetros por hora, quemará 180 calorías.
Caminar muy rápido, cerca de 7,5 kilómetros por hora, le permitirá quemar entre 200 y 240 calorías.
¿Cuánto ejercicio por una comida chatarra?
Hamburguesa con queso (379 calorías): Equivalente a caminar una hora y cuarto en bicicleta.
Un pedazo de pizza tamaño normal (263 calorías): Un partido de baloncesto.
Una lata de gaseosas azucaradas (139 calorías): Prográmese para una caminata rápida de 20 minutos.
LISTA
Si usted está pendiente de cuántas calorías gasta y qué ejercicio le permite quemar más, guíese por esta tabla:
1 Aeróbicos: 30 minutos, 178 calorías.
2 Bicicleta: 30 minutos, 150 calorías.
3 Correr: 30 minutos, 325 calorías.
4 Caminata rápida: 30 minutos, 180 calorías.
5 Baloncesto: 30 minutos, 260 calorías.
6 Natación: 30 minutos, 290 calorías.
7 Bailar: 30 minutos, 130 calorías.
8 Pescar: 30 minutos, 114 calorías.
Justificaciones aparecerán por montones, como “no me queda tiempo para hacer ejercicio”, “he tenido una semana extenuante”, “he preferido recuperar las horas de sueño atrasado”.
Cuando acaba la semana, el mes, el trimestre del año, usted se da cuenta que no tuvo espacio para el ejercicio y que la grasa empezó a acumularse donde menos debía.
El único ejercicio que hace es ir de la casa al trabajo, pero en carro o en bus. Por eso, no le dé cabida al sedentarismo. Si en realidad su único espacio del día es el escritorio, seguramente necesitará levantarse de ese lugar y tratar de hacer en la misma oficina una serie de actividades de la vida diaria que le ayudarán a quemar calorías.
Deje por un momento la comodidad del ascensor, el parqueo de su vehículo frente a la oficina y deslizar la silla para ir en busca de la impresión. Levántese de su puesto, camine y ejercite sus piernas. Vanguardia Liberal le cuenta cómo hacerlo.
LA VOZ DEL EXPERTO
Gustavo Enrique Gómez / Médico deportólogo
“La primera consecuencia del sedentarismo es el sobrepeso. Los músculos y las articulaciones de los miembros se afectan. El cuerpo es como una máquina, si te cargas más de lo debido, se atrofia y llega el momento en que no funciona. El organismo está diseñado para que se tenga un peso base de acuerdo a la estatura.
El sedentarismo genera también el desacondicionamiento físico que trae problemas cardiovasculares. Para quemar calorías desde el trabajo, lo aconsejable es seguir las recomendaciones de la Administradora de Riesgos Profesionales, ARP, hacer ejercicio cada media hora. Una persona que está sentada todo el día frente al computador no rinde lo mismo”.
Novedades
La tecnología siempre estará presente en la vida de todo ejecutivo, por eso, ya se trabaja en la creación de una caminadora para que usted se ejercite y a la vez pueda revisar su correo electrónico. Podrá quemar 100 calorías durante una hora por un precio que se aproxima a los 1.500 dólares.
preguntas y respuestas
Kelly Cadena / Cultor físico
¿Qué secuelas va dejando el sedentarismo?
“Las personas tienen la mala costumbre de esperar a que pasen los años sin hacer ejercicio, y sólo se dan cuenta que el ejercicio es salud y no estética cuando se ve afectada la actividad física.
El sedentarismo se refleja en la calidad de vida que siempre va a ser menor. La falta de ejercicio llega con dolores lumbares, con problemas del corazón, porque el sedentario no ejercita este músculo. Las personas, en la oficina hacen uso del ascensor y no realizan ni el más mínimo ejercicio de cardio que es subir escaleras.
¿Qué recomendaciones pueden seguir las personas que por su horario de oficina no tienen espacio para el ejercicio diario?
Esas personas deben regalarse tiempo para hacer ejercicios de estiramiento, para levantarse del puesto, para caminar. Si tienen un espacio entre comidas, deben darle una vuelta a la oficina, ya que la gente cuando no ejercita el cuerpo, no permite que la mente funcione o rinda igual.
Muchas veces no se necesita de un gimnasio, sino de hacer cuclillas, estiramiento de piernas y de brazos.
Al levantarnos es importante hacer este tipo de ejercicios en el baño y después ir a la ducha, pero las personas se vuelven tan sedentarias que van hasta la tienda en carro, al supermercado, entre otros.
Son 2.500 las calorías basales que el organismo necesita para hacer sus actividades normales, del día a día, por eso, la acumulación de las mismas hace que la persona suba de peso.
Adiós al sedentarismo
Estos son unos consejos prácticos para quemar calorías mientras trabaja:
1. Así como camina con la misma velocidad, cuando va tarde para su trabajo, puede realizar el mismo ejercicio todos los días. Es una buena forma de quemar calorías. Por eso se recomienda parquear su vehículo no tan cerca de la oficina y ejercitar las piernas. Pero eso sí, que no le coja la noche. Resultado: Al final de la semana habrá quemado 100 calorías.
2. Prográmese como si se hubiera ido la luz o el ascensor estuviera en reparación. Subir y bajar las escaleras, tres veces al día, le ayudará a quemar como mínimo 60 calorías. De lunes a viernes serían 300. Tenga en cuenta que bajar las escaleras le representan, durante media hora, 210 calorías, y subirlas entre 300 y 500 calorías.
3. Sumará 200 calorías a la semana si usted prefiere estar de pie que en la silla de trabajo. Pero tampoco termine poniendo a su jefe con los pelos de punta porque siempre que intenta comunicarse a su extensión, suena la voz de la contestadora.
4. Si usted es asesor comercial seguramente caminará varias veces al día. Eso está bien, pues se recomienda caminar 10 minutos cada dos o tres horas. Así quemará a la semana 500 calorías.
5. De lunes a viernes, usted puede programar su regreso a casa con una caminata. Esto le ayudará no sólo a economizar parte del rubro de transporte, sino que le aportará a su figura. Por lo general se recomienda que esa caminata se dé finalizada la jornada laboral, para que usted regrese a casa con ganas de consumir energía y no tenga que enfrentarse a los fuertes rayos del sol. Sus músculos absorberán toda la energía de los alimentos que ingiera después de las 6 de la tarde y no se convertirán en esa molesta grasa. Al día serán 50 calorías menos.
6. Para aquellos que gozan de un excelente puesto, una oficina confortable y tienen el espacio para ubicar máquinas de ejercicios, pueden hacerlo después de su jornada laboral sin ningún problema.
7. El solo hecho de sentarse en la mesa de trabajo le representan 50 calorías.
Entre más lejos esté el trabajo, más calorías quema
Es posible que a usted la Física la haya dado por la cabeza en el colegio. Pero en el momento de quemar calorías, la velocidad y la distancia con la que usted camine de la casa al trabajo, le ayudarán a reducir.
Si camina sin prisa de 1,5 a 3 kilómetros por hora, quemará entre 60 a 75 calorías.
Si camina sin prisa cerca de 4.8 kilómetros por hora, quemará 150 calorías.
Si camina más rápido, 6 kilómetros por hora, quemará 180 calorías.
Caminar muy rápido, cerca de 7,5 kilómetros por hora, le permitirá quemar entre 200 y 240 calorías.
¿Cuánto ejercicio por una comida chatarra?
Hamburguesa con queso (379 calorías): Equivalente a caminar una hora y cuarto en bicicleta.
Un pedazo de pizza tamaño normal (263 calorías): Un partido de baloncesto.
Una lata de gaseosas azucaradas (139 calorías): Prográmese para una caminata rápida de 20 minutos.
LISTA
Si usted está pendiente de cuántas calorías gasta y qué ejercicio le permite quemar más, guíese por esta tabla:
1 Aeróbicos: 30 minutos, 178 calorías.
2 Bicicleta: 30 minutos, 150 calorías.
3 Correr: 30 minutos, 325 calorías.
4 Caminata rápida: 30 minutos, 180 calorías.
5 Baloncesto: 30 minutos, 260 calorías.
6 Natación: 30 minutos, 290 calorías.
7 Bailar: 30 minutos, 130 calorías.
8 Pescar: 30 minutos, 114 calorías.
¿Qué conviene más, una dieta baja en grasas, baja en carbohidratos o rica en proteínas?
Para mantener el peso y el cuerpo ideal, hombres y mujeres cuidan su alimentación y restringen sus comidas favoritas, pues suelen tener demasiadas calorías, grasas y azúcares, así que sí deseas adelgazar sanamente por medio de un control riguroso en las dietas, debes poner atención y no hacer que esto se vuelva una obsesión, pues la situación extrema pone en riesgo al organismo.
Lucir una figura esbelta y mantener el bienestar orgánico son parte de una misión de salud universal, ya que la obesidad y el sobrepeso son una pareja nociva que amenaza a mujeres y hombres.
Las mejores medidas que ayudan a cuidar la figura y la salud se relacionan con la calidad de la comida, su cantidad y el ejercicio. Una dieta sana, es aquella que se puede llevar toda la vida, que no aísle a la persona del resto de la gente y las comidas.
El mejor consejo para seguir una dieta es reducir las calorías y ser constante. Algunos estudios han descubierto que las dietas bajas en carbohidratos dan mejor resultado que una tradicional baja en grasa. Pero las nuevas investigaciones descubrieron que la clave para adelgazar es atenerse a la regla básica: abajo las calorías.
Características de la dieta ideal
Equilibrada
Incluir entre 50 y 60% de hidratos de carbono (cereales, en mayor cantidad, y azúcares, en menor cantidad), 20% de proteínas (alimentos de origen natural) y 20% de lípidos.
Variada
Comer con moderación todos los alimentos que integran los diferentes grupos, para evitar desequilibrios nutricionales y caer en rutinas que causen aburrimiento.
Adecuada
Cada persona debe tener su propia dieta. Para establecer el tipo de alimentación se deben tomar en cuenta su edad, antecedentes hereditarios, si ha tenido hijos, estado de salud actual, horarios de trabajo, etcétera.
Inocua
La comida debe ser higiénica y libre de tóxicos que dañen al organismo. De acuerdo con la especialista cuando las personas se mantienen delgadas y sanas es por buenos hábitos, es decir por tener la costumbre de llevarlos a cabo todos los días, después de tres meses ya forman parte de la vida.
Consecuencias de una mala alimentación
La principal consecuencia es la desnutrición y por lo tanto las descompensaciones por la falta de proteínas, vitaminas y minerales que las personas eliminan de sus dietas; al igual que las grasas, productos animales, los cultivados con sustancias artificiales y los etiquetados o envasados.
Lucir una figura esbelta y mantener el bienestar orgánico son parte de una misión de salud universal, ya que la obesidad y el sobrepeso son una pareja nociva que amenaza a mujeres y hombres.
Las mejores medidas que ayudan a cuidar la figura y la salud se relacionan con la calidad de la comida, su cantidad y el ejercicio. Una dieta sana, es aquella que se puede llevar toda la vida, que no aísle a la persona del resto de la gente y las comidas.
El mejor consejo para seguir una dieta es reducir las calorías y ser constante. Algunos estudios han descubierto que las dietas bajas en carbohidratos dan mejor resultado que una tradicional baja en grasa. Pero las nuevas investigaciones descubrieron que la clave para adelgazar es atenerse a la regla básica: abajo las calorías.
Características de la dieta ideal
Equilibrada
Incluir entre 50 y 60% de hidratos de carbono (cereales, en mayor cantidad, y azúcares, en menor cantidad), 20% de proteínas (alimentos de origen natural) y 20% de lípidos.
Variada
Comer con moderación todos los alimentos que integran los diferentes grupos, para evitar desequilibrios nutricionales y caer en rutinas que causen aburrimiento.
Adecuada
Cada persona debe tener su propia dieta. Para establecer el tipo de alimentación se deben tomar en cuenta su edad, antecedentes hereditarios, si ha tenido hijos, estado de salud actual, horarios de trabajo, etcétera.
Inocua
La comida debe ser higiénica y libre de tóxicos que dañen al organismo. De acuerdo con la especialista cuando las personas se mantienen delgadas y sanas es por buenos hábitos, es decir por tener la costumbre de llevarlos a cabo todos los días, después de tres meses ya forman parte de la vida.
Consecuencias de una mala alimentación
La principal consecuencia es la desnutrición y por lo tanto las descompensaciones por la falta de proteínas, vitaminas y minerales que las personas eliminan de sus dietas; al igual que las grasas, productos animales, los cultivados con sustancias artificiales y los etiquetados o envasados.
Los mejores consejos de última hora para lucir six-pack
Ponte en remojo
"La ocasión la pintan calva: aprovecha el buen tiempo para nadar todo lo que puedas. Por un lado, cumplirás con tu demanda de cardio diario; por otro, tonificarás los músculos de tu tren superior, cosa que no haces con los otros típicos ejercicios cardiovasculares", asegura Nuria Miralles, licenciada en educación física y directora del Centro Servol de Vinaroz (Castellón). Además, la natación te ayudará a fortalecer músculos de la espalda "que tanto cuesta trabajar en gimnasio, por lo que te sentarán mucho mejor las camisas". Para sacarle el mayor rendimiento a tus sesiones en la piscina, "usa unas palas durante los primeros minutos: con ellas aumenta notablemente la resistencia del agua, por lo que deberás esforzarte más", añade Miralles.
Reduce el tiempo entre series
En la sala de pesas podemos jugar con los tiempos de descanso entre un ejercicio y otro. Si los acortas, quemarás muchas más calorías, muchas de las cuales provendrán de la quema de grasas.
Haz cardio aeróbicamente
Si mantienes las pulsaciones bajas mientras corres o pedaleas, la vía aeróbica estará abierta en todo momento, con lo que la energía la extraerás directamente de las grasas.
Descansa un día
Es la forma simpática de decirte que entrenes 6 días a la semana durante todo el verano. Aunque en Men´s Health no somos muy partidarios de los entrenamientos estacionarios, es el momento de enmendar todas las veces que has faltado a tu cita con el gimnasio. Aprovecha el poco tiempo que te queda… Y el año que viene ponte las pilas.
Bate tu récord de velocidad
"¿Cuánto tiempo hace que no echas una carrera de 100 metros a la máxima velocidad que te permiten tus piernas?", pregunta Juan Carlos Rey, licenciado en educación física de Boadilla del Monte (Madrid). "Echa un vistazo a los cuerpos de varios velocistas: el denominador común es el volumen muscular. Te sorprenderás de las agujetas que tienes al día siguiente en algunos grupos musculares que ni sospechabas", previene Rey. ¿Las buenas noticias? Te ocupara muy poco tiempo y trabajarás tu musculatura de una manera global. Además del beneficio muscular, "las carreras de alta velocidad provocan una demanda de oxígeno importante, tanta como para que tu corazón se mantenga a un ritmo de pulsaciones alto y, así, sigas quemando grasas hasta tres horas después de terminado el ejercicio".
Trabaja más las piernas
La mayor parte de los músculos de tu cuerpo están en las piernas, lo que significa que si las trabajas quemarás más calorías durante todo el día. Se acabaron los "cuerpos cigüeña": cuerpo grande, patas de alambre.
No te agobies
Está claro que el objetivo que tenemos es llegar hechos unos "davides" a la playa; pero difícilmente lo conseguiremos todos. El resto tendremos que conformarnos con nuestra mejor versión, que no te equivoques, es mucho mejor de lo que te crees.
Cambia de abdominales
"Muchas veces hacemos un ejercicio abdominal que nos encanta y no lo queremos cambiar; es nuestro ejercicio", cuenta Guillermo Alvarado, director del centro Performa de entrenamiento personal de Valencia. "Pero, como bien sabes, la variedad es uno de las claves de un buen entrenamiento. Prueba ejercicios abdominales distintos: isométricos, invertidos, con máquina, con polea; los que sean, pronto notarás los resultados", asegura el experto.
Cuidado con los suplementos
Si quieres definir, deja de tomar suplementos: son un gran aporte de calorías y en este momento del año de lo que se trata es de quemarlas, no de sumarlas.
Prueba alguna clase dirigida
Acudir al gimnasio durante seis días a la semana está claro que puede resultar aburrido si no te buscas alicientes. Por eso, "probar una clase dirigida específica hará más llevadero el ejercicio. Las hay de muchos tipos diferentes y te ayudarán a quemar más grasa. Si no te lo crees, prueba una de boxeo", reta José Mª Martínez Sardon, director del gimnasio Sport System de Madrid.
"La ocasión la pintan calva: aprovecha el buen tiempo para nadar todo lo que puedas. Por un lado, cumplirás con tu demanda de cardio diario; por otro, tonificarás los músculos de tu tren superior, cosa que no haces con los otros típicos ejercicios cardiovasculares", asegura Nuria Miralles, licenciada en educación física y directora del Centro Servol de Vinaroz (Castellón). Además, la natación te ayudará a fortalecer músculos de la espalda "que tanto cuesta trabajar en gimnasio, por lo que te sentarán mucho mejor las camisas". Para sacarle el mayor rendimiento a tus sesiones en la piscina, "usa unas palas durante los primeros minutos: con ellas aumenta notablemente la resistencia del agua, por lo que deberás esforzarte más", añade Miralles.
Reduce el tiempo entre series
En la sala de pesas podemos jugar con los tiempos de descanso entre un ejercicio y otro. Si los acortas, quemarás muchas más calorías, muchas de las cuales provendrán de la quema de grasas.
Haz cardio aeróbicamente
Si mantienes las pulsaciones bajas mientras corres o pedaleas, la vía aeróbica estará abierta en todo momento, con lo que la energía la extraerás directamente de las grasas.
Descansa un día
Es la forma simpática de decirte que entrenes 6 días a la semana durante todo el verano. Aunque en Men´s Health no somos muy partidarios de los entrenamientos estacionarios, es el momento de enmendar todas las veces que has faltado a tu cita con el gimnasio. Aprovecha el poco tiempo que te queda… Y el año que viene ponte las pilas.
Bate tu récord de velocidad
"¿Cuánto tiempo hace que no echas una carrera de 100 metros a la máxima velocidad que te permiten tus piernas?", pregunta Juan Carlos Rey, licenciado en educación física de Boadilla del Monte (Madrid). "Echa un vistazo a los cuerpos de varios velocistas: el denominador común es el volumen muscular. Te sorprenderás de las agujetas que tienes al día siguiente en algunos grupos musculares que ni sospechabas", previene Rey. ¿Las buenas noticias? Te ocupara muy poco tiempo y trabajarás tu musculatura de una manera global. Además del beneficio muscular, "las carreras de alta velocidad provocan una demanda de oxígeno importante, tanta como para que tu corazón se mantenga a un ritmo de pulsaciones alto y, así, sigas quemando grasas hasta tres horas después de terminado el ejercicio".
Trabaja más las piernas
La mayor parte de los músculos de tu cuerpo están en las piernas, lo que significa que si las trabajas quemarás más calorías durante todo el día. Se acabaron los "cuerpos cigüeña": cuerpo grande, patas de alambre.
No te agobies
Está claro que el objetivo que tenemos es llegar hechos unos "davides" a la playa; pero difícilmente lo conseguiremos todos. El resto tendremos que conformarnos con nuestra mejor versión, que no te equivoques, es mucho mejor de lo que te crees.
Cambia de abdominales
"Muchas veces hacemos un ejercicio abdominal que nos encanta y no lo queremos cambiar; es nuestro ejercicio", cuenta Guillermo Alvarado, director del centro Performa de entrenamiento personal de Valencia. "Pero, como bien sabes, la variedad es uno de las claves de un buen entrenamiento. Prueba ejercicios abdominales distintos: isométricos, invertidos, con máquina, con polea; los que sean, pronto notarás los resultados", asegura el experto.
Cuidado con los suplementos
Si quieres definir, deja de tomar suplementos: son un gran aporte de calorías y en este momento del año de lo que se trata es de quemarlas, no de sumarlas.
Prueba alguna clase dirigida
Acudir al gimnasio durante seis días a la semana está claro que puede resultar aburrido si no te buscas alicientes. Por eso, "probar una clase dirigida específica hará más llevadero el ejercicio. Las hay de muchos tipos diferentes y te ayudarán a quemar más grasa. Si no te lo crees, prueba una de boxeo", reta José Mª Martínez Sardon, director del gimnasio Sport System de Madrid.
El melón, una fruta que refresca y por demás es muy energizante
Durante esta temporada veraniega el melón es una de las frutas aconsejada para consumir por su alto contenido en agua y propiedades nutritivas y energéticas.
En vista de que las comidas en esta época deben ser ligeras, pero a la vez con los elementos necesarios para mantener nutrido y activo el cuerpo, el melón puede aportar una gran parte de éstas.
La fruta cuenta con calorías, pero éstas dependen casi de manera exclusiva de su contenido de hidratos de carbono (los azúcares o hidratos de carbono simples, fructosa, glucosa, sacarosa).
Entre otros de sus componentes a destacar están su fibra soluble en agua, la que juega un papel fundamental en la consistencia de la fruta y que a la vez es beneficiosa para nuestra salud.
¿Cómo podemos consumir el melón?
Pues, desde la fruta como tal, hasta en refrescantes batidos, ensaladas, brochetas de frutas, etc.
Principales propiedades nutritivas del melón
Esta fruta es una de las que se puede disfrutar durante todo el año, pero mayormente en verano, porque es un hidratante ideal, además de que tiene como ventaja su bajo aporte calórico. Se puede consumir en la cantidad deseada, y sin temor a ingerir un exceso de calorías ni de azúcares.
El melón está especialmente indicado en dietas de control de peso y en dietas para controles específicos de los hidratos de carbono, como en el caso de la diabetes.
Es rica en beta-caroteno o provitamina A, lo que convierte al melón en una fruta de consumo que contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y del cáncer.
Por su aporte de provitamina A y vitamina C, su consumo se recomienda en personas que tienen un mayor riesgo de sufrir carencias de dichas vitaminas, especialmente en personas que no toleran los cítricos, el pimiento u otros vegetales, fuentes casi exclusiva de vitamina C en la alimentación.
Zoom
Recetas con melón
Esta fruta permite la elaboración de variedad de recetas, desde sabrosos y refrecantes batidos hasta ensaladas y otras muy conocidas local e internacionalmente. El batido y la ensalada de esta fruta se puede consumirse tanto en el desayuno como para merendar por las tardes. Es una rica fuente de agua y energía, recomendada básicamente en temporada de calor.
En España, por ejemplo, es muy popular el melón con jamón. Es una especialidad típica de la gastronomía española, la cual suele servirse en los meses de primavera o verano. Los principales ingredientes de esta receta es el melón y unas lonjas de jamón, preferiblemente jamón serrano. La delicadeza de este plato consiste en la mezcla del dulce del melón y del aporte salado del jamón, un marinaje perfecto.
En vista de que las comidas en esta época deben ser ligeras, pero a la vez con los elementos necesarios para mantener nutrido y activo el cuerpo, el melón puede aportar una gran parte de éstas.
La fruta cuenta con calorías, pero éstas dependen casi de manera exclusiva de su contenido de hidratos de carbono (los azúcares o hidratos de carbono simples, fructosa, glucosa, sacarosa).
Entre otros de sus componentes a destacar están su fibra soluble en agua, la que juega un papel fundamental en la consistencia de la fruta y que a la vez es beneficiosa para nuestra salud.
¿Cómo podemos consumir el melón?
Pues, desde la fruta como tal, hasta en refrescantes batidos, ensaladas, brochetas de frutas, etc.
Principales propiedades nutritivas del melón
Esta fruta es una de las que se puede disfrutar durante todo el año, pero mayormente en verano, porque es un hidratante ideal, además de que tiene como ventaja su bajo aporte calórico. Se puede consumir en la cantidad deseada, y sin temor a ingerir un exceso de calorías ni de azúcares.
El melón está especialmente indicado en dietas de control de peso y en dietas para controles específicos de los hidratos de carbono, como en el caso de la diabetes.
Es rica en beta-caroteno o provitamina A, lo que convierte al melón en una fruta de consumo que contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y del cáncer.
Por su aporte de provitamina A y vitamina C, su consumo se recomienda en personas que tienen un mayor riesgo de sufrir carencias de dichas vitaminas, especialmente en personas que no toleran los cítricos, el pimiento u otros vegetales, fuentes casi exclusiva de vitamina C en la alimentación.
Zoom
Recetas con melón
Esta fruta permite la elaboración de variedad de recetas, desde sabrosos y refrecantes batidos hasta ensaladas y otras muy conocidas local e internacionalmente. El batido y la ensalada de esta fruta se puede consumirse tanto en el desayuno como para merendar por las tardes. Es una rica fuente de agua y energía, recomendada básicamente en temporada de calor.
En España, por ejemplo, es muy popular el melón con jamón. Es una especialidad típica de la gastronomía española, la cual suele servirse en los meses de primavera o verano. Los principales ingredientes de esta receta es el melón y unas lonjas de jamón, preferiblemente jamón serrano. La delicadeza de este plato consiste en la mezcla del dulce del melón y del aporte salado del jamón, un marinaje perfecto.
Diez técnicas para combatir el sedentarismo
El ritmo acelerado de trabajo, las largas jornadas laborales y las distancias para transportarse en las grandes ciudades, ocasionan una disminución en la actividad física que genera la aparición del sedentarismo, señala diariomedico.com
Sus consecuencias son el aumento de la presión arterial, afecciones cardíacas, aparición de osteoporosis, artritis, artrosis, reuma, infarto, trombosis coronaria, en general, todas las enfermedades cardiovasculares. A continuación saludalia.com define algunas de estas enfermedades:
Obesidad: la falta de ejercicio puede llevar a que el cuerpo deje de quemar calorías, provocando el sobre peso.
Hipertensión: el sedentarismo puede aumentar la cantidad de lipoproteínas, colesterol y grasas en la sangre. Esto impide la flexibilidad de las paredes de los vasos sanguíneos y puede endurecer las arterias.
Arterioesclerosis: la degradación de grasas del aparato circulatorio es frecuente a medida que avanza la edad.
Artritis. inflamación de una articulación, caracterizada por dolor, limitación de movimientos, hinchazon de las articulaciones y calor local.
Trombosis coronaria: Formación de un coágulo sanguíneo en una de las arterias que transportan sangre al músculo cardiaco. También denominada "oclusión coronaria".
Para evitar estas enfermedades, se recomienda la práctica de ejercicio de forma regular, por lo que fitness.com presenta una guía para combatir el sedentarismo:
1. Camina cada vez que tengas la oportunidad.
2. Estaciona el auto no tan cerca de donde vas.
3. Prefiere las escaleras en vez de las eléctricas o el ascensor (piensa que no existe). Se queman cuatro calorías por cada 10 escalones que subas.
4. Juega con tus hijos o con tu mascota. Si te sientes muy cansado después del trabajo inténtalo antes de ir a trabajar.
5. Realiza ejercicios de compensación (ver sugerencias) en el trabajo en vez de fumar o tomar un café.
6. Evita los aparatos que reemplazan la actividad física.
7. Busca actividades que las disfrutes, recuerda que la clave es ser regular y por lo tanto debe gustarte la actividad. Elige un deporte.
8. Mientras conversas por teléfono, párate, y da unos pocos pasos. Si hablas una hora por teléfono gastarás 70 calorías en ese período, mientras que con el sólo hecho de mantenerte de pie y moviendo algo las piernas lo aumentas a 120 calorías.
Esto significa un gasto calórico adicional de 1,000 calorías por mes, o una pérdida de peso de casi 150 gramos en ese período.
9. Cada 5 minutos levanta los pies mientras estás sentado. Es muy bueno para mejorar la circulación sanguínea, y prevenir la hinchazón de pies; además ayuda a prevenir las várices.
10. Si puedes, usa un podómetro (aparato que mide la cantidad de pasos) para caminar. Debes tener una dosis de 8 mil a 10 mil pasos por día.
Sus consecuencias son el aumento de la presión arterial, afecciones cardíacas, aparición de osteoporosis, artritis, artrosis, reuma, infarto, trombosis coronaria, en general, todas las enfermedades cardiovasculares. A continuación saludalia.com define algunas de estas enfermedades:
Obesidad: la falta de ejercicio puede llevar a que el cuerpo deje de quemar calorías, provocando el sobre peso.
Hipertensión: el sedentarismo puede aumentar la cantidad de lipoproteínas, colesterol y grasas en la sangre. Esto impide la flexibilidad de las paredes de los vasos sanguíneos y puede endurecer las arterias.
Arterioesclerosis: la degradación de grasas del aparato circulatorio es frecuente a medida que avanza la edad.
Artritis. inflamación de una articulación, caracterizada por dolor, limitación de movimientos, hinchazon de las articulaciones y calor local.
Trombosis coronaria: Formación de un coágulo sanguíneo en una de las arterias que transportan sangre al músculo cardiaco. También denominada "oclusión coronaria".
Para evitar estas enfermedades, se recomienda la práctica de ejercicio de forma regular, por lo que fitness.com presenta una guía para combatir el sedentarismo:
1. Camina cada vez que tengas la oportunidad.
2. Estaciona el auto no tan cerca de donde vas.
3. Prefiere las escaleras en vez de las eléctricas o el ascensor (piensa que no existe). Se queman cuatro calorías por cada 10 escalones que subas.
4. Juega con tus hijos o con tu mascota. Si te sientes muy cansado después del trabajo inténtalo antes de ir a trabajar.
5. Realiza ejercicios de compensación (ver sugerencias) en el trabajo en vez de fumar o tomar un café.
6. Evita los aparatos que reemplazan la actividad física.
7. Busca actividades que las disfrutes, recuerda que la clave es ser regular y por lo tanto debe gustarte la actividad. Elige un deporte.
8. Mientras conversas por teléfono, párate, y da unos pocos pasos. Si hablas una hora por teléfono gastarás 70 calorías en ese período, mientras que con el sólo hecho de mantenerte de pie y moviendo algo las piernas lo aumentas a 120 calorías.
Esto significa un gasto calórico adicional de 1,000 calorías por mes, o una pérdida de peso de casi 150 gramos en ese período.
9. Cada 5 minutos levanta los pies mientras estás sentado. Es muy bueno para mejorar la circulación sanguínea, y prevenir la hinchazón de pies; además ayuda a prevenir las várices.
10. Si puedes, usa un podómetro (aparato que mide la cantidad de pasos) para caminar. Debes tener una dosis de 8 mil a 10 mil pasos por día.
domingo, 26 de julio de 2009
Las grasas hacen comer más
Comer grasas en exceso hace que la señal de saciedad llegue más tarde que lo necesario.
Según estudios del doctor John Blundell, psicólogo de la Universidad de Leeds en Gran Bretaña, comer alimentos ricos en grasas altera el proceso que naturalmente debería indicar la sensación de saciedad y el fin de la comida.
Blundell llamó al fenómeno "la paradoja de la grasa". Si bien la grasa de los alimentos libera potentes señales bioquímicas que suprimen el hambre, estas señales a veces no se registran en el cerebro lo suficientemente rápido. De modo que, después de episodios de comer elevada cantidad de grasas, en vez de transformar el exceso de grasa en energía, el cuerpo lo deposita. El resultado es el aumento de peso.
En otra investigación de la misma universidad se ofreció comida a adultos obesos y se les pidió que comieran "hasta saciarse". Los que consumieron una dieta baja en grasas y elevada en hidratos de carbono sumaron 680 calorías, pero quienes recibieron una dieta elevada en grasas consumieron dos veces más: 1300 calorías.
Blundell considera que este fenómeno ocurre no sólo porque las grasas son ricas y de buen aroma, sino porque las comidas grasas son muy ricas en energía: una comida grasa de tamaño relativamente pequeño puede contener muchas calorías.
"El cuerpo no puede almacenar proteínas -explica-; tiene que procesarlas. Pero dado que las comidas elevadas en proteínas también lo son en grasa, cuando se provoca la señal de saciedad ya se consumieron muchas grasas. Los carbohidratos también tienen sus limites de almacenaje. El cuerpo puede depositar sólo medio kilo de carbohidratos en el hígado y los músculos, de modo que cuando se consumen carbohidratos de más, normalmente se oxidan, liberando energía (calor).
Pero no hay límites de almacenamiento de grasa. Tenemos un mecanismo de adaptación muy bueno para enfrentarnos con el exceso de grasa alimentaria. Lo guardamos en el cuerpo en espera. Además, tener un gran depósito de tejido adiposo no inhibe el impulso de comer más grasa."
A pesar de que se cree que el consumo de grasas y azúcares operan como un sube y baja (cuando uno sube, el otro baja y viceversa), Blundell ha demostrado que cuando los gramos de azúcar aumentan, los gramos de grasa también, sugiriendo que las comidas ricas en azúcares y grasas, como las galletitas dulces, helados, cremas, tortas de chocolate u otras, pueden volverse una gran fuente extra de calorías de la grasa.
"No todos los que comen una dieta alta en grasas se vuelven obesos -dice el investigador-. Sin embargo, entre los que comen elevadas grasas, los mayores de 65 suelen ser más propensos a tener sobrepeso. Sólo 50 calorías extra por día, o un aumento de 50 gramos por semana, explicaría los grandes aumentos de peso observados en la población en un lapso de 11 años."
Fuente: The New Yor Times / Jane Brody
Según estudios del doctor John Blundell, psicólogo de la Universidad de Leeds en Gran Bretaña, comer alimentos ricos en grasas altera el proceso que naturalmente debería indicar la sensación de saciedad y el fin de la comida.
Blundell llamó al fenómeno "la paradoja de la grasa". Si bien la grasa de los alimentos libera potentes señales bioquímicas que suprimen el hambre, estas señales a veces no se registran en el cerebro lo suficientemente rápido. De modo que, después de episodios de comer elevada cantidad de grasas, en vez de transformar el exceso de grasa en energía, el cuerpo lo deposita. El resultado es el aumento de peso.
En otra investigación de la misma universidad se ofreció comida a adultos obesos y se les pidió que comieran "hasta saciarse". Los que consumieron una dieta baja en grasas y elevada en hidratos de carbono sumaron 680 calorías, pero quienes recibieron una dieta elevada en grasas consumieron dos veces más: 1300 calorías.
Blundell considera que este fenómeno ocurre no sólo porque las grasas son ricas y de buen aroma, sino porque las comidas grasas son muy ricas en energía: una comida grasa de tamaño relativamente pequeño puede contener muchas calorías.
"El cuerpo no puede almacenar proteínas -explica-; tiene que procesarlas. Pero dado que las comidas elevadas en proteínas también lo son en grasa, cuando se provoca la señal de saciedad ya se consumieron muchas grasas. Los carbohidratos también tienen sus limites de almacenaje. El cuerpo puede depositar sólo medio kilo de carbohidratos en el hígado y los músculos, de modo que cuando se consumen carbohidratos de más, normalmente se oxidan, liberando energía (calor).
Pero no hay límites de almacenamiento de grasa. Tenemos un mecanismo de adaptación muy bueno para enfrentarnos con el exceso de grasa alimentaria. Lo guardamos en el cuerpo en espera. Además, tener un gran depósito de tejido adiposo no inhibe el impulso de comer más grasa."
A pesar de que se cree que el consumo de grasas y azúcares operan como un sube y baja (cuando uno sube, el otro baja y viceversa), Blundell ha demostrado que cuando los gramos de azúcar aumentan, los gramos de grasa también, sugiriendo que las comidas ricas en azúcares y grasas, como las galletitas dulces, helados, cremas, tortas de chocolate u otras, pueden volverse una gran fuente extra de calorías de la grasa.
"No todos los que comen una dieta alta en grasas se vuelven obesos -dice el investigador-. Sin embargo, entre los que comen elevadas grasas, los mayores de 65 suelen ser más propensos a tener sobrepeso. Sólo 50 calorías extra por día, o un aumento de 50 gramos por semana, explicaría los grandes aumentos de peso observados en la población en un lapso de 11 años."
Fuente: The New Yor Times / Jane Brody
RAZONES POR QUE NO PIERDES PESO SECRETOS DEL GYM
Hay errores que puedes estar cometiendo, te voy a dar consejos que pueden ayudarte a superarlo.
No te engañes a ti mismo: bajar de peso es difícil para casi todos.
Aun cuando bajar unos cuantos kilos sea relativamente más fácil para los hombres que para las mujeres. Aunque aquí toco un punto el músculo pesa más que la grasa.
Comienzo por decirte que el mejor punto para empezar consiste en una buena alimentación balanceada, evitar el azúcar en exceso junto con ciertos alimentos cargados de calorías que no nutren y seguir un entrenamiento acorde a tus condiciones.
Comes demasiado por las noches, esas visitas nocturnas al refrigerador ayudan a ganar grasa en tu cintura.
Cuando comes demasiado por las tardes o casi a la hora de dormir, tu cuerpo no digiere o asimila los alimentos con la misma eficacia que hace durante el día.
Así que toma la mayoría de tus alimentos durante el día y no exageres por las noches.
Es difícil y necesitas fuerza de voluntad y controla tu apetito nocturno, dormirás mejor y despertarás con más energía, listo para el desayuno y para hacer todas tus actividades.
Comer alimentos que lo único que hacen es hinchar el estómago y dar grasa falsa.
La grasa falsa consiste principalmente en el peso de retención del agua y provoca que te veas y te sientas más gordo de lo que estás en realidad.
Esta condición se origina por las reacciones alimenticias, lo que significa que tu digestión no es adecuada o no es mala y por comer los mismos alimentos con demasiada frecuencia.
Las reacciones alimenticias más comunes se dan por comer trigo, leche y azúcar.
La recomendación es: evita los alimentos reactivos y desalojarás más fácilmente el peso por retener agua, junto con la verdadera grasa.
Consumir demasiados alimentos al mismo tiempo.
Esto representa un esfuerzo excesivo para tu aparato digestivo, origina que los alimentos no se utilicen adecuadamente y hace que también se produzca grasa falsa.
Así como retención del agua, que por lo general causa dolores e inflamación y es responsable de muchas enfermedades, lo que también puede ser un problema si consumes alimentos que no son adecuados para ti.
La recomendación es: escoge alimentos que tengan una adecuada proporción de nutrimentos con relación a las calorías.
Entre los más benéficos están las verduras, proteínas magras (sin grasa), mariscos e inclusive algunas nueces y semillas (de preferencia crudas, en lugar de tostadas y saladas).
No te engañes a ti mismo: bajar de peso es difícil para casi todos.
Aun cuando bajar unos cuantos kilos sea relativamente más fácil para los hombres que para las mujeres. Aunque aquí toco un punto el músculo pesa más que la grasa.
Comienzo por decirte que el mejor punto para empezar consiste en una buena alimentación balanceada, evitar el azúcar en exceso junto con ciertos alimentos cargados de calorías que no nutren y seguir un entrenamiento acorde a tus condiciones.
Comes demasiado por las noches, esas visitas nocturnas al refrigerador ayudan a ganar grasa en tu cintura.
Cuando comes demasiado por las tardes o casi a la hora de dormir, tu cuerpo no digiere o asimila los alimentos con la misma eficacia que hace durante el día.
Así que toma la mayoría de tus alimentos durante el día y no exageres por las noches.
Es difícil y necesitas fuerza de voluntad y controla tu apetito nocturno, dormirás mejor y despertarás con más energía, listo para el desayuno y para hacer todas tus actividades.
Comer alimentos que lo único que hacen es hinchar el estómago y dar grasa falsa.
La grasa falsa consiste principalmente en el peso de retención del agua y provoca que te veas y te sientas más gordo de lo que estás en realidad.
Esta condición se origina por las reacciones alimenticias, lo que significa que tu digestión no es adecuada o no es mala y por comer los mismos alimentos con demasiada frecuencia.
Las reacciones alimenticias más comunes se dan por comer trigo, leche y azúcar.
La recomendación es: evita los alimentos reactivos y desalojarás más fácilmente el peso por retener agua, junto con la verdadera grasa.
Consumir demasiados alimentos al mismo tiempo.
Esto representa un esfuerzo excesivo para tu aparato digestivo, origina que los alimentos no se utilicen adecuadamente y hace que también se produzca grasa falsa.
Así como retención del agua, que por lo general causa dolores e inflamación y es responsable de muchas enfermedades, lo que también puede ser un problema si consumes alimentos que no son adecuados para ti.
La recomendación es: escoge alimentos que tengan una adecuada proporción de nutrimentos con relación a las calorías.
Entre los más benéficos están las verduras, proteínas magras (sin grasa), mariscos e inclusive algunas nueces y semillas (de preferencia crudas, en lugar de tostadas y saladas).
Cómo quemar grasa en pocos días
Los días de playa están en su máximo apogeo y tal vez deseas que esos rollitos desparezcan para cuanto vistas tu bikini nuevo. Te contamos los trucos que ponen en práctica las celebridades antes de una producción de fotos o un evento para verse espectaculares y sin un gramo de grasa.
Adiós hidratos
Uno de los métodos más efectivos utilizados por los famosos para quemar grasas es reducir la ingesta de carbohidratos por dos semanas y comer cinco veces al día proteínas magras (tres comidas y dos refrigerios): pollo, pavo, pescado y huevos.
También, se reduce la comida con almidón como papas, arroz blanco, pastas, pan blanco. La teoría es que tu cuerpo almacena por tres días los carbohidratos y si reduces su ingesta y realizas ejercicio, empezaras a quemar calorías.
Al realizar esta dieta, los famosos recomiendan comer vegetales y granos, para que el cuerpo y el cerebro tengan suficiente energía. También tomar suficiente agua es importante para acelerar el metabolismo.
Todo esto puede sonar atractivo, pero según las guías de alimentación para americanos 2005, si quieres perder peso y quemar grasa de una forma saludable, es necesario comer una variedad de carbohidratos que sean fuente importante de nutrientes (frutas, vegetales, granos y leche) dentro de una dieta con calorías controladas.
¡No esperes sentada!
Hay personas que lo único que hacen cuando empiezan una dieta intensiva es pesarse. Si de verdad quieres reducir tu talla, ¡necesitas ponerte en movimiento!
Haz trabajar a tu corazón. Correr, andar en bicicleta, nadar y caminar queman muchas de calorías y además consigues seguir quemando calorías luego de terminar tu sesión de ejercicios. Las guías de actividad física del 2008 recomiendan tratar de hacer por lo menos 150 minutos a la semana de ejercicio a una intensidad moderada o 75 minutos a una intensidad vigorosa.
Agrega un poco de pesas a tu rutina. Los ejercicios de resistencia, como flexiones, sentadillas, estocadas y abdominales te ayudan a quemar calorías.
Bebe suficiente agua. Tu estómago se sentirá lleno y reducirás la cantidad de bocadillos entre comidas. Incluso, hay gente que confunde sed con hambre. Si te mantienes bien hidratada, ¡no tendrás dudas!
Duerme lo suficiente. Si estás muy cansada, tu cuerpo trabajará en forma lenta, conservando las calorías y sin quemar grasas. Por otra parte, cuando uno está cansado, suele comer cualquier cosa. Para evitarlo, ¡cuando tu cuerpo te lo pida, ve a la cama y evade las tentaciones!
No 'bebas' calorías. Las bebidas también aportan calorías. Trata de limitar el consumo de bebidas con azúcar, grasas o alcohol y reemplázalas por agua.
Para lograr mejores resultados, MiDieta™ recomienda hacer buenas elecciones de todos los grupos de alimentos junto con una dieta personalizada y una rutina de ejercicios basada en tus necesidades.
¿Te gustaría saber qué tan sana es tu alimentación?
Realiza nuestra Evaluación Gratuita de Dieta y Ejercicio de MiDieta™. Obtendrás un reporte imprimible que te mostrará con gráficos lo que debes modificar de tu dieta, ejercicio y conducta para seguir un estilo de vida saludable y activo.
Adiós hidratos
Uno de los métodos más efectivos utilizados por los famosos para quemar grasas es reducir la ingesta de carbohidratos por dos semanas y comer cinco veces al día proteínas magras (tres comidas y dos refrigerios): pollo, pavo, pescado y huevos.
También, se reduce la comida con almidón como papas, arroz blanco, pastas, pan blanco. La teoría es que tu cuerpo almacena por tres días los carbohidratos y si reduces su ingesta y realizas ejercicio, empezaras a quemar calorías.
Al realizar esta dieta, los famosos recomiendan comer vegetales y granos, para que el cuerpo y el cerebro tengan suficiente energía. También tomar suficiente agua es importante para acelerar el metabolismo.
Todo esto puede sonar atractivo, pero según las guías de alimentación para americanos 2005, si quieres perder peso y quemar grasa de una forma saludable, es necesario comer una variedad de carbohidratos que sean fuente importante de nutrientes (frutas, vegetales, granos y leche) dentro de una dieta con calorías controladas.
¡No esperes sentada!
Hay personas que lo único que hacen cuando empiezan una dieta intensiva es pesarse. Si de verdad quieres reducir tu talla, ¡necesitas ponerte en movimiento!
Haz trabajar a tu corazón. Correr, andar en bicicleta, nadar y caminar queman muchas de calorías y además consigues seguir quemando calorías luego de terminar tu sesión de ejercicios. Las guías de actividad física del 2008 recomiendan tratar de hacer por lo menos 150 minutos a la semana de ejercicio a una intensidad moderada o 75 minutos a una intensidad vigorosa.
Agrega un poco de pesas a tu rutina. Los ejercicios de resistencia, como flexiones, sentadillas, estocadas y abdominales te ayudan a quemar calorías.
Bebe suficiente agua. Tu estómago se sentirá lleno y reducirás la cantidad de bocadillos entre comidas. Incluso, hay gente que confunde sed con hambre. Si te mantienes bien hidratada, ¡no tendrás dudas!
Duerme lo suficiente. Si estás muy cansada, tu cuerpo trabajará en forma lenta, conservando las calorías y sin quemar grasas. Por otra parte, cuando uno está cansado, suele comer cualquier cosa. Para evitarlo, ¡cuando tu cuerpo te lo pida, ve a la cama y evade las tentaciones!
No 'bebas' calorías. Las bebidas también aportan calorías. Trata de limitar el consumo de bebidas con azúcar, grasas o alcohol y reemplázalas por agua.
Para lograr mejores resultados, MiDieta™ recomienda hacer buenas elecciones de todos los grupos de alimentos junto con una dieta personalizada y una rutina de ejercicios basada en tus necesidades.
¿Te gustaría saber qué tan sana es tu alimentación?
Realiza nuestra Evaluación Gratuita de Dieta y Ejercicio de MiDieta™. Obtendrás un reporte imprimible que te mostrará con gráficos lo que debes modificar de tu dieta, ejercicio y conducta para seguir un estilo de vida saludable y activo.
Falsas creencias sobre algunos alimentos y el peligro de las dietas veraniegas
El pan engorda, las lentejas son fuente de hierro y el plátano aporta más calorías que el resto de las frutas. Éstos son sólo tres ejemplos de falsas creencias que condicionan los hábitos alimentarios de muchas personas. Y es que si hay un tema controvertido en el campo de la alimentación ése es el de fijar referencias sobre cuál debe ser la dieta óptima para el ser humano.
Ramón de Cangas, presidente de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas del Principado de Asturias, advierte sobre las ideas erróneas en materia de alimentos, que él ha recopilado en su libro «111 mitos y leyendas alimentarias». Así, la creencia general de que el pan engorda es falsa, por no tratarse de un producto con una densidad energética muy elevada, sino que lo que verdaderamente engorda son las salsas y el acompañamiento que se le da.
Algo más sorprendente resulta saber que lo que nos han dicho nuestras madres y abuelas toda la vida acerca de las lentejas tampoco es cierto. Y es que según explica en su libro las lentejas, al igual que las espinacas, no son la mejor fuente de hierro dado que algunos de sus componentes, como el ácido fítico, dificultan su absorción.
La fruta también tiene sus mitos y el nutricionista aclara que el plátano no aporta más calorías que el resto de las frutas, ya que a pesar de que 100 gramos de plátanos engordan algo más que 100 gramos de manzana, un plátano pesa unos 120 gramos y una manzana casi el doble, con lo que el mayor tamaño de la segunda anula el mayor poder calórico del primero.
De Cangas intenta establecer las verdaderas pautas a tener en cuenta para llevar una vida saludable. Frutas, hortaliza, cereales y lácteos son los alimentos básicos que deben componer una dieta. Deben ingerirse diariamente tres raciones de fruta, una de ellas en forma de fruta cítrica. Además considera el verano un buen momento para incrementar el número de piezas debido a su riqueza en antioxidantes y a la mayor variedad de frutos disponible en el mercado.
El presidente de la Asociación de Dietistas del Principado hace hincapié en que esos buenos hábitos deben incluir un cambio en la proporción de consumo de carne y pescado, con predominio de este último a lo largo de la semana y la alternancia de pescados blancos y azules. Cuando se decida apostar por las carnes, el especialista aconseja elegir las más bajas en grasas como conejo, pavo o pollo. Por último, sugiere cocinar al horno, vapor o a la plancha, técnicas culinarias que contribuyan a que los alimentos sean más sanos.
Ramón de Cangas recomienda además el consumo de dos o más raciones de verduras u hortalizas, una en forma cruda, por ejemplo con ensaladas; y de cuatro o seis raciones de cereales y patatas al día, alguna en forma integral. Además, aconseja ingerir tres raciones de lácteos, en forma desnatada o semidesnatada si se trata de adultos para evitar las grasas saturadas.
Edelmiro Menéndez, jefe de nutrición y endocrinología del Hospital Central de Asturias, también hace hincapié en la importancia de la fruta, tanto por su gran contenido líquido, además de en azúcares y vitaminas. Menéndez advierte sobre la importancia de la hidratación, especialmente en estas fechas, y recomienda un consumo entre el litro y medio y los dos litros diarios de agua. De otro lado, alaba las virtudes del aceite de oliva; y aconseja la limitación del consumo de grasas, especialmente animales, y de los productos con demasiados azúcares.
El jefe de nutrición del Hospital Central previene contra otros de los grandes peligros asociado a la alimentación en verano: el de las dietas destinadas a perder peso, que en ocasiones siguen pautas erróneas por el afán de un adelgazamiento rápido. Menéndez considera que este tipo de régimen nunca debe ser demasiado estricto. Perder más de un kilo a la semana engendra peligros para la salud, advierte.
Está claro que no existe la dieta ideal que sirva para todo el mundo, pero sí un criterio en cuanto al tipo de alimentos que deben consumirse dentro de la dieta cotidiana, lo que por un lado garantiza que se cubran las necesidades energéticas y nutritivas de las personas y por otro, colabora en la prevención de ciertas alteraciones y enfermedades relacionadas con desequilibrios alimentarios. Si se piensa detenidamente, comer bien no es tarea tan difícil y un país como España que disfruta de una perfecta dieta mediterránea debería empezar a dar ejemplo.
1. El pan engorda.
El pan no tiene el poder calórico que se le atribuye. Los que realmente contribuye a engordar es todo aquello que va dentro del pan o en lo que lo mojamos.
2. Las lentejas son una gran fuente de hierro.
No son el alimento que ofrece un mayor aporte de hierro porque determinados componentes dificultan la absorción, al igual que ocurre con las espinacas.
3. Los plátanos son la fruta que más engorda.
Su potencial calórico es superior al de otras frutas pero por tamaño y peso ingerimos más cantidad de manzana, por ejemplo, al comer una sola pieza que cuando comemos un plátano, con lo cual a efectos de contabilizar calorías el resultado es el mismo.
Ramón de Cangas, presidente de la Asociación de Dietistas y Nutricionistas del Principado de Asturias, advierte sobre las ideas erróneas en materia de alimentos, que él ha recopilado en su libro «111 mitos y leyendas alimentarias». Así, la creencia general de que el pan engorda es falsa, por no tratarse de un producto con una densidad energética muy elevada, sino que lo que verdaderamente engorda son las salsas y el acompañamiento que se le da.
Algo más sorprendente resulta saber que lo que nos han dicho nuestras madres y abuelas toda la vida acerca de las lentejas tampoco es cierto. Y es que según explica en su libro las lentejas, al igual que las espinacas, no son la mejor fuente de hierro dado que algunos de sus componentes, como el ácido fítico, dificultan su absorción.
La fruta también tiene sus mitos y el nutricionista aclara que el plátano no aporta más calorías que el resto de las frutas, ya que a pesar de que 100 gramos de plátanos engordan algo más que 100 gramos de manzana, un plátano pesa unos 120 gramos y una manzana casi el doble, con lo que el mayor tamaño de la segunda anula el mayor poder calórico del primero.
De Cangas intenta establecer las verdaderas pautas a tener en cuenta para llevar una vida saludable. Frutas, hortaliza, cereales y lácteos son los alimentos básicos que deben componer una dieta. Deben ingerirse diariamente tres raciones de fruta, una de ellas en forma de fruta cítrica. Además considera el verano un buen momento para incrementar el número de piezas debido a su riqueza en antioxidantes y a la mayor variedad de frutos disponible en el mercado.
El presidente de la Asociación de Dietistas del Principado hace hincapié en que esos buenos hábitos deben incluir un cambio en la proporción de consumo de carne y pescado, con predominio de este último a lo largo de la semana y la alternancia de pescados blancos y azules. Cuando se decida apostar por las carnes, el especialista aconseja elegir las más bajas en grasas como conejo, pavo o pollo. Por último, sugiere cocinar al horno, vapor o a la plancha, técnicas culinarias que contribuyan a que los alimentos sean más sanos.
Ramón de Cangas recomienda además el consumo de dos o más raciones de verduras u hortalizas, una en forma cruda, por ejemplo con ensaladas; y de cuatro o seis raciones de cereales y patatas al día, alguna en forma integral. Además, aconseja ingerir tres raciones de lácteos, en forma desnatada o semidesnatada si se trata de adultos para evitar las grasas saturadas.
Edelmiro Menéndez, jefe de nutrición y endocrinología del Hospital Central de Asturias, también hace hincapié en la importancia de la fruta, tanto por su gran contenido líquido, además de en azúcares y vitaminas. Menéndez advierte sobre la importancia de la hidratación, especialmente en estas fechas, y recomienda un consumo entre el litro y medio y los dos litros diarios de agua. De otro lado, alaba las virtudes del aceite de oliva; y aconseja la limitación del consumo de grasas, especialmente animales, y de los productos con demasiados azúcares.
El jefe de nutrición del Hospital Central previene contra otros de los grandes peligros asociado a la alimentación en verano: el de las dietas destinadas a perder peso, que en ocasiones siguen pautas erróneas por el afán de un adelgazamiento rápido. Menéndez considera que este tipo de régimen nunca debe ser demasiado estricto. Perder más de un kilo a la semana engendra peligros para la salud, advierte.
Está claro que no existe la dieta ideal que sirva para todo el mundo, pero sí un criterio en cuanto al tipo de alimentos que deben consumirse dentro de la dieta cotidiana, lo que por un lado garantiza que se cubran las necesidades energéticas y nutritivas de las personas y por otro, colabora en la prevención de ciertas alteraciones y enfermedades relacionadas con desequilibrios alimentarios. Si se piensa detenidamente, comer bien no es tarea tan difícil y un país como España que disfruta de una perfecta dieta mediterránea debería empezar a dar ejemplo.
1. El pan engorda.
El pan no tiene el poder calórico que se le atribuye. Los que realmente contribuye a engordar es todo aquello que va dentro del pan o en lo que lo mojamos.
2. Las lentejas son una gran fuente de hierro.
No son el alimento que ofrece un mayor aporte de hierro porque determinados componentes dificultan la absorción, al igual que ocurre con las espinacas.
3. Los plátanos son la fruta que más engorda.
Su potencial calórico es superior al de otras frutas pero por tamaño y peso ingerimos más cantidad de manzana, por ejemplo, al comer una sola pieza que cuando comemos un plátano, con lo cual a efectos de contabilizar calorías el resultado es el mismo.
Consumir menos calorías no aumenta el promedio de vida
Se creía que al igual que las moscas de la fruta y ratones, la restricción alimenticia prolongaba la vida de los humanos
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.-No preste demasiada atención al rumor que dice que comer menos prolonga la vida: una nueva investigación sugiere que, al contrario de lo que indican informes previos, la restricción alimenticia no incrementa la supervivencia.
Estudios recientes señalaban que consumir menos calorías prolongaba la vida de moscas de la fruta y ratones. A comienzos de este mes, un trabajo publicado en la revista Science reveló que esto también sería cierto en los monos rhesus, una especie más cercana a los humanos.
En la presente investigación, publicada en la revista PLoS-Biology, los doctores David S. Schneider y Janelle S. Ayres, de la Stanford University en California, examinaron cómo la pérdida de apetito, que es generada muchas veces por infecciones, afecta la capacidad de la mosca de la fruta o Drosophila para combatir a varios gérmenes.
Comer menos calorías tuvo un efecto "complejo" sobre el sistema inmune, dijo Schneider a Reuters Health. Si bien ayudaba a terminar con algunos gérmenes, volvía a las moscas más vulnerables a otros.
Los resultados indican que la restricción alimenticia no es una "panacea" para una mayor supervivencia, destacó el doctor Schneider.
Sin embargo, se requieren más estudios para determinar si estos resultados en las moscas de la fruta también se extenderían a otros animales, incluidas las personas, añadió.
NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS.-No preste demasiada atención al rumor que dice que comer menos prolonga la vida: una nueva investigación sugiere que, al contrario de lo que indican informes previos, la restricción alimenticia no incrementa la supervivencia.
Estudios recientes señalaban que consumir menos calorías prolongaba la vida de moscas de la fruta y ratones. A comienzos de este mes, un trabajo publicado en la revista Science reveló que esto también sería cierto en los monos rhesus, una especie más cercana a los humanos.
En la presente investigación, publicada en la revista PLoS-Biology, los doctores David S. Schneider y Janelle S. Ayres, de la Stanford University en California, examinaron cómo la pérdida de apetito, que es generada muchas veces por infecciones, afecta la capacidad de la mosca de la fruta o Drosophila para combatir a varios gérmenes.
Comer menos calorías tuvo un efecto "complejo" sobre el sistema inmune, dijo Schneider a Reuters Health. Si bien ayudaba a terminar con algunos gérmenes, volvía a las moscas más vulnerables a otros.
Los resultados indican que la restricción alimenticia no es una "panacea" para una mayor supervivencia, destacó el doctor Schneider.
Sin embargo, se requieren más estudios para determinar si estos resultados en las moscas de la fruta también se extenderían a otros animales, incluidas las personas, añadió.
martes, 21 de julio de 2009
Las mejores grasas
Algunas grasas reducen los niveles de colesterol, lubrican las articulaciones, limpian el hígado y mantienen el equilibrio hormonal
Los ácidos grasos esenciales son fundamentales para muchos procesos metabólicos como el funcionamiento del cerebro, corazón y sistema inmunológico, y son la materia prima para la producción de hormonas, grasas cerebrales y prostaglandinas.
Los ácidos grasos esenciales nos protegen de los daños causados por las grasas duras, reducen los niveles de colesterol en las arterias, lubrican las articulaciones, limpian el hígado y mantienen el equilibrio hormonal.
La deficiencia de ácidos grasos esenciales provoca retraso del crecimiento, problemas de aprendizaje, mala coordinación, debilidad, edemas, adormecimiento de brazos y piernas, pérdida de cabello, erupciones en la piel, degeneración de hígado y riñones y comportamiento alterado, entre otras cosas.
Grasas hidrogenadas o trans
Es importante utilizar aceites en frío sobre las ensaladas y no someterlos a temperaturas por encima de los 150 °C, porque se destruyen las vitaminas y enzimas, y se vuelven mutagénicas.
Y por encima de los 160 °C se forman los peligrosos ácidos grasos trans.
Cuando se consumen alimentos que contienen grasas hidrogenadas o grasas trans como frituras, tortillas de harina, galletas o pasteles, que están preparados con margarina o manteca vegetal, los glóbulos blancos se vuelven perezosos y sus membranas rígidas, lo que reduce las defensas y aumenta el riesgo de infecciones.
Aumentar el consumo de Omega-3 tiene grandes beneficios para la circulación, ya que bloquea el proceso de coagulación, reduce la contracción de los vasos sanguíneos, aumenta la circulación de la sangre, reduce los triglicéridos, eleva el colesterol bueno, mejora la flexibilidad de las membranas celulares y reduce la presión arterial.
Las grasas del cerebro
El cerebro está compuesto por un 60% de grasa, por lo que el tipo de grasa que consumimos es esencial para sus funciones. La grasa conforma los circuitos de redes eléctricas del cerebro.
Es la mielina, que contiene 75% de grasas, la que reviste los nervios, dándoles protección para que transmitan los impulsos eléctricos.
Existen enfermedades en las cuales se degenera la mielina de las neuronas, siendo la más conocida la esclerosis múltiple. Hay estudios que indican que esta enfermedad está relacionada con desarreglos del metabolismo de los ácidos grasos esenciales.
Las grasas del organismo
Dentro de nuestro organismo existen dos tipos de grasas almacenadas:
• Grasa blanca: Es la que se acumula como reserva de energía y provoca obesidad o sobrepeso.
• Grasa parda o de color oscuro: Se acumula alrededor de órganos como pulmones, corazón y vísceras y los protege
Representa el 10% de la grasa acumulada en el cuerpo.
Es la grasa que consume la mayor cantidad de calorías, ya que contiene una gran cantidad de mitocondrias (centrales de producción de energía), que precisamente le dan el color marrón característico.
Es una grasa sumamente vascularizada que cuenta con abundante irrigación sanguínea y favorece el aumento del metabolismo, y por consiguiente la quema de grasa blanca.
(fuente/feminaactual.com)
Los ácidos grasos esenciales son fundamentales para muchos procesos metabólicos como el funcionamiento del cerebro, corazón y sistema inmunológico, y son la materia prima para la producción de hormonas, grasas cerebrales y prostaglandinas.
Los ácidos grasos esenciales nos protegen de los daños causados por las grasas duras, reducen los niveles de colesterol en las arterias, lubrican las articulaciones, limpian el hígado y mantienen el equilibrio hormonal.
La deficiencia de ácidos grasos esenciales provoca retraso del crecimiento, problemas de aprendizaje, mala coordinación, debilidad, edemas, adormecimiento de brazos y piernas, pérdida de cabello, erupciones en la piel, degeneración de hígado y riñones y comportamiento alterado, entre otras cosas.
Grasas hidrogenadas o trans
Es importante utilizar aceites en frío sobre las ensaladas y no someterlos a temperaturas por encima de los 150 °C, porque se destruyen las vitaminas y enzimas, y se vuelven mutagénicas.
Y por encima de los 160 °C se forman los peligrosos ácidos grasos trans.
Cuando se consumen alimentos que contienen grasas hidrogenadas o grasas trans como frituras, tortillas de harina, galletas o pasteles, que están preparados con margarina o manteca vegetal, los glóbulos blancos se vuelven perezosos y sus membranas rígidas, lo que reduce las defensas y aumenta el riesgo de infecciones.
Aumentar el consumo de Omega-3 tiene grandes beneficios para la circulación, ya que bloquea el proceso de coagulación, reduce la contracción de los vasos sanguíneos, aumenta la circulación de la sangre, reduce los triglicéridos, eleva el colesterol bueno, mejora la flexibilidad de las membranas celulares y reduce la presión arterial.
Las grasas del cerebro
El cerebro está compuesto por un 60% de grasa, por lo que el tipo de grasa que consumimos es esencial para sus funciones. La grasa conforma los circuitos de redes eléctricas del cerebro.
Es la mielina, que contiene 75% de grasas, la que reviste los nervios, dándoles protección para que transmitan los impulsos eléctricos.
Existen enfermedades en las cuales se degenera la mielina de las neuronas, siendo la más conocida la esclerosis múltiple. Hay estudios que indican que esta enfermedad está relacionada con desarreglos del metabolismo de los ácidos grasos esenciales.
Las grasas del organismo
Dentro de nuestro organismo existen dos tipos de grasas almacenadas:
• Grasa blanca: Es la que se acumula como reserva de energía y provoca obesidad o sobrepeso.
• Grasa parda o de color oscuro: Se acumula alrededor de órganos como pulmones, corazón y vísceras y los protege
Representa el 10% de la grasa acumulada en el cuerpo.
Es la grasa que consume la mayor cantidad de calorías, ya que contiene una gran cantidad de mitocondrias (centrales de producción de energía), que precisamente le dan el color marrón característico.
Es una grasa sumamente vascularizada que cuenta con abundante irrigación sanguínea y favorece el aumento del metabolismo, y por consiguiente la quema de grasa blanca.
(fuente/feminaactual.com)
¿Piel grasa?: cómo impedir que tu piel brille
En verano las pieles grasas sufren especialmente los efectos del calor. Te contamos unos cuantos trucos para que evites este molesto problema
Las altas temperaturas de esta época del año hacen que las glándulas sebáceas se descontrolen, de manera que es muy habitual que, si tienes la piel grasa, percibas que tu cutis parece ‘brillar más que el sol’ y se multiplica la aparición de granitos e impurezas. Si a esto unimos el sudor o la humedad ambiental, no es de extrañar que, a veces, te sientas impotente para poder evitarlo. ¡Pero no desesperes! Todo tiene solución. Toma nota de estos pequeños trucos y verás cómo mejora el aspecto de tu piel:
En verano, debes optar por productos cosméticos más ligeros, o bien, aplicar las mismas cremas que utilizas normalmente, pero sólo en las partes más secas del rostro, como las mejillas.
Si ves que es necesario, lo mejor es optar por utilizar una crema específica para cutis grasos. Si te encuentras en un país con un nivel de humedad alto, puede darse el caso de que no sientas la necesidad de utilizar tu hidratante.
La mejor manera de limpiar de impurezas o de exceso de grasa la piel es recurrir a limpiadoras al agua o que sean específicas para las pieles grasas.
Una vez a la semana es muy recomendable exfoliar el rostro, o bien utilizar cosméticos con ácidos, que impiden la acumulación de impurezas en los poros y, como consecuencia, la aparición de los antiestéticos puntos negros.
Si quieres disimular los indeseados brillos usa polvos traslúcidos ‘oil free’ o libres de aceites, que se aplican sobre el rostro con la ayuda de una borla para luego retirar el exceso con una brocha. Estos absorben el exceso de grasa que se produce a lo largo de la jornada. Una buena opción extra son los geles matificantes, productos que, como una crema, se aplican sobre las zonas brillantes y absorben la grasa sin dejar rastro. Se pueden aplicar tanto sobre la piel limpia como por encima del maquillaje, y son sumamente eficaces. Y cuando necesites un retoque ocasional, recurre a los papeles matificantes, pequeñas tiras que se presionan suavemente sobre las zonas grasas y absorben literalmente el sebo, dejando un aspecto fresco durante, al menos, dos o tres horas.
Las altas temperaturas de esta época del año hacen que las glándulas sebáceas se descontrolen, de manera que es muy habitual que, si tienes la piel grasa, percibas que tu cutis parece ‘brillar más que el sol’ y se multiplica la aparición de granitos e impurezas. Si a esto unimos el sudor o la humedad ambiental, no es de extrañar que, a veces, te sientas impotente para poder evitarlo. ¡Pero no desesperes! Todo tiene solución. Toma nota de estos pequeños trucos y verás cómo mejora el aspecto de tu piel:
En verano, debes optar por productos cosméticos más ligeros, o bien, aplicar las mismas cremas que utilizas normalmente, pero sólo en las partes más secas del rostro, como las mejillas.
Si ves que es necesario, lo mejor es optar por utilizar una crema específica para cutis grasos. Si te encuentras en un país con un nivel de humedad alto, puede darse el caso de que no sientas la necesidad de utilizar tu hidratante.
La mejor manera de limpiar de impurezas o de exceso de grasa la piel es recurrir a limpiadoras al agua o que sean específicas para las pieles grasas.
Una vez a la semana es muy recomendable exfoliar el rostro, o bien utilizar cosméticos con ácidos, que impiden la acumulación de impurezas en los poros y, como consecuencia, la aparición de los antiestéticos puntos negros.
Si quieres disimular los indeseados brillos usa polvos traslúcidos ‘oil free’ o libres de aceites, que se aplican sobre el rostro con la ayuda de una borla para luego retirar el exceso con una brocha. Estos absorben el exceso de grasa que se produce a lo largo de la jornada. Una buena opción extra son los geles matificantes, productos que, como una crema, se aplican sobre las zonas brillantes y absorben la grasa sin dejar rastro. Se pueden aplicar tanto sobre la piel limpia como por encima del maquillaje, y son sumamente eficaces. Y cuando necesites un retoque ocasional, recurre a los papeles matificantes, pequeñas tiras que se presionan suavemente sobre las zonas grasas y absorben literalmente el sebo, dejando un aspecto fresco durante, al menos, dos o tres horas.
15 meriendas que adelgazan
¿Comer para evitar engordar? Sí, funciona. Aquí, varios bocadillos que te encantarán... y por qué nunca debes matarte de hambre
Es cierto que muchos alimentos se las arreglan para ir directo a tus pompis y muslos, pero eso sucede sólo si consumes los alimentos equivocados.
El truco es elegir los que aceleran el metabolismo y/o te hacen sentir tan satisfecha, que no comerás como un saco sin fondo en tu próxima comida.
Las meriendas que están aquí siguen este criterio, y cada una tiene menos de 200 calorías.
Como la típica mujer joven necesita de 1.800 a 2.000 calorías al día, con estas meriendas no vas a excederte.
Además, ¡están riquísimas!
1 Paletas heladas
Si buscas algo dulzón, son perfectas. Las que no contienen azúcar saben dulce de todos modos y, como son mayormente agua, tienen menos de 20 calorías y cero grasa.
En este caso, mientras más comas, menos inflamada te sentirás, porque al ingerir más líquido, eliminarás mayor cantidad de agua y reducirás la hinchazón.
2 Lascas de manzana con mantequilla de maní
Esta es una combinación cargada de proteínas (de la mantequilla de maní) y fibra (de la manzana); te hace sentir satisfecha rápido y por bastante tiempo.
Corta en lascas la mitad de una manzana, añade 1½ cdas. de mantequilla de maní, y consumirás 200 calorías.
3 "Palitos"de queso
El queso siempre ha sido considerado un enemigo a la hora de bajar de peso, y la mayoría de las dietas lo prohíben. Pero los palitos de queso, ricos en proteína y parcialmente descremados, son un magnífico alimento adelgazador.
Cada paquetito tiene 6 gramos de proteína y menos de 75 calorías. Y no necesitan refrigeración constante, así que puedes llevar unos cuantos en el bolso para cuando te entre hambre.
4 Popcorn
Un paquete para hacer en el microondas, sin mantequilla ni sabor artificial, tiene 130 calorías; o sea, 3½ tazas de estas palomitas contienen menos calorías que 3 galletitas Oreo.
Además, son bajas en grasa y altísimas en fibra. Si lo deseas, añade alguna especia o agrega salsa picante (que aceleran el metabolismo).
5 Batatas fritas
Te mueres por comer papas fritas, pero un paquetito mediano tiene 380 calorías. Así que mejor haz estas seudopapas fritas, que contienen la mitad de las calorías.
Corta una batata en lascas finas, con una brocha úntales 1 cucharada de aceite de oliva, agrega un poquito de sal o de canela y ponlas al horno a 425º F (218º C) por 30 minutos.
Las batatas son ricas en fibra, que te hace sentir satisfecha y estabiliza los niveles del azúcar en la sangre, quitándote el deseo de consumir más comida chatarra pasado un rato.
6 Hot dogs de tofu
Hechos con soya en vez de con carne, esta versión de perros calientes saben muy bien, a pesar de ser bajos en grasa. Con sólo 60 calorías cada uno, puedes comerte uno o dos en un panecillo de trigo entero, sin pasarte de la cuota de calorías reservada para meriendas.
El bono: la soya acelera el metabolismo.
7 Avena
Cuando te entren deseos de comer algo cremoso y reconfortante, pon un paquetito de avena instantánea con sabor en el microondas. Cada uno tiene 100 calorías de granos de avena y fibra que te harán sentir satisfecha.
8 Leche con chocolate congelada
La temperatura fría de esta mezcla, similar a un batido, quizás te ayude a quemar más calorías durante la digestión, y la proteína que contiene te saciará.
Es fácil de preparar: en una licuadora con un puñado de hielo, vierte ½ taza de leche descremada y 2 cdas. de sirope de chocolate de dieta.
9 Chips de pita y salsa
La salsa picante contiene capsaicina, el compuesto activo de los chiles (pimientos, ajíes) picantes que acelera el metabolismo. Cómela con hojuelas de pita en vez de hojuelas de tortilla, que tienen menos calorías y más fibra.
Sólo consumirás 150 calorías.
10 Pizza de panecillo
El panecillo inglés (English muffin) puede sustituir la masa de la pizza regular, que al contener harina blanca, se digiere rápido y te hace volver a sentir hambre en poco tiempo.
Además, las investigaciones han vinculado el consumo de harina blanca con más grasa abdominal.
Si preparas tu pizza con un panecillo inglés de trigo entero, estarás consumiendo vitamina B y granos enteros.
Tuesta uno con ¼ taza de queso descremado y salsa de tomate por encima, y consumirás 200 calorías.
11 Yogur griego
Está muy trendy, es sabroso y puedes consumirlo sobre la marcha.
Es rico en proteína, bajo en azúcar y algunos tienen menos de 100 calorías por porción.
Un estudio reciente halló que las personas que comen 3 porciones diarias tienen un peso más saludable que aquellas que no consumen yogur.
12 Nueces
No te dejes asustar por el hecho de que son ricas en grasa; es monoinsaturada, que es buena para el corazón y satisface.
Y el cuerpo quema calorías para digerir esa proteína.
Limítate a ¼ taza, que contiene menos de 200 calorías.
13 Fresas con crema batida
¿Te mueres por un postre? Prueba la crema batida (1 cda. sólo tiene 15 calorías).
Dale más valor nutritivo acompañándola con fresas (4 calorías cada una).
Su alto contenido de agua te ayudará a eliminar el exceso de líquido.
14 Tortilla de huevo
Bate 4 claras de huevo y
1 yema, agrega pimientos o tomates picaditos y cocina en una sartén a calor mediano.
El resultado: un alimento saludable, sabroso y con menos de 150 calorías.
La mayoría de la proteína del huevo está en la clara, y la proteína tiene la virtud de acelerar el metabolismo.
15 Frutas secas
Las frutas secas son ricas en fibra (trata de que no tengan azúcar añadida), calman el deseo de comer dulce y te mantienen satisfecha por más tiempo que la mayoría de las golosinas que venden en las máquinas de meriendas; 1/3 de taza de peras o albaricoques secos contiene menos de 150 calorías
(funte/esmas.com)
Es cierto que muchos alimentos se las arreglan para ir directo a tus pompis y muslos, pero eso sucede sólo si consumes los alimentos equivocados.
El truco es elegir los que aceleran el metabolismo y/o te hacen sentir tan satisfecha, que no comerás como un saco sin fondo en tu próxima comida.
Las meriendas que están aquí siguen este criterio, y cada una tiene menos de 200 calorías.
Como la típica mujer joven necesita de 1.800 a 2.000 calorías al día, con estas meriendas no vas a excederte.
Además, ¡están riquísimas!
1 Paletas heladas
Si buscas algo dulzón, son perfectas. Las que no contienen azúcar saben dulce de todos modos y, como son mayormente agua, tienen menos de 20 calorías y cero grasa.
En este caso, mientras más comas, menos inflamada te sentirás, porque al ingerir más líquido, eliminarás mayor cantidad de agua y reducirás la hinchazón.
2 Lascas de manzana con mantequilla de maní
Esta es una combinación cargada de proteínas (de la mantequilla de maní) y fibra (de la manzana); te hace sentir satisfecha rápido y por bastante tiempo.
Corta en lascas la mitad de una manzana, añade 1½ cdas. de mantequilla de maní, y consumirás 200 calorías.
3 "Palitos"de queso
El queso siempre ha sido considerado un enemigo a la hora de bajar de peso, y la mayoría de las dietas lo prohíben. Pero los palitos de queso, ricos en proteína y parcialmente descremados, son un magnífico alimento adelgazador.
Cada paquetito tiene 6 gramos de proteína y menos de 75 calorías. Y no necesitan refrigeración constante, así que puedes llevar unos cuantos en el bolso para cuando te entre hambre.
4 Popcorn
Un paquete para hacer en el microondas, sin mantequilla ni sabor artificial, tiene 130 calorías; o sea, 3½ tazas de estas palomitas contienen menos calorías que 3 galletitas Oreo.
Además, son bajas en grasa y altísimas en fibra. Si lo deseas, añade alguna especia o agrega salsa picante (que aceleran el metabolismo).
5 Batatas fritas
Te mueres por comer papas fritas, pero un paquetito mediano tiene 380 calorías. Así que mejor haz estas seudopapas fritas, que contienen la mitad de las calorías.
Corta una batata en lascas finas, con una brocha úntales 1 cucharada de aceite de oliva, agrega un poquito de sal o de canela y ponlas al horno a 425º F (218º C) por 30 minutos.
Las batatas son ricas en fibra, que te hace sentir satisfecha y estabiliza los niveles del azúcar en la sangre, quitándote el deseo de consumir más comida chatarra pasado un rato.
6 Hot dogs de tofu
Hechos con soya en vez de con carne, esta versión de perros calientes saben muy bien, a pesar de ser bajos en grasa. Con sólo 60 calorías cada uno, puedes comerte uno o dos en un panecillo de trigo entero, sin pasarte de la cuota de calorías reservada para meriendas.
El bono: la soya acelera el metabolismo.
7 Avena
Cuando te entren deseos de comer algo cremoso y reconfortante, pon un paquetito de avena instantánea con sabor en el microondas. Cada uno tiene 100 calorías de granos de avena y fibra que te harán sentir satisfecha.
8 Leche con chocolate congelada
La temperatura fría de esta mezcla, similar a un batido, quizás te ayude a quemar más calorías durante la digestión, y la proteína que contiene te saciará.
Es fácil de preparar: en una licuadora con un puñado de hielo, vierte ½ taza de leche descremada y 2 cdas. de sirope de chocolate de dieta.
9 Chips de pita y salsa
La salsa picante contiene capsaicina, el compuesto activo de los chiles (pimientos, ajíes) picantes que acelera el metabolismo. Cómela con hojuelas de pita en vez de hojuelas de tortilla, que tienen menos calorías y más fibra.
Sólo consumirás 150 calorías.
10 Pizza de panecillo
El panecillo inglés (English muffin) puede sustituir la masa de la pizza regular, que al contener harina blanca, se digiere rápido y te hace volver a sentir hambre en poco tiempo.
Además, las investigaciones han vinculado el consumo de harina blanca con más grasa abdominal.
Si preparas tu pizza con un panecillo inglés de trigo entero, estarás consumiendo vitamina B y granos enteros.
Tuesta uno con ¼ taza de queso descremado y salsa de tomate por encima, y consumirás 200 calorías.
11 Yogur griego
Está muy trendy, es sabroso y puedes consumirlo sobre la marcha.
Es rico en proteína, bajo en azúcar y algunos tienen menos de 100 calorías por porción.
Un estudio reciente halló que las personas que comen 3 porciones diarias tienen un peso más saludable que aquellas que no consumen yogur.
12 Nueces
No te dejes asustar por el hecho de que son ricas en grasa; es monoinsaturada, que es buena para el corazón y satisface.
Y el cuerpo quema calorías para digerir esa proteína.
Limítate a ¼ taza, que contiene menos de 200 calorías.
13 Fresas con crema batida
¿Te mueres por un postre? Prueba la crema batida (1 cda. sólo tiene 15 calorías).
Dale más valor nutritivo acompañándola con fresas (4 calorías cada una).
Su alto contenido de agua te ayudará a eliminar el exceso de líquido.
14 Tortilla de huevo
Bate 4 claras de huevo y
1 yema, agrega pimientos o tomates picaditos y cocina en una sartén a calor mediano.
El resultado: un alimento saludable, sabroso y con menos de 150 calorías.
La mayoría de la proteína del huevo está en la clara, y la proteína tiene la virtud de acelerar el metabolismo.
15 Frutas secas
Las frutas secas son ricas en fibra (trata de que no tengan azúcar añadida), calman el deseo de comer dulce y te mantienen satisfecha por más tiempo que la mayoría de las golosinas que venden en las máquinas de meriendas; 1/3 de taza de peras o albaricoques secos contiene menos de 150 calorías
(funte/esmas.com)
Aparece píldora que promete reducir grasa en una semana
Se trata de una pastilla creada en base a una hormona artificial y que ya ha sido probada exitosamente en un grupo de ratones. Se espera que esta experiencia pueda reproducirse en un futuro cercano en seres humanos.
Los índices de obesidad en el mundo son alarmantes, es por esto que la ciencia está empeñándose en ayudar a quienes padecen de sobrepeso. Les contamos que actualmente un grupo de investigadores está trabajando arduamente en crear un pastilla que promete reducir la grasa del cuerpo en tan sólo una semana.
Se trata de un trabajo realizado por científicos de la Universidad de Indiana en Estados Unidos y que está en estos momentos en etapa experimental. Lo avanzado hasta ahora es bastante alentador, ya que lograron reducir la grasa en un 42 por ciento en un grupo de ratas, por lo que la idea es que poder reproducir esta experiencia en seres humanos en un futuro cercano.
Esta pastilla está creada en base a una hormona sintética que regula la glucosa en el metabolismo. Se trata de un medicamento que incluso ya había sido probado exitosamente en personas que padecían que era diabéticas y que estaban recibiendo un tratamiento anti obesidad.
Los índices de obesidad en el mundo son alarmantes, es por esto que la ciencia está empeñándose en ayudar a quienes padecen de sobrepeso. Les contamos que actualmente un grupo de investigadores está trabajando arduamente en crear un pastilla que promete reducir la grasa del cuerpo en tan sólo una semana.
Se trata de un trabajo realizado por científicos de la Universidad de Indiana en Estados Unidos y que está en estos momentos en etapa experimental. Lo avanzado hasta ahora es bastante alentador, ya que lograron reducir la grasa en un 42 por ciento en un grupo de ratas, por lo que la idea es que poder reproducir esta experiencia en seres humanos en un futuro cercano.
Esta pastilla está creada en base a una hormona sintética que regula la glucosa en el metabolismo. Se trata de un medicamento que incluso ya había sido probado exitosamente en personas que padecían que era diabéticas y que estaban recibiendo un tratamiento anti obesidad.
Cinco errores garrafales para bajar de peso
Un día de repente te dices '¡basta!, no quiero tener estos kilos de más', y en tu urgencia recurres a 'soluciones' que no son las adecuadas.
Terra.-Te presentamos aquí los cinco errores más comunes de las teens en su desesperado intento de volver a entrar en aquellos jeans que llevan tiempo guardados.
1. “Si como menos voy a bajar de peso” Definitivamente no. La única manera saludable de bajar los kilos que tienes de más no es comer menos, sino hacerlo de la mejor manera.
Una dieta que sea nutritiva y equilibrada no es igual a comer mínimas porciones y morirte de hambre.
2. “Comer todo light haré que adelgace” Definitivamente falso. Los productos catalogados como light no sirven para bajar de peso; su objetivo es consumir menos calorías.
Por lo general, los alimentos catalogados como “light” tienen menos calorías o grasa, pero eso no quiere decir que no las contengan. Abusar de ellos es como si abusaras de cualquier otro producto; así que tu peso igualmente puede aumentar.
Además, debes ser muy cuidadosa al utilizar este tipo de productos, pues lo mejor es analizar lo que contienen y en qué proporciones.
Para tu sorpresa lo light muchas veces no resulta tan light.
El término se ha generalizado mucho, y hay veces que se utiliza para decir que el producto tiene un poquito menos de azúcar, o un poquito menos de grasa, o a veces hasta una consistencia más ligera.
3. “No voy a desayunar para deshacerme de los kilos de más” Graaaan error. Saltarte esta primera comida es un error bastante frecuente que definitivamente no funciona si quieres bajar de peso.
Si tu cuerpo no recibe alimento durante muchas horas, creerá que hay escasez de comida y cuando comas lo que hará será almacenar una buena parte en forma de grasa.
Así es que organízate mejor para darte el tiempo necesario para desayunar. Si de todas formas andas corriendo, puedes comer algo saludable que no demore tanto en prepararse, o te lo puedes llevar y comer en el camino, por ejemplo.
4. “La dieta de un solo alimento es la solución” Nooooo. Sabemos que es famosa, pero una dieta de este tipo no te traerá ningún beneficio.
Hay quienes deciden que un día comerán pura lechuga y al siguiente, puro melón, y así hasta terminar la semana.
Comer durante un día o varios el mismo alimento no es nada sano, por más que lo sea lo que comes. Esto debido a que un solo alimento no te puede proporcionar todos los nutrientes que tu cuerpo necesita.
Requieres ingerir carbohidratos, vitaminas, minerales, proteínas y grasas para que tu cuerpo funcione correctamente.
5. “Ayer comí demasiado. Hoy no como” ¡¿What?! No comer durante un día es una postura extrema e inútil si tu deseo es perder peso.
Bastan pocas horas sin comer para que tu metabolismo baje el ritmo y se vuelta más lento.
Por ello, los gramos que hayas perdido serán recuperados de inmediato en cuanto pruebes bocado. Además, puedes ocasionarte problemas de salud y sufrir dolores de cabeza y mal humor.
Lo mejor es hacer tres comidas fuertes y dos ligeras. Es decir, desayuno, comida y cena, y entre ellas, una colación o pequeño refrigerio.
De esta forma tu metabolismo trabajará de manera constante y quemarás de manera fácil las calorías que sobren.
Lo que sí es recomendable Si deseas bajar esos molestos kilitos que te están dando lata, lo mejor es que tengas una buena alimentación, lo que significa que tu comida debe ser suficiente, tanto en cantidad como en calidad.
Es decir, debes consumir los diferentes grupos de alimentos en proporciones adecuadas.
Te recomendamos incluir en cada una de tus tres comidas principales: verduras y fruta, cereales y tubérculos, leguminosas y alimentos de origen animal, aunque sea en pequeñas porciones.
Además, debes mover tu cuerpo y mantenerlo activo, así que practica ejercicio por lo menos tres veces por semana.
(fuente/terra.com)
Terra.-Te presentamos aquí los cinco errores más comunes de las teens en su desesperado intento de volver a entrar en aquellos jeans que llevan tiempo guardados.
1. “Si como menos voy a bajar de peso” Definitivamente no. La única manera saludable de bajar los kilos que tienes de más no es comer menos, sino hacerlo de la mejor manera.
Una dieta que sea nutritiva y equilibrada no es igual a comer mínimas porciones y morirte de hambre.
2. “Comer todo light haré que adelgace” Definitivamente falso. Los productos catalogados como light no sirven para bajar de peso; su objetivo es consumir menos calorías.
Por lo general, los alimentos catalogados como “light” tienen menos calorías o grasa, pero eso no quiere decir que no las contengan. Abusar de ellos es como si abusaras de cualquier otro producto; así que tu peso igualmente puede aumentar.
Además, debes ser muy cuidadosa al utilizar este tipo de productos, pues lo mejor es analizar lo que contienen y en qué proporciones.
Para tu sorpresa lo light muchas veces no resulta tan light.
El término se ha generalizado mucho, y hay veces que se utiliza para decir que el producto tiene un poquito menos de azúcar, o un poquito menos de grasa, o a veces hasta una consistencia más ligera.
3. “No voy a desayunar para deshacerme de los kilos de más” Graaaan error. Saltarte esta primera comida es un error bastante frecuente que definitivamente no funciona si quieres bajar de peso.
Si tu cuerpo no recibe alimento durante muchas horas, creerá que hay escasez de comida y cuando comas lo que hará será almacenar una buena parte en forma de grasa.
Así es que organízate mejor para darte el tiempo necesario para desayunar. Si de todas formas andas corriendo, puedes comer algo saludable que no demore tanto en prepararse, o te lo puedes llevar y comer en el camino, por ejemplo.
4. “La dieta de un solo alimento es la solución” Nooooo. Sabemos que es famosa, pero una dieta de este tipo no te traerá ningún beneficio.
Hay quienes deciden que un día comerán pura lechuga y al siguiente, puro melón, y así hasta terminar la semana.
Comer durante un día o varios el mismo alimento no es nada sano, por más que lo sea lo que comes. Esto debido a que un solo alimento no te puede proporcionar todos los nutrientes que tu cuerpo necesita.
Requieres ingerir carbohidratos, vitaminas, minerales, proteínas y grasas para que tu cuerpo funcione correctamente.
5. “Ayer comí demasiado. Hoy no como” ¡¿What?! No comer durante un día es una postura extrema e inútil si tu deseo es perder peso.
Bastan pocas horas sin comer para que tu metabolismo baje el ritmo y se vuelta más lento.
Por ello, los gramos que hayas perdido serán recuperados de inmediato en cuanto pruebes bocado. Además, puedes ocasionarte problemas de salud y sufrir dolores de cabeza y mal humor.
Lo mejor es hacer tres comidas fuertes y dos ligeras. Es decir, desayuno, comida y cena, y entre ellas, una colación o pequeño refrigerio.
De esta forma tu metabolismo trabajará de manera constante y quemarás de manera fácil las calorías que sobren.
Lo que sí es recomendable Si deseas bajar esos molestos kilitos que te están dando lata, lo mejor es que tengas una buena alimentación, lo que significa que tu comida debe ser suficiente, tanto en cantidad como en calidad.
Es decir, debes consumir los diferentes grupos de alimentos en proporciones adecuadas.
Te recomendamos incluir en cada una de tus tres comidas principales: verduras y fruta, cereales y tubérculos, leguminosas y alimentos de origen animal, aunque sea en pequeñas porciones.
Además, debes mover tu cuerpo y mantenerlo activo, así que practica ejercicio por lo menos tres veces por semana.
(fuente/terra.com)
Comemos lo mismo, ¿por qué yo engordo y tú no?
Seguro que habrás oído o dicho más de una vez esta queja encubierta en una pregunta. Todos conocemos a personas que ingieren muchas calorías y no engordan mientras que otras se las ven y se las desean para perder algún kilo aún con una dieta estricta.
¿Cuál es la razón?
A menudo se dice que la naturaleza es sabia. Dejando a un lado la verdad tras esa afirmación, habría que complementarla diciendo que, además, es cruel e injusta. Para esos millones de personas que tienen que seguir una dieta a rajatabla para no ganar peso, mientras ven con frustración a muchas personas delgadas dándose comilonas sin engordar un gramo, la madre naturaleza les debe parecer de todo menos equitativa e igualitaria.
Aún así, todos partimos de una misma base, conseguimos energía a través de los alimentos y todos la gastamos para que nuestro cuerpo funcione y podamos realizar actividades físicas y mentales. Sin embargo, la capacidad para almacenar y gastar energías varía de una persona a otra.
Resulta fundamental aclarar que los dos factores principales y universales que van a influir en el peso de una persona van a ser dos: La cantidad de kilocalorías (kcal.) de la dieta y el ejercicio físico. A más kcal. ingeridas y a menos ejercicio físico más propensa será la persona a guardar la energía extra que sobra en forma de grasa. La grasa es la forma más eficiente para almacenar esas kcal. que no hemos aprovechado (bien porque hemos comido en exceso o bien porque no hemos hecho suficiente ejercicio físico). De hecho, de cada gramo de grasa se libera mucha más energía que de los hidratos de carbono o de las proteínas, alrededor de 9 calorías.
Como hemos dicho, la dieta y el ejercicio van a resultar muy importantes en el peso final que tendrá un individuo pero no son, ni mucho menos, los únicos factores implicados. Todos conocemos a personas que comen como si no existiera el mañana, no hacen ni pizca de ejercicio y siguen estando muy delgadas, mientras otras personas con dietas bajas en calorías y con bastante ejercicio rebajan con mucha dificultad algunos kilos. El secreto detrás de estas situaciones tan desiguales lo encontramos detrás de los siguientes factores (aunque pueden existir todavía más que aún se desconocen):
El metabolismo basal: El mínimo consumo de energía para mantenernos vivos
El metabolismo basal es la energía que gastamos para mantener las funciones del cuerpo que nos permiten seguir con vida: La actividad del corazón, el funcionamiento de los riñones, el cerebro... Sería la cantidad de energía que gastamos en el reposo más absoluto y es independiente de la actividad física realizada.
Cada persona va a tener un metabolismo basal diferente dependiendo de algunas características. Así, por ejemplo, los hombres (al poseer un porcentaje mayor de masa muscular) van a tener un metabolismo basal ligeramente más elevado que las mujeres. También aquellas personas más altas, con mayor peso o los niños en proceso de crecimiento, tienen un metabolismo basal más elevado. De hecho, la edad va a influir bastante en este aspecto, conforme se van cumpliendo años se va perdiendo metabolismo basal. Otras situaciones especiales que pueden aumentar el metabolismo basal pueden ser la lactancia en las madres, el estrés, la aparición de alguna enfermedad o una temperatura ambiental elevada.
Estas variaciones en el consumo de kilocalorías en reposo van a determinar, hasta cierto punto, que dos personas respondan de forma diferente a una misma dieta y la misma cantidad de ejercicio físico. Y, así, una puede engordar y la otra adelgazar porque ambas necesitan una cantidad de kilocalorías diferente por un metabolismo basal distinto. Teniendo en cuenta que aproximadamente el 55-70% del gasto energético total de nuestro organismo se lo debemos al metabolismo basal (sólo un 30-45% se lo debemos al ejercicio físico y a la producción de calor) resulta muy importante tener siempre presente este factor. Sencillamente, cada persona consume una cantidad de energía diferente para mantenerse con vida. Popularmente, se dice que las personas que tienen un metabolismo basal elevado tienen un "metabolismo rápido" mientras que las personas que tienen un metabolismo basal bajo tienen un "metabolismo lento".
Genotipo ahorrador: Un riesgo en la cultura de la comida en abundancia
Cada vez que nos alimentamos, aumentamos la cantidad de glucosa (comúnmente llamado azúcar) en nuestra sangre. La elevación de esta molécula en sangre lleva a la producción de la famosa insulina. Esta hormona actúa como una llave, permitiendo que las células "abran sus puertas" a la glucosa y así entre hacia su interior y puedan digerirla para funcionar con normalidad.
Cada tejido va a tener una sensibilidad diferente al efecto de la insulina. Habrá células que sólo dejen la puerta entreabierta a la glucosa ante el efecto de la hormona, otras la abrirán de par en par (como las células musculares), mientras otras no dependen de la insulina para que la glucosa vaya hacia el interior. Las células del cerebro, por ejemplo, reciben constantemente glucosa sin depender de los efectos de la insulina.
Aunque en la mayoría de la gente las células musculares tiendan a captar con facilidad la glucosa gracias a la insulina, existen algunas personas cuyas células musculares apenas se quedan entreabiertas para captar la glucosa. En su lugar, van a ser los adipocitos los que dejen abiertas las puertas de par en par cuando la insulina hace acto de presencia pero no para la glucosa, sino para un tipo especial de grasa, los triglicéridos. Este comportamiento se debe a una serie de genes (genotipo) que determina, en mayor o menor medida, este resultado.
¿Qué quiere decir esto? Que las personas que tengan estas células musculares que responden poco a la insulina (también puede ocurrir en el hígado) van a almacenar un porcentaje mayor de grasa de los alimentos que consumen. Son "ahorradores" en el sentido de que evitan que gran cantidad de la glucosa sea utilizada por los músculos y, en su lugar, la transforman en triglicéridos para almacenarse en el tejido graso. De ahí que dos personas comiendo lo mismo, con la misma dieta y metabolismo basal, una pueda engordar más que la otra porque transforma un mayor porcentaje de lo que ingiere en grasa.
¿Qué sentido tiene el genotipo ahorrador ante una abundancia de alimentos?
Ser un genotipo ahorrador en el primer mundo es una desventaja. Ante un mínimo exceso de consumo de kilocalorías se engorda con facilidad y, con ello, aparecen otros trastornos asociados (diabetes, obesidad, hipercolesterolemia...) . Además, no sólo engordan, sino que también suelen necesitar ingerir más alimentos para saciar el apetito. Sin embargo, tienen una ventaja en el tercer mundo y en determinadas situaciones como guerras y catástrofes naturales con déficits de alimentos. Son más resistentes y sobreviven mejor a las hambrunas porque tienen facilidad para almacenar lo poco que coman en exceso.
Tenemos que tener en cuenta que somos como somos por nuestra historia evolutiva. Hace millones de años, nuestros antepasados no disfrutaban de la abundancia de alimentos que tenemos ahora (eso llegó gracias a la agricultura y la ganadería). En esa época, donde se cazaba y recolectaba para sobrevivir, no era raro que existiesen largos periodos de hambrunas en los que había muy poca cosa que llevarse a la boca. Ante ese panorama, aquellas personas que mejor pudieran almacenar la energía de los alimentos en forma de grasa para sobrevivir a posteriores hambrunas, tenían más posibilidades de sobrevivir.
Dado que los seres humanos actuales somos los descendientes de los que sobrevivieron para transmitir sus genes, es lógico que muchas personas en la actualidad tengan este rasgo. Un rasgo que supuso una gran ventaja en el pasado pero que en la actualidad es un gran problema cuando tienes cualquier alimento al alcance de la mano.
¿Cuál es la razón?
A menudo se dice que la naturaleza es sabia. Dejando a un lado la verdad tras esa afirmación, habría que complementarla diciendo que, además, es cruel e injusta. Para esos millones de personas que tienen que seguir una dieta a rajatabla para no ganar peso, mientras ven con frustración a muchas personas delgadas dándose comilonas sin engordar un gramo, la madre naturaleza les debe parecer de todo menos equitativa e igualitaria.
Aún así, todos partimos de una misma base, conseguimos energía a través de los alimentos y todos la gastamos para que nuestro cuerpo funcione y podamos realizar actividades físicas y mentales. Sin embargo, la capacidad para almacenar y gastar energías varía de una persona a otra.
Resulta fundamental aclarar que los dos factores principales y universales que van a influir en el peso de una persona van a ser dos: La cantidad de kilocalorías (kcal.) de la dieta y el ejercicio físico. A más kcal. ingeridas y a menos ejercicio físico más propensa será la persona a guardar la energía extra que sobra en forma de grasa. La grasa es la forma más eficiente para almacenar esas kcal. que no hemos aprovechado (bien porque hemos comido en exceso o bien porque no hemos hecho suficiente ejercicio físico). De hecho, de cada gramo de grasa se libera mucha más energía que de los hidratos de carbono o de las proteínas, alrededor de 9 calorías.
Como hemos dicho, la dieta y el ejercicio van a resultar muy importantes en el peso final que tendrá un individuo pero no son, ni mucho menos, los únicos factores implicados. Todos conocemos a personas que comen como si no existiera el mañana, no hacen ni pizca de ejercicio y siguen estando muy delgadas, mientras otras personas con dietas bajas en calorías y con bastante ejercicio rebajan con mucha dificultad algunos kilos. El secreto detrás de estas situaciones tan desiguales lo encontramos detrás de los siguientes factores (aunque pueden existir todavía más que aún se desconocen):
El metabolismo basal: El mínimo consumo de energía para mantenernos vivos
El metabolismo basal es la energía que gastamos para mantener las funciones del cuerpo que nos permiten seguir con vida: La actividad del corazón, el funcionamiento de los riñones, el cerebro... Sería la cantidad de energía que gastamos en el reposo más absoluto y es independiente de la actividad física realizada.
Cada persona va a tener un metabolismo basal diferente dependiendo de algunas características. Así, por ejemplo, los hombres (al poseer un porcentaje mayor de masa muscular) van a tener un metabolismo basal ligeramente más elevado que las mujeres. También aquellas personas más altas, con mayor peso o los niños en proceso de crecimiento, tienen un metabolismo basal más elevado. De hecho, la edad va a influir bastante en este aspecto, conforme se van cumpliendo años se va perdiendo metabolismo basal. Otras situaciones especiales que pueden aumentar el metabolismo basal pueden ser la lactancia en las madres, el estrés, la aparición de alguna enfermedad o una temperatura ambiental elevada.
Estas variaciones en el consumo de kilocalorías en reposo van a determinar, hasta cierto punto, que dos personas respondan de forma diferente a una misma dieta y la misma cantidad de ejercicio físico. Y, así, una puede engordar y la otra adelgazar porque ambas necesitan una cantidad de kilocalorías diferente por un metabolismo basal distinto. Teniendo en cuenta que aproximadamente el 55-70% del gasto energético total de nuestro organismo se lo debemos al metabolismo basal (sólo un 30-45% se lo debemos al ejercicio físico y a la producción de calor) resulta muy importante tener siempre presente este factor. Sencillamente, cada persona consume una cantidad de energía diferente para mantenerse con vida. Popularmente, se dice que las personas que tienen un metabolismo basal elevado tienen un "metabolismo rápido" mientras que las personas que tienen un metabolismo basal bajo tienen un "metabolismo lento".
Genotipo ahorrador: Un riesgo en la cultura de la comida en abundancia
Cada vez que nos alimentamos, aumentamos la cantidad de glucosa (comúnmente llamado azúcar) en nuestra sangre. La elevación de esta molécula en sangre lleva a la producción de la famosa insulina. Esta hormona actúa como una llave, permitiendo que las células "abran sus puertas" a la glucosa y así entre hacia su interior y puedan digerirla para funcionar con normalidad.
Cada tejido va a tener una sensibilidad diferente al efecto de la insulina. Habrá células que sólo dejen la puerta entreabierta a la glucosa ante el efecto de la hormona, otras la abrirán de par en par (como las células musculares), mientras otras no dependen de la insulina para que la glucosa vaya hacia el interior. Las células del cerebro, por ejemplo, reciben constantemente glucosa sin depender de los efectos de la insulina.
Aunque en la mayoría de la gente las células musculares tiendan a captar con facilidad la glucosa gracias a la insulina, existen algunas personas cuyas células musculares apenas se quedan entreabiertas para captar la glucosa. En su lugar, van a ser los adipocitos los que dejen abiertas las puertas de par en par cuando la insulina hace acto de presencia pero no para la glucosa, sino para un tipo especial de grasa, los triglicéridos. Este comportamiento se debe a una serie de genes (genotipo) que determina, en mayor o menor medida, este resultado.
¿Qué quiere decir esto? Que las personas que tengan estas células musculares que responden poco a la insulina (también puede ocurrir en el hígado) van a almacenar un porcentaje mayor de grasa de los alimentos que consumen. Son "ahorradores" en el sentido de que evitan que gran cantidad de la glucosa sea utilizada por los músculos y, en su lugar, la transforman en triglicéridos para almacenarse en el tejido graso. De ahí que dos personas comiendo lo mismo, con la misma dieta y metabolismo basal, una pueda engordar más que la otra porque transforma un mayor porcentaje de lo que ingiere en grasa.
¿Qué sentido tiene el genotipo ahorrador ante una abundancia de alimentos?
Ser un genotipo ahorrador en el primer mundo es una desventaja. Ante un mínimo exceso de consumo de kilocalorías se engorda con facilidad y, con ello, aparecen otros trastornos asociados (diabetes, obesidad, hipercolesterolemia...) . Además, no sólo engordan, sino que también suelen necesitar ingerir más alimentos para saciar el apetito. Sin embargo, tienen una ventaja en el tercer mundo y en determinadas situaciones como guerras y catástrofes naturales con déficits de alimentos. Son más resistentes y sobreviven mejor a las hambrunas porque tienen facilidad para almacenar lo poco que coman en exceso.
Tenemos que tener en cuenta que somos como somos por nuestra historia evolutiva. Hace millones de años, nuestros antepasados no disfrutaban de la abundancia de alimentos que tenemos ahora (eso llegó gracias a la agricultura y la ganadería). En esa época, donde se cazaba y recolectaba para sobrevivir, no era raro que existiesen largos periodos de hambrunas en los que había muy poca cosa que llevarse a la boca. Ante ese panorama, aquellas personas que mejor pudieran almacenar la energía de los alimentos en forma de grasa para sobrevivir a posteriores hambrunas, tenían más posibilidades de sobrevivir.
Dado que los seres humanos actuales somos los descendientes de los que sobrevivieron para transmitir sus genes, es lógico que muchas personas en la actualidad tengan este rasgo. Un rasgo que supuso una gran ventaja en el pasado pero que en la actualidad es un gran problema cuando tienes cualquier alimento al alcance de la mano.
Las Grasas que Comemos
Las grasas y los aceites o triglicéridos son un grupo de compuestos orgánicos (lípidos) de naturaleza aceitosa, untuosa o cerosa. Los animales las concentran en variadas partes del cuerpo, pero principalmente en los tejidos adiposos; en las plantas están contenidas generalmente en las semillas a modo de sustancias de reserva.
Las grasas, además de aportar la mayor cantidad de energía al organismo, son importantes para que se produzca la absorción de algunas vitaminas, como las liposolubles A, D, E y K. Son también responsables en gran parte del sabor de los alimentos.
Gran parte de las grasas que consumimos se derivan de los aceites que se utilizan para cocinar y una forma muy habitual de cocinarlos es la fritura, considerada por muchos puristas de la dietética como un veneno para nuestro organismo. Sin embargo, vamos a darle un voto de confianza al frito de toda la vida aprendiendo a sacar el mejor rendimiento de los aceites vegetales.
La consecuencia inmediata de freír cualquier alimento es que éste pierde parte de sus propiedades que van a pasar al aceite de la fritura, aparte de hacer que éste gane una cantidad de calorías extra y que la digestión sea peor que la de cualquier otro tipo de cocinado. Si queremos tomar de vez en cuando alimentos fritos es importante que sigamos una serie de recomendaciones básicas para que éstos sean igual de saludables que los alimentos cocinados de cualquier otra forma.
Clasificación de las grasas...
Según la consistencia que presentan a la temperatura ambiente, las grasas se clasifican en aceites, cuando son líquidas; untos o mantecas cuando son semisólidas y sebos, cuando son sólidas. Son insolubles en agua y menos densas que ella. Generalmente, en estado puro son insípidas, inodoras e incoloras.
Las características físicas de las sustancias grasas vienen determinadas por una serie de ácidos grasos puros, algunos de los cuales son la palmitina, la estearina y la oleína (esta última está contenida principalmente en los aceites vegetales), todos ellos se encuentran en las grasas y aceites naturales en distintas proporciones. Las grasas saturadas son sólidas a temperatura ambiente y proceden generalmente de organismos animales.
Grasas saturadas e insaturadas...
Según el número de átomos de hidrógeno que presentan los enlaces químicos de las grasas, éstas se dividen en saturadas, cuando contienen todos los átomos de hidrógeno posibles; e insaturadas, cuando han perdido dos o más átomos de hidrógeno (son las monoinsaturadas y poliinsaturadas respectivamente). Las grasas saturadas son sólidas a temperatura ambiente y proceden generalmente de los organismos animales. Por su parte, las insaturadas son líquidas y proceden sobre todo de los aceites de semillas. Las dietas ricas en determinadas grasas se han demostrado como perjudiciales para el organismo, especialmente las saturadas (véase el siguiente apartado "Efectos de las grasas en el organismo...").
Efectos de las grasas en el organismo, el colesterol...
Además de a niveles altos de de colesterol, un consumo excesivo de grasas está asociado a la obesidad, enfermedades de la vesícula biliar y algunos tipos de cáncer.
El organismo recibe las grasas de la dieta y tras descomponerlas en ácidos grasos los pasa a la sangre, formando los llamados triglicéridos. Por los estudios realizados sobre determinadas enfermedades cardíacas y vasculares, se sabe que éstas pueden ser causadas por dietas ricas en grasas, especialmente si se trata de grasas saturadas, ya que elevan el nivel de colesterol en sangre.
El aceite de oliva es una grasa insaturada que se ha demostrado excelente para prevenir los accidentes vasculares por altos niveles de colesterol.
El colesterol es un lípido muy difundido en los tejidos animales, y de importancia para sintetizar variadas sustancias, tales como la vitamina D, la bilis, las hormonas sexuales, o las hormonas de la corteza suprarrenal (corticoesteroides). Sin embargo, un alto nivel de colesterol en la sangre promueve la obstrucción de las arterias, al depositarse la grasa en sus paredes y sedimentarse con cierta dureza, produciendo rigidez y disminuyendo el volumen del riego sanguíneo. Cuando esto se produce en las arterias coronarias, que tienen la misión de regar las paredes externas del corazón, se puede interrumpir el suministro y conducir finalmente a un ataque al corazón (infarto cardíaco o de miocardio). Además de a niveles altos de colesterol, un consumo excesivo de grasas está asociado a la obesidad, enfermedades de la vesícula biliar y algunos tipos de cáncer.
En Dietas
En una dieta sana deben limitarse al máximo las grasas saturadas, que aumentan el riesgo de sufrir accidentes vasculares por incremento del nivel de colesterol en sangre.
En una dieta sana deben limitarse al máximo las grasas saturadas (procedentes generalmente de organismos animales). Por el contrario, es aconsejable sustituirlas por grasas insaturadas (procedentes de organismos vegetales), sobre todo si son del tipo poliinsaturadas, que tienden a reducir los niveles de colesterol. El aceite de oliva, por ejemplo, es una grasa no saturada que se ha demostrado excelente para prevenir los accidentes vasculares por acumulación de colesterol de baja intensidad en las arterias, gracias a su contenido en ácido oleico; es además un ingrediente de la tan afamada dieta mediterránea.
Algunos ácidos grasos poliinsaturados que se encuentran generalmente en los aceites de pescado, también son beneficiosos para la circulación sanguínea, ya que reducen la coagulación y por tanto el riesgo de sufrir una trombosis
Energía de las grasas...
Aunque las grasas no son tan abundantes en la naturaleza como los hidratos de carbono, producen sin embargo más del doble de energía que éstos.
Las grasas no son tan abundantes en la naturaleza como los hidratos de carbono, pero sin embargo producen más del doble de energía que éstos. Son además muy fáciles de almacenar como reservas energéticas para cuando se produzca una reducción de los hidratos de carbono disponibles.
Las células procesan muy eficazmente la energía almacenada en forma de grasas. Cuando el cuerpo "quema" (oxida) un gramo de grasa, se liberan unas 9 kcalorías (alrededor de 37.000 julios), mientras que la misma cantidad en hidratos de carbono o proteínas sólo liberan unas 4 kcalorías (alrededor de 16.000 julios).
Los animales almacenan grasa preferentemente en los tejidos adiposos, para su posterior consumo durante los periodos de gran actividad física, estaciones frías o secas, o dificultad para obtener alimentos. Los humanos, sin embargo, son seres industriosos, con capacidad para modificar sus condiciones de trabajo en beneficio del máximo rendimiento, lo que implica la utilización de máquinas para desarrollar labores con el mínimo esfuerzo físico y por tanto con escaso consumo de calorías, lo que da lugar a un almacenamiento excesivo de grasas en el organismo, por ingestión de alimentos energéticos en mayor cantidad que las energías consumidas, hecho especialmente evidente en los países desarrollados e industrializados, donde además los alimentos no escasean; en estos países más del 40% del consumo total de energía procede de las grasas.
Algunas grasas animales muy comunes, como las de la leche, apenas sufren alteraciones desde su obtención.
La acumulación desproporcionada de grasa en el cuerpo humano se ha tornado en un riesgo creciente para la salud, por ello las guías nutricionales de la Organización Mundial de la Salud aconsejan que, de toda la energía ingerida a través de los alimentos, la correspondiente a grasas no supere el 30%.
Grasas y aceites alimentarios...
Las grasas y aceites, aunque también tienen utilidades industriales, son generalmente destinadas a la alimentación humana. Algunas grasas animales muy comunes en la cesta de la compra apenas sufren alteraciones desde su obtención, tal es el caso de las mantecas de cerdo y las grasas de la leche; o las margarinas, que consisten simplemente en aceites hidrogenados (endurecidos). En los últimos tiempos la industria alimentaria ha conseguido desarrollar variados productos bajos en grasa, para sustituir en todo o en parte esos otros productos, alcanzándose reducciones superiores al 20% en la dieta.
Necesidades diarias de lípidos
Se recomienda que las grasas de la dieta aporten entre un 20 y un 30 % de las necesidades energéticas diarias. Pero nuestro organismo no hace el mismo uso de los diferentes tipos de grasa, por lo que este 30 % deberá estar compuesto por un 10 % de grasas saturadas (grasa de origen animal), un 5 % de grasas insaturadas (aceite de oliva) y un 5 % de grasas poliinsaturadas (aceites de semillas y frutos secos). Además, hay ciertos lípidos que se consideran esenciales para el organismo, como el ácido linoleico o el linolénico, que si no están presentes en la dieta en pequeñas cantidades se producen enfermedades y deficiencias hormonales. Estos son los llamados ácidos grasos esenciales o vitamina F.
Si consumimos una cantidad de grasas mayor de la recomendada, el incremento de calorías en la dieta que esto supone nos impedirá tener un aporte adecuado del resto de nutrientes energéticos sin sobrepasar el límite de calorías aconsejable. En el caso de que este exceso de grasas esté formado mayoritariamente por ácidos grasos saturados (como suele ser el caso, si consumimos grandes cantidades de grasa de origen animal), aumentamos el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis, los infartos de miocardio o las embolias.
¿Que son Grasas Saturadas?
Las grasa se clasifican en tres tipos:
Saturadas
Mono-Saturadas
PoliinSaturadas
De estos tres tipos resulta mas peligroso el de las llamadas grasas saturadas. Podríamos definir, estas sencillamente por sus características externas mas elementales: se mantiene dura aún cuando se encuentra a temperatura ambiente, como sucede con la manteca de cocina y la mantequilla; es decir, las grasas saturadas sólo se derriten cuando se eleva la tempetratura.
Los alimentos de orígen animal son ricos en grasas saturadas y por lo tanto en colesterol. Incluso, hay partes determinadas de la carne de la res que son particularmente peligrosas para el corazón. Los alimentos lacteos tambien están cargados de grasas saturadas: en la leche completa el 3.6 % está constituído por grasas; los quesos (sobretodo quesos duros) las poseen en grandes cantidades; y la mantequilla y la crema no son una excepción.
Aunque es cierto que los aceites vegetales resultan menos dañinos para la salud del ser humano, algunos de ellos pertenecen al grupo de las grasas saturadas, y por tanto, resultan nocivos. Tal es el caso de los acites de coco y de palma, que se emplean en la elaboración de diferentes productos industriales, y cuyo consumo puede resultar perjudicial para las personas con indices elevados de colesterol. Este es el motivo por el que su consumo debe ser vigilado constantemente.
Las mono-saturadas se hallan en el maní, las aceitunas de oliva. Los aguacates tambien son ricos en este tipo de grasa mono-saturada.
En algunos países del mediterraneo se ha comprobado que consumen este tipo de grasa mono-saturadas logran prolongar el promedio de vida de su población, y presentan un porcentaje menor de fallecimientos por problemas cardiácos que otros pueblos.
En Abundancia:Maíz-Aves-Embutidos-Carnes-Frijoles-Huevos-Mantequilla-Vegetales-Aceite-Pescado-Leche-Frutas-
Fuente: alimentacion-sana.com
Las grasas, además de aportar la mayor cantidad de energía al organismo, son importantes para que se produzca la absorción de algunas vitaminas, como las liposolubles A, D, E y K. Son también responsables en gran parte del sabor de los alimentos.
Gran parte de las grasas que consumimos se derivan de los aceites que se utilizan para cocinar y una forma muy habitual de cocinarlos es la fritura, considerada por muchos puristas de la dietética como un veneno para nuestro organismo. Sin embargo, vamos a darle un voto de confianza al frito de toda la vida aprendiendo a sacar el mejor rendimiento de los aceites vegetales.
La consecuencia inmediata de freír cualquier alimento es que éste pierde parte de sus propiedades que van a pasar al aceite de la fritura, aparte de hacer que éste gane una cantidad de calorías extra y que la digestión sea peor que la de cualquier otro tipo de cocinado. Si queremos tomar de vez en cuando alimentos fritos es importante que sigamos una serie de recomendaciones básicas para que éstos sean igual de saludables que los alimentos cocinados de cualquier otra forma.
Clasificación de las grasas...
Según la consistencia que presentan a la temperatura ambiente, las grasas se clasifican en aceites, cuando son líquidas; untos o mantecas cuando son semisólidas y sebos, cuando son sólidas. Son insolubles en agua y menos densas que ella. Generalmente, en estado puro son insípidas, inodoras e incoloras.
Las características físicas de las sustancias grasas vienen determinadas por una serie de ácidos grasos puros, algunos de los cuales son la palmitina, la estearina y la oleína (esta última está contenida principalmente en los aceites vegetales), todos ellos se encuentran en las grasas y aceites naturales en distintas proporciones. Las grasas saturadas son sólidas a temperatura ambiente y proceden generalmente de organismos animales.
Grasas saturadas e insaturadas...
Según el número de átomos de hidrógeno que presentan los enlaces químicos de las grasas, éstas se dividen en saturadas, cuando contienen todos los átomos de hidrógeno posibles; e insaturadas, cuando han perdido dos o más átomos de hidrógeno (son las monoinsaturadas y poliinsaturadas respectivamente). Las grasas saturadas son sólidas a temperatura ambiente y proceden generalmente de los organismos animales. Por su parte, las insaturadas son líquidas y proceden sobre todo de los aceites de semillas. Las dietas ricas en determinadas grasas se han demostrado como perjudiciales para el organismo, especialmente las saturadas (véase el siguiente apartado "Efectos de las grasas en el organismo...").
Efectos de las grasas en el organismo, el colesterol...
Además de a niveles altos de de colesterol, un consumo excesivo de grasas está asociado a la obesidad, enfermedades de la vesícula biliar y algunos tipos de cáncer.
El organismo recibe las grasas de la dieta y tras descomponerlas en ácidos grasos los pasa a la sangre, formando los llamados triglicéridos. Por los estudios realizados sobre determinadas enfermedades cardíacas y vasculares, se sabe que éstas pueden ser causadas por dietas ricas en grasas, especialmente si se trata de grasas saturadas, ya que elevan el nivel de colesterol en sangre.
El aceite de oliva es una grasa insaturada que se ha demostrado excelente para prevenir los accidentes vasculares por altos niveles de colesterol.
El colesterol es un lípido muy difundido en los tejidos animales, y de importancia para sintetizar variadas sustancias, tales como la vitamina D, la bilis, las hormonas sexuales, o las hormonas de la corteza suprarrenal (corticoesteroides). Sin embargo, un alto nivel de colesterol en la sangre promueve la obstrucción de las arterias, al depositarse la grasa en sus paredes y sedimentarse con cierta dureza, produciendo rigidez y disminuyendo el volumen del riego sanguíneo. Cuando esto se produce en las arterias coronarias, que tienen la misión de regar las paredes externas del corazón, se puede interrumpir el suministro y conducir finalmente a un ataque al corazón (infarto cardíaco o de miocardio). Además de a niveles altos de colesterol, un consumo excesivo de grasas está asociado a la obesidad, enfermedades de la vesícula biliar y algunos tipos de cáncer.
En Dietas
En una dieta sana deben limitarse al máximo las grasas saturadas, que aumentan el riesgo de sufrir accidentes vasculares por incremento del nivel de colesterol en sangre.
En una dieta sana deben limitarse al máximo las grasas saturadas (procedentes generalmente de organismos animales). Por el contrario, es aconsejable sustituirlas por grasas insaturadas (procedentes de organismos vegetales), sobre todo si son del tipo poliinsaturadas, que tienden a reducir los niveles de colesterol. El aceite de oliva, por ejemplo, es una grasa no saturada que se ha demostrado excelente para prevenir los accidentes vasculares por acumulación de colesterol de baja intensidad en las arterias, gracias a su contenido en ácido oleico; es además un ingrediente de la tan afamada dieta mediterránea.
Algunos ácidos grasos poliinsaturados que se encuentran generalmente en los aceites de pescado, también son beneficiosos para la circulación sanguínea, ya que reducen la coagulación y por tanto el riesgo de sufrir una trombosis
Energía de las grasas...
Aunque las grasas no son tan abundantes en la naturaleza como los hidratos de carbono, producen sin embargo más del doble de energía que éstos.
Las grasas no son tan abundantes en la naturaleza como los hidratos de carbono, pero sin embargo producen más del doble de energía que éstos. Son además muy fáciles de almacenar como reservas energéticas para cuando se produzca una reducción de los hidratos de carbono disponibles.
Las células procesan muy eficazmente la energía almacenada en forma de grasas. Cuando el cuerpo "quema" (oxida) un gramo de grasa, se liberan unas 9 kcalorías (alrededor de 37.000 julios), mientras que la misma cantidad en hidratos de carbono o proteínas sólo liberan unas 4 kcalorías (alrededor de 16.000 julios).
Los animales almacenan grasa preferentemente en los tejidos adiposos, para su posterior consumo durante los periodos de gran actividad física, estaciones frías o secas, o dificultad para obtener alimentos. Los humanos, sin embargo, son seres industriosos, con capacidad para modificar sus condiciones de trabajo en beneficio del máximo rendimiento, lo que implica la utilización de máquinas para desarrollar labores con el mínimo esfuerzo físico y por tanto con escaso consumo de calorías, lo que da lugar a un almacenamiento excesivo de grasas en el organismo, por ingestión de alimentos energéticos en mayor cantidad que las energías consumidas, hecho especialmente evidente en los países desarrollados e industrializados, donde además los alimentos no escasean; en estos países más del 40% del consumo total de energía procede de las grasas.
Algunas grasas animales muy comunes, como las de la leche, apenas sufren alteraciones desde su obtención.
La acumulación desproporcionada de grasa en el cuerpo humano se ha tornado en un riesgo creciente para la salud, por ello las guías nutricionales de la Organización Mundial de la Salud aconsejan que, de toda la energía ingerida a través de los alimentos, la correspondiente a grasas no supere el 30%.
Grasas y aceites alimentarios...
Las grasas y aceites, aunque también tienen utilidades industriales, son generalmente destinadas a la alimentación humana. Algunas grasas animales muy comunes en la cesta de la compra apenas sufren alteraciones desde su obtención, tal es el caso de las mantecas de cerdo y las grasas de la leche; o las margarinas, que consisten simplemente en aceites hidrogenados (endurecidos). En los últimos tiempos la industria alimentaria ha conseguido desarrollar variados productos bajos en grasa, para sustituir en todo o en parte esos otros productos, alcanzándose reducciones superiores al 20% en la dieta.
Necesidades diarias de lípidos
Se recomienda que las grasas de la dieta aporten entre un 20 y un 30 % de las necesidades energéticas diarias. Pero nuestro organismo no hace el mismo uso de los diferentes tipos de grasa, por lo que este 30 % deberá estar compuesto por un 10 % de grasas saturadas (grasa de origen animal), un 5 % de grasas insaturadas (aceite de oliva) y un 5 % de grasas poliinsaturadas (aceites de semillas y frutos secos). Además, hay ciertos lípidos que se consideran esenciales para el organismo, como el ácido linoleico o el linolénico, que si no están presentes en la dieta en pequeñas cantidades se producen enfermedades y deficiencias hormonales. Estos son los llamados ácidos grasos esenciales o vitamina F.
Si consumimos una cantidad de grasas mayor de la recomendada, el incremento de calorías en la dieta que esto supone nos impedirá tener un aporte adecuado del resto de nutrientes energéticos sin sobrepasar el límite de calorías aconsejable. En el caso de que este exceso de grasas esté formado mayoritariamente por ácidos grasos saturados (como suele ser el caso, si consumimos grandes cantidades de grasa de origen animal), aumentamos el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis, los infartos de miocardio o las embolias.
¿Que son Grasas Saturadas?
Las grasa se clasifican en tres tipos:
Saturadas
Mono-Saturadas
PoliinSaturadas
De estos tres tipos resulta mas peligroso el de las llamadas grasas saturadas. Podríamos definir, estas sencillamente por sus características externas mas elementales: se mantiene dura aún cuando se encuentra a temperatura ambiente, como sucede con la manteca de cocina y la mantequilla; es decir, las grasas saturadas sólo se derriten cuando se eleva la tempetratura.
Los alimentos de orígen animal son ricos en grasas saturadas y por lo tanto en colesterol. Incluso, hay partes determinadas de la carne de la res que son particularmente peligrosas para el corazón. Los alimentos lacteos tambien están cargados de grasas saturadas: en la leche completa el 3.6 % está constituído por grasas; los quesos (sobretodo quesos duros) las poseen en grandes cantidades; y la mantequilla y la crema no son una excepción.
Aunque es cierto que los aceites vegetales resultan menos dañinos para la salud del ser humano, algunos de ellos pertenecen al grupo de las grasas saturadas, y por tanto, resultan nocivos. Tal es el caso de los acites de coco y de palma, que se emplean en la elaboración de diferentes productos industriales, y cuyo consumo puede resultar perjudicial para las personas con indices elevados de colesterol. Este es el motivo por el que su consumo debe ser vigilado constantemente.
Las mono-saturadas se hallan en el maní, las aceitunas de oliva. Los aguacates tambien son ricos en este tipo de grasa mono-saturada.
En algunos países del mediterraneo se ha comprobado que consumen este tipo de grasa mono-saturadas logran prolongar el promedio de vida de su población, y presentan un porcentaje menor de fallecimientos por problemas cardiácos que otros pueblos.
En Abundancia:Maíz-Aves-Embutidos-Carnes-Frijoles-Huevos-Mantequilla-Vegetales-Aceite-Pescado-Leche-Frutas-
Fuente: alimentacion-sana.com
La carboxiterapia elimina la celulitis
El doctor Gerardo N. Liébano, egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México y especialista en medicina estética (su consultorio se ubica en el World Trade Center de la Ciudad de México) explica el funcionamiento de este tratamiento que se ha venido aplicando en el mundo desde hace ya largo tiempo y cuyos efectos son muy positivos.
Proceso y beneficios
“La carboxiterapia es una técnica mediante inyecciones en la que se usa una máquina que permite introducir bióxido de carbono (co2), en estado gaseoso, en las zonas afectadas por la celulitis. El co2 se suministra con una aguja pequeña, similar a las usadas para aplicar insulina”, dice el experto.
Y asegura que este procedimiento mejora la circulación, la oxigenación de las zonas afectadas y funciona también para reducir las medidas, pues hace las veces de una lipólisis, es decir, eliminación de grasa. Además, se recomienda en postoperatorios de liposucción, pues la carboxiterapia mejora la apariencia de la piel y deshace los cúmulos de grasa.
Agrega que otro uso muy importante de la carboxiterapia es para acelerar el cierre de las úlceras varicosas con excelentes resultados, e incluso para el tratamiento de várices.
–¿Quién se puede someter a este tratamiento?-
“Cualquier paciente, pues no tiene requerimientos especiales; además, no causa toxicidad sistémica ni tiene efectos secundarios, salvo un ligero y fugaz dolor en la zona de aplicación”.
-¿Cómo actúa?-
“Al penetrar el co2 en la piel, en forma de gas, produce una hiperdistensión del tejido subcutáneo, liberando sustancias como bradiquina, serotonina, histamina y catecolaminas que estimulan a los receptores beta-adrenérgicos produciendo lipólisis (destrucción de las células grasas)”.
–¿Cuánto dura el tratamiento?-“Según el estado en que se encuentre el paciente puede realizarse durante dos meses hasta 10. Las sesiones son dos por semana, aproximadamente, y se inyectan de 50 a 200 centímetros cúbicos por región en dos minutos”.
–¿Cuál es el costo?
“Cada sesión cuesta 300 pesos. El tratamiento no tiene efectos secundarios, aunque se recomienda que el paciente no tome baños turcos o se sumerja en una piscina durante las 48 horas siguientes a la sesión. Es importante acudir a un profesional”.
cm
Proceso y beneficios
“La carboxiterapia es una técnica mediante inyecciones en la que se usa una máquina que permite introducir bióxido de carbono (co2), en estado gaseoso, en las zonas afectadas por la celulitis. El co2 se suministra con una aguja pequeña, similar a las usadas para aplicar insulina”, dice el experto.
Y asegura que este procedimiento mejora la circulación, la oxigenación de las zonas afectadas y funciona también para reducir las medidas, pues hace las veces de una lipólisis, es decir, eliminación de grasa. Además, se recomienda en postoperatorios de liposucción, pues la carboxiterapia mejora la apariencia de la piel y deshace los cúmulos de grasa.
Agrega que otro uso muy importante de la carboxiterapia es para acelerar el cierre de las úlceras varicosas con excelentes resultados, e incluso para el tratamiento de várices.
–¿Quién se puede someter a este tratamiento?-
“Cualquier paciente, pues no tiene requerimientos especiales; además, no causa toxicidad sistémica ni tiene efectos secundarios, salvo un ligero y fugaz dolor en la zona de aplicación”.
-¿Cómo actúa?-
“Al penetrar el co2 en la piel, en forma de gas, produce una hiperdistensión del tejido subcutáneo, liberando sustancias como bradiquina, serotonina, histamina y catecolaminas que estimulan a los receptores beta-adrenérgicos produciendo lipólisis (destrucción de las células grasas)”.
–¿Cuánto dura el tratamiento?-“Según el estado en que se encuentre el paciente puede realizarse durante dos meses hasta 10. Las sesiones son dos por semana, aproximadamente, y se inyectan de 50 a 200 centímetros cúbicos por región en dos minutos”.
–¿Cuál es el costo?
“Cada sesión cuesta 300 pesos. El tratamiento no tiene efectos secundarios, aunque se recomienda que el paciente no tome baños turcos o se sumerja en una piscina durante las 48 horas siguientes a la sesión. Es importante acudir a un profesional”.
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Cómo estar en buena forma para la temporada de playa
Para muchas personas, el verano es sinónimo de playa. Independientemente de que vivamos cerca del océano, o practiquemos la escapada playera de fin de semana a un lago cercano, todos tenemos una sola cosa en mente: broncearnos y mantener una buena apariencia mientras disfrutamos del agua y el sol.
Gran parte de esa buena apariencia en la playa es rebajar esas libras de más que pudiéramos haber aumentado en los meses de invierno. Casi todos hemos pasado por las pruebas y tribulaciones al intentar perder peso, pero hay una forma de lograrlo con éxito, que no sólo nos hará lucir magníficamente en la playa, sino también disfrutar de una figura excelente y de sentirnos de maravillas durante todo el año.
La ejercitación es importante
La dieta y los suplementos vitamínicos ayudan en el proceso de pérdida de peso, pero no bastan para garantizar una rebaja a largo plazo. La ejercitación es esencial para perder peso y no recuperarlo. Varios estudios revelan que 30 minutos de ejercicios cinco días a la semana son suficientes para una pérdida exitosa de peso. Por supuesto, ninguna persona es igual a otra, y 30 minutos es el mínimo de ejercitación recomendada. Más ejercicio resulta de mayor utilidad, pero aquellos que ejerciten por primera vez deben ir paso a paso, e incorporar gradualmente nuevos movimientos a su rutina, en la medida que el cuerpo se acostumbra a la actividad diaria.
También es importante tener en cuenta que para que un régimen de ejercitación sea efectivo, la persona que lo practica debe disfrutarlo a plenitud. Ejercitar no quiere decir correr cinco millas todas las mañanas, o levantar pesos vigorosamente. Adapte su rutina de ejercicios a cosas que le gusten, ya sea trotes en un parque, o caminatas en un club local, o participar en clases de acondicionamiento físico en el gimnasio más cercano. Mientras más disfrute su rutina, más fácil será mantenerla.
Considere el levantamiento de pesos
Levantar pesos no quiere decir que se convertirá en uno de esos halterófilos famosos de Venice Beach, California. Pero puede ser muy beneficioso, particularmente para los interesados en quemar grasa. En su libro Strong Women Stay Slim (Bantam), Miriam Nelson, investigadora de Tufts University, revela que las mujeres que combinaron un régimen de dieta y ejercitación con pesos perdieron un 44 por ciento más de grasa que aquellas que sólo siguieron la porción de dieta del régimen. Eso se debe a que los músculos queman una cantidad significativa de calorías diariamente, impulsando el metabolismo aún cuando el cuerpo descansa. Aunque esto no quiere decir que los hombres y las mujeres deben levantar pesos como los jugadores profesionales de baloncesto, sí resalta la importancia de un régimen que combine dieta y ejercitación con pesos.
Concéntrese en otra cosa
Perder peso no es cosa fácil. Muchas personas cometen el error de concentrarse en estar delgados en vez de fijarse como meta ser saludables. No se concentre en estar delgado, lo cual es arbitrario, sino en estar saludable, lo cual puede ser mucho más tangible si incorpora la ayuda de un médico, y se traducirá finalmente en un beneficio para sus objetivos de perder peso. Estar saludable implica un cambio de estilo de vida, mediante el cual ajusta sus hábitos de alimentación para que se correspondan más con la reducción del colesterol y la presión arterial, y no limitarse a dejar de comer para rebajar una librita acá o allá.
Fijarse la meta adecuada
Los propósitos son magníficos, y pueden ser especialmente beneficiosos cuando intentamos perder peso. Pero, con frecuencia, los objetivos a largo plazo se adaptan mejor a una pérdida de peso exitosa y duradera que los propósitos a corto plazo. Por ejemplo, proponerse una rebaja de 10 libras en dos semanas puede lograrse, pero no es necesariamente beneficioso, porque una pérdida de peso tan rápida se produce principalmente por la pérdida de agua y músculos, no de grasa. La pérdida de músculos no es beneficiosa, pues necesitamos la musculatura para elevar el metabolismo. Los objetivos a largo plazo, como perder 10 libras en 4 a 6 semanas, podría ser una meta mucho más saludable que perder peso rápidamente. Para fijarse una meta adecuada, consulte con su médico. / CL
Gran parte de esa buena apariencia en la playa es rebajar esas libras de más que pudiéramos haber aumentado en los meses de invierno. Casi todos hemos pasado por las pruebas y tribulaciones al intentar perder peso, pero hay una forma de lograrlo con éxito, que no sólo nos hará lucir magníficamente en la playa, sino también disfrutar de una figura excelente y de sentirnos de maravillas durante todo el año.
La ejercitación es importante
La dieta y los suplementos vitamínicos ayudan en el proceso de pérdida de peso, pero no bastan para garantizar una rebaja a largo plazo. La ejercitación es esencial para perder peso y no recuperarlo. Varios estudios revelan que 30 minutos de ejercicios cinco días a la semana son suficientes para una pérdida exitosa de peso. Por supuesto, ninguna persona es igual a otra, y 30 minutos es el mínimo de ejercitación recomendada. Más ejercicio resulta de mayor utilidad, pero aquellos que ejerciten por primera vez deben ir paso a paso, e incorporar gradualmente nuevos movimientos a su rutina, en la medida que el cuerpo se acostumbra a la actividad diaria.
También es importante tener en cuenta que para que un régimen de ejercitación sea efectivo, la persona que lo practica debe disfrutarlo a plenitud. Ejercitar no quiere decir correr cinco millas todas las mañanas, o levantar pesos vigorosamente. Adapte su rutina de ejercicios a cosas que le gusten, ya sea trotes en un parque, o caminatas en un club local, o participar en clases de acondicionamiento físico en el gimnasio más cercano. Mientras más disfrute su rutina, más fácil será mantenerla.
Considere el levantamiento de pesos
Levantar pesos no quiere decir que se convertirá en uno de esos halterófilos famosos de Venice Beach, California. Pero puede ser muy beneficioso, particularmente para los interesados en quemar grasa. En su libro Strong Women Stay Slim (Bantam), Miriam Nelson, investigadora de Tufts University, revela que las mujeres que combinaron un régimen de dieta y ejercitación con pesos perdieron un 44 por ciento más de grasa que aquellas que sólo siguieron la porción de dieta del régimen. Eso se debe a que los músculos queman una cantidad significativa de calorías diariamente, impulsando el metabolismo aún cuando el cuerpo descansa. Aunque esto no quiere decir que los hombres y las mujeres deben levantar pesos como los jugadores profesionales de baloncesto, sí resalta la importancia de un régimen que combine dieta y ejercitación con pesos.
Concéntrese en otra cosa
Perder peso no es cosa fácil. Muchas personas cometen el error de concentrarse en estar delgados en vez de fijarse como meta ser saludables. No se concentre en estar delgado, lo cual es arbitrario, sino en estar saludable, lo cual puede ser mucho más tangible si incorpora la ayuda de un médico, y se traducirá finalmente en un beneficio para sus objetivos de perder peso. Estar saludable implica un cambio de estilo de vida, mediante el cual ajusta sus hábitos de alimentación para que se correspondan más con la reducción del colesterol y la presión arterial, y no limitarse a dejar de comer para rebajar una librita acá o allá.
Fijarse la meta adecuada
Los propósitos son magníficos, y pueden ser especialmente beneficiosos cuando intentamos perder peso. Pero, con frecuencia, los objetivos a largo plazo se adaptan mejor a una pérdida de peso exitosa y duradera que los propósitos a corto plazo. Por ejemplo, proponerse una rebaja de 10 libras en dos semanas puede lograrse, pero no es necesariamente beneficioso, porque una pérdida de peso tan rápida se produce principalmente por la pérdida de agua y músculos, no de grasa. La pérdida de músculos no es beneficiosa, pues necesitamos la musculatura para elevar el metabolismo. Los objetivos a largo plazo, como perder 10 libras en 4 a 6 semanas, podría ser una meta mucho más saludable que perder peso rápidamente. Para fijarse una meta adecuada, consulte con su médico. / CL
Grasa acumulada en el abdomen, altamente perjudicial
Si la cintura en el hombre es mayor de 90 centímetros y en la mujer de 80, se trata de obesidad abdominal
El cúmulo de grasa en la cintura incrementa el riesgo de presentar cánceres de páncreas, esófago, gástrico, colon, recto y mama
PueblaHOY.- En Puebla la obesidad es un problema de salud pública al igual que en el país, por ello en las Unidades de Medicina Familiar, en los módulos PREVENIMSS, se brinda el servicio de medición de la grasa acumulada en la cintura (obesidad abdominal o central), la cual duplica el riesgo de morir a causa de cualquier padecimiento. En tanto que en los cardiacos incrementa hasta nueve veces la posibilidad de sufrir un infarto al miocardio.
La prevalencia de obesidad central en la población mexicana es muy elevada en los adultos: 37 por ciento en los hombres de 20 a 59 años; casi el doble en las mujeres de la misma edad, 79.1 por ciento y de 71.4 por ciento en los adultos mayores, según datos de la Encuesta Nacional de Coberturas de los Programas Integrados de Salud (ENCOPREVENIMSS), realizada en 2006 .
La grasa acumulada en la región abdominal favorece la prevalencia de diabetes mellitus y de hipertensión arterial, ya que de acuerdo al estudio mencionado esta correlación se demostró ampliamente, detalló la coordinación de Salud Pública del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla.
Agregó que la elevación de lípidos (grasas en sangre), produce el síndrome metabólico, el cual representa un riesgo inminente para sufrir infarto agudo al miocardio o infarto cerebral, los cuales constituyen las principales causas de muerte en el país y a nivel mundial.
Para realizar el diagnóstico de sobrepeso u obesidad, se evalúa el Índice de Masa Corporal (IMC), el cual se obtiene al dividir el peso entre el valor al cuadrado de la estatura. De acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), si el resultado de la operación descrita es superior a 25 se considera sobrepeso, si el cálculo es mayor a 30 se determina como obesidad.
Si la cintura del hombre es mayor a 90 centímetros y en la mujer a 80, se tiene 79 por ciento más posibilidades de padecer diabetes mellitus, según lo han demostrado estudios hechos al respecto, señaló la coordinación estatal de Salud Pública.
Los especialistas en salud pública indican que el cúmulo de grasa en la cintura incrementa de dos a tres veces el riesgo de presentar cánceres de páncreas, esófago, gástrico, colon, recto y mama. La mujer, además, tiene mayor probabilidad de padecer síndrome de ovarios poliquísticos.
estos datos resultan alarmantes ya que tan solo en la delegación Puebla 26.8% de la población infantil padece sobrepeso u obesidad, en los adolescentes estos padecimientos están latentes en el 34.5% de ellos; en las mujeres en índice de sobrepeso es de 40.1% mientras que el de obesidad es de 33.5%; en los hombres estos índices ascienden a 45 y 27.2% respectivamente y en los adultos mayores el sobrepeso esta presente en el 44% y la obesidad en el 31.8% de la población derechohabiente.
La obesidad es el eje fundamental del síndrome metabólico y constituye un estado anormal del ser humano. Lamentablemente, el problema es que la obesidad aún se percibe como sinónimo de poder económico, riqueza o bienestar, cuando en realidad se debe concebir como una enfermedad.
Para el desarrollo de la obesidad, añadió, hay dos condiciones fundamentales: la falta de actividad física y la presencia de una carga genética en la población mexicana.
Por ello, es importante mantener un peso corporal adecuado, hacer ejercicio y evitar adicciones como el tabaquismo y consumo de alcohol. Además, desde la segunda década de vida, es recomendable que se revisen periódicamente los niveles de colesterol, triglicéridos, azúcar y presión arterial, a fin de mantener un estado óptimo de salud y prevenir enfermedades, lo cual lo pueden hacer a través del programa PREVENIMSS.
El cúmulo de grasa en la cintura incrementa el riesgo de presentar cánceres de páncreas, esófago, gástrico, colon, recto y mama
PueblaHOY.- En Puebla la obesidad es un problema de salud pública al igual que en el país, por ello en las Unidades de Medicina Familiar, en los módulos PREVENIMSS, se brinda el servicio de medición de la grasa acumulada en la cintura (obesidad abdominal o central), la cual duplica el riesgo de morir a causa de cualquier padecimiento. En tanto que en los cardiacos incrementa hasta nueve veces la posibilidad de sufrir un infarto al miocardio.
La prevalencia de obesidad central en la población mexicana es muy elevada en los adultos: 37 por ciento en los hombres de 20 a 59 años; casi el doble en las mujeres de la misma edad, 79.1 por ciento y de 71.4 por ciento en los adultos mayores, según datos de la Encuesta Nacional de Coberturas de los Programas Integrados de Salud (ENCOPREVENIMSS), realizada en 2006 .
La grasa acumulada en la región abdominal favorece la prevalencia de diabetes mellitus y de hipertensión arterial, ya que de acuerdo al estudio mencionado esta correlación se demostró ampliamente, detalló la coordinación de Salud Pública del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Puebla.
Agregó que la elevación de lípidos (grasas en sangre), produce el síndrome metabólico, el cual representa un riesgo inminente para sufrir infarto agudo al miocardio o infarto cerebral, los cuales constituyen las principales causas de muerte en el país y a nivel mundial.
Para realizar el diagnóstico de sobrepeso u obesidad, se evalúa el Índice de Masa Corporal (IMC), el cual se obtiene al dividir el peso entre el valor al cuadrado de la estatura. De acuerdo con los criterios de la Organización Mundial de la Salud (OMS), si el resultado de la operación descrita es superior a 25 se considera sobrepeso, si el cálculo es mayor a 30 se determina como obesidad.
Si la cintura del hombre es mayor a 90 centímetros y en la mujer a 80, se tiene 79 por ciento más posibilidades de padecer diabetes mellitus, según lo han demostrado estudios hechos al respecto, señaló la coordinación estatal de Salud Pública.
Los especialistas en salud pública indican que el cúmulo de grasa en la cintura incrementa de dos a tres veces el riesgo de presentar cánceres de páncreas, esófago, gástrico, colon, recto y mama. La mujer, además, tiene mayor probabilidad de padecer síndrome de ovarios poliquísticos.
estos datos resultan alarmantes ya que tan solo en la delegación Puebla 26.8% de la población infantil padece sobrepeso u obesidad, en los adolescentes estos padecimientos están latentes en el 34.5% de ellos; en las mujeres en índice de sobrepeso es de 40.1% mientras que el de obesidad es de 33.5%; en los hombres estos índices ascienden a 45 y 27.2% respectivamente y en los adultos mayores el sobrepeso esta presente en el 44% y la obesidad en el 31.8% de la población derechohabiente.
La obesidad es el eje fundamental del síndrome metabólico y constituye un estado anormal del ser humano. Lamentablemente, el problema es que la obesidad aún se percibe como sinónimo de poder económico, riqueza o bienestar, cuando en realidad se debe concebir como una enfermedad.
Para el desarrollo de la obesidad, añadió, hay dos condiciones fundamentales: la falta de actividad física y la presencia de una carga genética en la población mexicana.
Por ello, es importante mantener un peso corporal adecuado, hacer ejercicio y evitar adicciones como el tabaquismo y consumo de alcohol. Además, desde la segunda década de vida, es recomendable que se revisen periódicamente los niveles de colesterol, triglicéridos, azúcar y presión arterial, a fin de mantener un estado óptimo de salud y prevenir enfermedades, lo cual lo pueden hacer a través del programa PREVENIMSS.
sábado, 11 de julio de 2009
¿Cómo adelgazar la cara?
Algunas personas por más que tengan sobrepeso conservan una cara delgada que disimula sus kilos de más, pero otras pareciera que están gorditas (a pesar de que no tienen sobrepeso) por tener la cara redonda y mofletuda.
¿Cómo le hago para adelgazar la cara?
En primer lugar te debo decir que no se puede adelgazar solo la cara, ni ninguna otra parte del cuerpo por sí sola, el cuerpo baja completo cuando haces dieta.
Tener “grasa de bebé” en el rostro es propio de la adolescencia y la juventud, gracias a ella el rostro se ve joven y rozagante. En la adultez, esta grasa se vea y el rostro vuelve más angulado y aparecen las arrugas, así es que tener el rostro carnoso no es tan malo después de todo…
Sin embargo, esto no quiere decir que te tengas que conformar con tus mofletes. No, existen ciertas cosas que puedes hacer para refinar tu rostro como:
bebe suficiente agua durante el día. Esto ayuda a contrarrestar la hinchazón por el exceso o falta de líquido y por una alimentación inadecuada.
Realiza ejercicios faciales. El rostro está conformado por muchos músculos que puedes ejercitar con ejercicios como el yoga facial que ayudan a mantener la elasticidad y firmeza, sobre todo en esa zona crítica llamada papada.
Hazte masajes. Al levantarte, al mediodía y antes de acostarte hazte unos masajes enérgicos con agua fría y jabón, y luego aplícate una crema nutritiva en las zonas que quieres bajar para activar la circulación de sangre.
Por último, procura hacer actividades físicas que involucren los músculos de la cara como correr o saltar.
¿Cómo le hago para adelgazar la cara?
En primer lugar te debo decir que no se puede adelgazar solo la cara, ni ninguna otra parte del cuerpo por sí sola, el cuerpo baja completo cuando haces dieta.
Tener “grasa de bebé” en el rostro es propio de la adolescencia y la juventud, gracias a ella el rostro se ve joven y rozagante. En la adultez, esta grasa se vea y el rostro vuelve más angulado y aparecen las arrugas, así es que tener el rostro carnoso no es tan malo después de todo…
Sin embargo, esto no quiere decir que te tengas que conformar con tus mofletes. No, existen ciertas cosas que puedes hacer para refinar tu rostro como:
bebe suficiente agua durante el día. Esto ayuda a contrarrestar la hinchazón por el exceso o falta de líquido y por una alimentación inadecuada.
Realiza ejercicios faciales. El rostro está conformado por muchos músculos que puedes ejercitar con ejercicios como el yoga facial que ayudan a mantener la elasticidad y firmeza, sobre todo en esa zona crítica llamada papada.
Hazte masajes. Al levantarte, al mediodía y antes de acostarte hazte unos masajes enérgicos con agua fría y jabón, y luego aplícate una crema nutritiva en las zonas que quieres bajar para activar la circulación de sangre.
Por último, procura hacer actividades físicas que involucren los músculos de la cara como correr o saltar.
Adelgazar: ¿decisión saludable o nociva?
Entre el 1,5 y el 3,5 por ciento de la población, principalmente mujeres, sufre de trastornos de conducta alimentaria (TCA). Por eso, Mujer BIT*, a la hora de pensar en hacer dieta evalúe si es por estar 'en forma' o una cuestión de presión social que redundaría en consecuencias perjudiciales para el cuerpo.
Ebriorexia: el riesgo de cambiar comida por alcohol
Creer que sustituir la falta de comida en el estómago con las calorías que da el consumo de alcohol, crea la falsa sensación de dieta equilibrada. Este trastorno, que consiste en una mezcla entre alcoholismo, anorexia y bulimia, provoca graves daños al hígado y el cerebro por la falta de nutrientes y según la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (Adaner), afecta a personas entre 18 y 30 años. En la mayoría de los casos es difícil de detectar porque es común que una persona tome con sus amigos los fines de semana y preste poca atención a su dieta, además de que es difícil determinar si se trata de una adicción pasajera o permanente.
Para saber más: www.adaner.org
Después de los 50... ¡La rumbaterapia!
La rumbaterapia es un programa que combina el ejercicio cardiovascular y el baile, diseñado especialmente para mujeres mayores de 50 años, que ayuda en la prevención de enfermedades cardiovasculares y osteomusculares, y de paso a bajar de peso. Canciones de los años 80, con ritmos como mambo, bolero, tango, salsa, merengue o rock and roll, completan las sesiones lúdicas.
Para saber más: Centro Integral de Belleza Rinnova.
Tels. 473 9449 y 258 0647,Bogotá.
Johanna Carreño y Tinto, contra la anorexia
"Quiérete y amate, verás cómo el mundo se pone a tus pies; quiérete y mímate, sabrás que tus sueños mejores no podrían ser", es una de las líneas de la canción Quiérete, que da nombre a la campaña de Cyzone en la que la cantautora ecuatoriana y el grupo del colombiano Andrés Gutiérrez aúnan esfuerzos para prevenir la anorexia y la bulimia en Latinoamérica. Visitas a colegios y universidades con charlas informativas y la venta de una pulsera, un anillo y una blusa con la frase 'I love me' para recaudar fondos forman parte de esta iniciativa social.
Para saber más: www.cyzone.com
Subirse a la balanza no solo para saber el peso
Este modelo de Tanita mide, además del peso, los niveles de grasa y agua, masa ósea y muscular, complexión física, calorías en reposo y grasa visceral. ¿Cómo funciona? Mediante una señal bioeléctrica que emite la báscula y viaja por el cuerpo obteniendo estos resultados.
Para saber más: Tel. 218 4802, Bogotá y almacenes de cadena Homesentry (Bogotá) y Homemart (Barranquilla). www.tanita.com
Comer frutas ¡no adelgaza!
La mayoría de las mujeres asocia las frutas con la baja de peso, debido a que la mayoría de las dietas recomienda su consumo en grandes cantidades. Sin embargo, su efecto es diurético y no adelgazante; aunque son ricas en agua, fibra, vitaminas y minerales, si se toman más de cuatro porciones diarias aportarán al organismo azúcares y calorías extra. Desayunar o cenar solo fruta sí podría tener un efecto temporal para ayudar a aligerar el cuerpo por retención de líquidos o depurarlo en caso de indigestión.
Para saber más: www.nutricion.pro
Ebriorexia: el riesgo de cambiar comida por alcohol
Creer que sustituir la falta de comida en el estómago con las calorías que da el consumo de alcohol, crea la falsa sensación de dieta equilibrada. Este trastorno, que consiste en una mezcla entre alcoholismo, anorexia y bulimia, provoca graves daños al hígado y el cerebro por la falta de nutrientes y según la Asociación en Defensa de la Atención a la Anorexia Nerviosa y Bulimia (Adaner), afecta a personas entre 18 y 30 años. En la mayoría de los casos es difícil de detectar porque es común que una persona tome con sus amigos los fines de semana y preste poca atención a su dieta, además de que es difícil determinar si se trata de una adicción pasajera o permanente.
Para saber más: www.adaner.org
Después de los 50... ¡La rumbaterapia!
La rumbaterapia es un programa que combina el ejercicio cardiovascular y el baile, diseñado especialmente para mujeres mayores de 50 años, que ayuda en la prevención de enfermedades cardiovasculares y osteomusculares, y de paso a bajar de peso. Canciones de los años 80, con ritmos como mambo, bolero, tango, salsa, merengue o rock and roll, completan las sesiones lúdicas.
Para saber más: Centro Integral de Belleza Rinnova.
Tels. 473 9449 y 258 0647,Bogotá.
Johanna Carreño y Tinto, contra la anorexia
"Quiérete y amate, verás cómo el mundo se pone a tus pies; quiérete y mímate, sabrás que tus sueños mejores no podrían ser", es una de las líneas de la canción Quiérete, que da nombre a la campaña de Cyzone en la que la cantautora ecuatoriana y el grupo del colombiano Andrés Gutiérrez aúnan esfuerzos para prevenir la anorexia y la bulimia en Latinoamérica. Visitas a colegios y universidades con charlas informativas y la venta de una pulsera, un anillo y una blusa con la frase 'I love me' para recaudar fondos forman parte de esta iniciativa social.
Para saber más: www.cyzone.com
Subirse a la balanza no solo para saber el peso
Este modelo de Tanita mide, además del peso, los niveles de grasa y agua, masa ósea y muscular, complexión física, calorías en reposo y grasa visceral. ¿Cómo funciona? Mediante una señal bioeléctrica que emite la báscula y viaja por el cuerpo obteniendo estos resultados.
Para saber más: Tel. 218 4802, Bogotá y almacenes de cadena Homesentry (Bogotá) y Homemart (Barranquilla). www.tanita.com
Comer frutas ¡no adelgaza!
La mayoría de las mujeres asocia las frutas con la baja de peso, debido a que la mayoría de las dietas recomienda su consumo en grandes cantidades. Sin embargo, su efecto es diurético y no adelgazante; aunque son ricas en agua, fibra, vitaminas y minerales, si se toman más de cuatro porciones diarias aportarán al organismo azúcares y calorías extra. Desayunar o cenar solo fruta sí podría tener un efecto temporal para ayudar a aligerar el cuerpo por retención de líquidos o depurarlo en caso de indigestión.
Para saber más: www.nutricion.pro
'Magia' para adelgazar
La ansiedad, el estrés y la falta de actividad física acarrean consecuencias negativas.
El aumento de peso, la depresión y la disminución de la eficiencia en el trabajo son algunas de ellas. Afortunadamente, el FSM* propone ciertas prácticas que ayudan a redireccionar la energía para su beneficio y de paso bajar de peso.
1. Hola, María Clara, soy Patricia Jiménez y tengo 38 años. Mi trabajo es muy exigente y estoy estresada casi todo el tiempo, creo que esa es la razón por la que como constantemente. Mi sobrepeso es evidente y no me siento bien conmigo misma. ¿Qué puedo practicar desde el Feng Shui para controlarme?
El estrés es la enfermedad del siglo y está causando estragos. Organice su agenda, saque de su escritorio todos los papeles en los que no vaya a trabajar y los que quedan organícelos por orden de prioridades. Ponga en el norte de su oficina una fuente de agua y en el oeste cuelgue un móvil de metal o una campana pequeña, esto le ayudará a disminuir su estrés y por ende a 'comer menos'.
2. Cordial saludo. Quiero felicitarla por su sección en ALÓ, pues aplico muchos de sus consejos. Hace cinco meses nació mi hija y no he podido bajar de peso. ¿Cómo puedo activar la energía para lograrlo?
Además de seguir las recomendaciones de su médico, coloque al frente de su cama unas fotos donde se vea delgada como antes de quedar embarazada. Visualice todas las noches cómo su cuerpo vuelve a la figura deseada sin problemas ni sacrificios y sintiéndose muy bien. En el comedor evite los colores Yang, como los tonos rojos o amarillos.
3. Con frecuencia hago dietas para bajar de peso. Algunas me funcionan, pero otras me enferman por lo estrictas que son. Estoy buscando otras alternativas para regresar al peso que quiero. ¿Qué me recomienda desde este arte?
La acupuntura y el Feng Shui son dos herramientas que pueden ayudarla a lograr sus objetivos. La primera trabaja el cuerpo, la mente, las emociones y la energía; la segunda ayuda a equilibrar y armonizar el lugar donde vive. Limpie su casa trapeándola con una infusión de menta, cola de caballo, cáscara de naranja y anís. En el centro de su sala, sobre una mesa, coloque una planta o un florero con girasoles. Mantenga la puerta de su cocina cerrada y cuelgue allí un elemento de metal.
4. Hace siete meses terminé una relación que marcó mi vida y no he podido reponerme. Para calmar mi depresión me desahogo comiendo golosinas. ¿Puede darme un consejo desde el Feng Shui?
No debe castigarse. Si esa ruptura se dio, seguramente es lo mejor para usted. Ponga al sur de su habitación una foto en la que aparezca feliz. Escriba en un papel de color amarillo 10 talentos y las metas de su vida, léalo todos los días y guárdelo en su clóset. Sobre su mesa de noche coloque simbología china de pareja, como los patos mandarín o una pequeña escultura de pareja.
5. Saludo especial. Tengo dos hijas de 11 y 13 años, ambas tienen sobrepeso. Una parte es hereditaria, pero la otra es falta de ejercicio. Aunque las motivo todo el tiempo a practicar un deporte, solo quieren estar frente al computador. ¿Existe alguna técnica de Feng Shui para incentivarlas?
Hay un exceso de Yin. En el lugar donde está el computador de las niñas evite los tonos amarillos, utilice el color verde, que tiene que ver con el movimiento y las va a favorecer. Ponga en el sector este de sus habitaciones unos afiches que muestren a jóvenes jugando tenis, nadando o haciendo algún deporte. Podría, además, comprarles una mascota para que la saquen a pasear, por ejemplo.
El aumento de peso, la depresión y la disminución de la eficiencia en el trabajo son algunas de ellas. Afortunadamente, el FSM* propone ciertas prácticas que ayudan a redireccionar la energía para su beneficio y de paso bajar de peso.
1. Hola, María Clara, soy Patricia Jiménez y tengo 38 años. Mi trabajo es muy exigente y estoy estresada casi todo el tiempo, creo que esa es la razón por la que como constantemente. Mi sobrepeso es evidente y no me siento bien conmigo misma. ¿Qué puedo practicar desde el Feng Shui para controlarme?
El estrés es la enfermedad del siglo y está causando estragos. Organice su agenda, saque de su escritorio todos los papeles en los que no vaya a trabajar y los que quedan organícelos por orden de prioridades. Ponga en el norte de su oficina una fuente de agua y en el oeste cuelgue un móvil de metal o una campana pequeña, esto le ayudará a disminuir su estrés y por ende a 'comer menos'.
2. Cordial saludo. Quiero felicitarla por su sección en ALÓ, pues aplico muchos de sus consejos. Hace cinco meses nació mi hija y no he podido bajar de peso. ¿Cómo puedo activar la energía para lograrlo?
Además de seguir las recomendaciones de su médico, coloque al frente de su cama unas fotos donde se vea delgada como antes de quedar embarazada. Visualice todas las noches cómo su cuerpo vuelve a la figura deseada sin problemas ni sacrificios y sintiéndose muy bien. En el comedor evite los colores Yang, como los tonos rojos o amarillos.
3. Con frecuencia hago dietas para bajar de peso. Algunas me funcionan, pero otras me enferman por lo estrictas que son. Estoy buscando otras alternativas para regresar al peso que quiero. ¿Qué me recomienda desde este arte?
La acupuntura y el Feng Shui son dos herramientas que pueden ayudarla a lograr sus objetivos. La primera trabaja el cuerpo, la mente, las emociones y la energía; la segunda ayuda a equilibrar y armonizar el lugar donde vive. Limpie su casa trapeándola con una infusión de menta, cola de caballo, cáscara de naranja y anís. En el centro de su sala, sobre una mesa, coloque una planta o un florero con girasoles. Mantenga la puerta de su cocina cerrada y cuelgue allí un elemento de metal.
4. Hace siete meses terminé una relación que marcó mi vida y no he podido reponerme. Para calmar mi depresión me desahogo comiendo golosinas. ¿Puede darme un consejo desde el Feng Shui?
No debe castigarse. Si esa ruptura se dio, seguramente es lo mejor para usted. Ponga al sur de su habitación una foto en la que aparezca feliz. Escriba en un papel de color amarillo 10 talentos y las metas de su vida, léalo todos los días y guárdelo en su clóset. Sobre su mesa de noche coloque simbología china de pareja, como los patos mandarín o una pequeña escultura de pareja.
5. Saludo especial. Tengo dos hijas de 11 y 13 años, ambas tienen sobrepeso. Una parte es hereditaria, pero la otra es falta de ejercicio. Aunque las motivo todo el tiempo a practicar un deporte, solo quieren estar frente al computador. ¿Existe alguna técnica de Feng Shui para incentivarlas?
Hay un exceso de Yin. En el lugar donde está el computador de las niñas evite los tonos amarillos, utilice el color verde, que tiene que ver con el movimiento y las va a favorecer. Ponga en el sector este de sus habitaciones unos afiches que muestren a jóvenes jugando tenis, nadando o haciendo algún deporte. Podría, además, comprarles una mascota para que la saquen a pasear, por ejemplo.
Adelgazar con salud y dignidad
El descontento por el propio cuerpo es un tema que aumenta con frecuencia, sobre todo en las mujeres.
Sin embargo, más que estético es un problema de salud pública, pues asegura la OMS que en el 2015 habrá aproximadamente 2.300 millones de adultos con sobrepeso y 70 millones con desórdenes alimentarios. ¡Alerta, mujer BIT*!
Según Hernán Yupanqui, presidente de la Fundación Colombiana de Obesidad, "el 45 por ciento de los colombianos sufre de obesidad, enfermedad crónica causante de patologías cardiacas, circulatorias, colesterol alto, estrés, depresión, hipertensión, cáncer, diabetes y artritis en el organismo. Aparece usualmente por la tendencia a la disminución de la actividad física y la ingesta de alimentos hipercalóricos, ricos en grasas y azúcares, escasos en vitaminas, minerales y micronutrientes".
La alerta por el incremento de obesidad se enciende en medio de la aprobación de la nueva ley 140 de 2007 Cámara - 267 de 2008 Senado, por medio de la cual "se declara la obesidad como un problema de salud pública y se adoptan medidas para su control, atención y prevención".
La senadora Dilian Francisca Toro, autora del proyecto, asegura que la iniciativa surge a raíz del Estudio Nacional de Nutrición realizado por el ICBF, que indica que el 49 por ciento de los colombianos adultos y el 15 por ciento de la población infantil padecen la patología.
Sin embargo, cuando adelgazar se convierte en una obsesión, patologías como la anorexia y la bulimia recobran importancia y más, cuando se reconocen como una de las principales causas de muerte en nuestro país.
Y aunque en Colombia no existen cifras oficiales sobre las personas que las padecen, la Universidad de Antioquia estima que el 25 por ciento de las colombianas sufre de anorexia, el 40, tiene síntomas depresivos y otro 25, son obsesivas con el tema de la comida.
El trastorno suele iniciar entre los 14 y 18 años de edad, pero puede durar más de 30 años en una persona hasta llevarla a la muerte.
La anorexia es más frecuente en mujeres que en hombres, por eso nos sentimos en la obligación de presentarles a todas nuestras BIT* posibles opciones para bajar de peso sin llegar a los extremos: ejercicios, dietas inteligentes, tecnología hi-tech y por qué no, hasta cirugías y tratamientos practicados por especialistas de confianza. Una baraja de opciones para vislumbrar en medio de semejante panorama.
Sin embargo, más que estético es un problema de salud pública, pues asegura la OMS que en el 2015 habrá aproximadamente 2.300 millones de adultos con sobrepeso y 70 millones con desórdenes alimentarios. ¡Alerta, mujer BIT*!
Según Hernán Yupanqui, presidente de la Fundación Colombiana de Obesidad, "el 45 por ciento de los colombianos sufre de obesidad, enfermedad crónica causante de patologías cardiacas, circulatorias, colesterol alto, estrés, depresión, hipertensión, cáncer, diabetes y artritis en el organismo. Aparece usualmente por la tendencia a la disminución de la actividad física y la ingesta de alimentos hipercalóricos, ricos en grasas y azúcares, escasos en vitaminas, minerales y micronutrientes".
La alerta por el incremento de obesidad se enciende en medio de la aprobación de la nueva ley 140 de 2007 Cámara - 267 de 2008 Senado, por medio de la cual "se declara la obesidad como un problema de salud pública y se adoptan medidas para su control, atención y prevención".
La senadora Dilian Francisca Toro, autora del proyecto, asegura que la iniciativa surge a raíz del Estudio Nacional de Nutrición realizado por el ICBF, que indica que el 49 por ciento de los colombianos adultos y el 15 por ciento de la población infantil padecen la patología.
Sin embargo, cuando adelgazar se convierte en una obsesión, patologías como la anorexia y la bulimia recobran importancia y más, cuando se reconocen como una de las principales causas de muerte en nuestro país.
Y aunque en Colombia no existen cifras oficiales sobre las personas que las padecen, la Universidad de Antioquia estima que el 25 por ciento de las colombianas sufre de anorexia, el 40, tiene síntomas depresivos y otro 25, son obsesivas con el tema de la comida.
El trastorno suele iniciar entre los 14 y 18 años de edad, pero puede durar más de 30 años en una persona hasta llevarla a la muerte.
La anorexia es más frecuente en mujeres que en hombres, por eso nos sentimos en la obligación de presentarles a todas nuestras BIT* posibles opciones para bajar de peso sin llegar a los extremos: ejercicios, dietas inteligentes, tecnología hi-tech y por qué no, hasta cirugías y tratamientos practicados por especialistas de confianza. Una baraja de opciones para vislumbrar en medio de semejante panorama.
viernes, 10 de julio de 2009
Dietas para adelgazar: hábitos erróneos cuando se está a dieta
Cuando hacemos dietas para adelgazar pensamos que dejar de comer o comer pocas veces al día es el método más efectivo para quitarnos esos kilos de más y esta creencia es totalemente falsa y perjudicial, no sólo para nuestra salud sino también para cumplir el objetivo: adelgazar.
Veamos los hábitos erróneos que cometemos cuando estamos a dieta:
1. Saltear las comidas hará que perdamos peso más rápido: Falso, saltear una comida implica que en la próxima ingesta comerás de más y así irás aumentando la cantidad de calorías ingeridas al día.
2. Comer cada 2 ó 3 horas ayuda a bajar de peso más rápido: Falso, no para todas las personas este método funciona de la misma forma porque si comen en exceso en cada comida, con el picoteo entre horas aumentan más las calorías consumidas. Hay que ajustar la alimentación al estilo de vida de cada persona y si vas a picotear entre horas debes ver la calidad y cantidad de los alimentos que ingieres.
3. Cuando estamos a dieta debemos dejar de comer nuestros alimentos favoritos: Falso, si renuncias a los alimentos que más te gustan y los conviertes en “prohibidos” es probable que termines dándote un atracón con ellos. Lo importante es equilibrar y 1 vez a la semana comer con moderación (raciones más pequeñas) algunos de los alimentos que más te gustan y pueden sumar calorías de más a tu dieta.
4. Suprimir las grasas ayudará a perder peso sin cuidar las calorías: Falso, muchos alimentos como las patatas son bajos en grasa pero aportan muchas calorías por eso si sólo comes alimentos bajos en grasa pero ricos en hidratos de carbono puedes aumentar de peso. Para adelgazar debes tener en cuenta la variedad de alimentos y sus cantidades, esa es la clave.
5. Si como menos de lo que indica la dieta adelgazaré más rápido: Falso, cuando se come de manos los niveles de hidratos de carbono y protéinas que necesita el cuerpo para funcionar descienden peligrosamente y es perjudicial para la salud. Es necesario encontrar el equilibrio para consumir lo que el cuerpo necesita para funcionar y a la vez quemar las calorías ingeridas.
Veamos los hábitos erróneos que cometemos cuando estamos a dieta:
1. Saltear las comidas hará que perdamos peso más rápido: Falso, saltear una comida implica que en la próxima ingesta comerás de más y así irás aumentando la cantidad de calorías ingeridas al día.
2. Comer cada 2 ó 3 horas ayuda a bajar de peso más rápido: Falso, no para todas las personas este método funciona de la misma forma porque si comen en exceso en cada comida, con el picoteo entre horas aumentan más las calorías consumidas. Hay que ajustar la alimentación al estilo de vida de cada persona y si vas a picotear entre horas debes ver la calidad y cantidad de los alimentos que ingieres.
3. Cuando estamos a dieta debemos dejar de comer nuestros alimentos favoritos: Falso, si renuncias a los alimentos que más te gustan y los conviertes en “prohibidos” es probable que termines dándote un atracón con ellos. Lo importante es equilibrar y 1 vez a la semana comer con moderación (raciones más pequeñas) algunos de los alimentos que más te gustan y pueden sumar calorías de más a tu dieta.
4. Suprimir las grasas ayudará a perder peso sin cuidar las calorías: Falso, muchos alimentos como las patatas son bajos en grasa pero aportan muchas calorías por eso si sólo comes alimentos bajos en grasa pero ricos en hidratos de carbono puedes aumentar de peso. Para adelgazar debes tener en cuenta la variedad de alimentos y sus cantidades, esa es la clave.
5. Si como menos de lo que indica la dieta adelgazaré más rápido: Falso, cuando se come de manos los niveles de hidratos de carbono y protéinas que necesita el cuerpo para funcionar descienden peligrosamente y es perjudicial para la salud. Es necesario encontrar el equilibrio para consumir lo que el cuerpo necesita para funcionar y a la vez quemar las calorías ingeridas.